Estudió Administración de Empresas, pero es diseñadora de modas, de las mejores de América Latina. El próximo mes de noviembre viajará a Milán para exponer su arte en el concept store 10 Corso Como. Pero su camino a la cima no ha sido fácil. Al desarrollar su carrera casi de forma empírica, ha tenido que enfrentar muchos problemas y aprender de ellos sobre la marcha. Sin embargo, las adversidades no han sido solo laborales. Hace tres años, Ana María supo que tiene cáncer. Su lucha no ha terminado, y continúa con los tratamientos. Su trabajo y su entorno, asegura, han sido fundamentales en su constante recuperación. ¿Cuáles son los detalles de la vida y carrera de la diseñadora de modas del momento en nuestro país? Nos lo cuenta a continuación.

Por Salvador Sampén 

¿Es el mejor momento de su carrera? 

Todos los momentos son buenos en la medida en que te entregues a ellos. Siempre habrá buenos y malos momentos, pero yo espero que cada día haya nuevos momentos. Para mí el mejor momento es hoy, yo vivo el día a día.

¿Cuánto considera que ha evolucionado su trabajo respecto a los últimos diez años?

Creo que ahora sí tengo una identidad. Me hice sola en el camino y me he equivocado muchas veces, pero he aprendido de mis errores. He buscado las herramientas que necesito. Cuando viajo, lo primero que hago es ir a un museo, y si me gustan los artistas, de repente puedo plasmar su trabajo en el mío. Para mis diseños, me inspiro en la música, el cine, el grafiti, me alimento de la cultura popular.

¿Cuánto le costó iniciarse en el mundo de la moda?

Me demoró más tiempo que los demás llegar al mercado. Mi aprendizaje fue en curva. Si sales de una carrera, tienes más elementos, sabes qué libros buscar, qué materiales necesitas, entonces, tienes más herramientas desde el día uno. Yo escogí el otro camino. He aprendido sobre la marcha. Aprendí a ser cumplida. Hoy llego a los desfiles con todo listo, con mi equipo, que no es tan grande, pero funciona perfectamente. Sin embargo, veo que hay otros diseñadores que terminan de coser en el momento y están angustiados. También creo que el hecho de haber estudiado Administración de Empresas me ayudó, me dio organización, visión sobre lo que debe hacer un empresario. Eres diseñador, sí, pero debes vender, entonces, eres un empresario, un microempresario en algunos casos.

¿Cómo logró que sus diseños llegaran a las tiendas más importantes de Milán?

Ahora estoy en 10 Corso Como. Nos seleccionaron, somos cinco diseñadores. Entré al concurso, calificaron nuestros
trabajos y nos estamos yendo a fines de noviembre. Es un concept store, el más importante del mundo. Vamos a hacer una selección, una rueda de negocios, y es como una gran ventana para entrar a Europa. Es el mejor sitio, nos han abierto las puertas del mundo. Dos personas hicieron esto posible. Una se llama Amora (Amora Carbajal
Schumacher, presidenta de PromPerú) y otra, Mila Obando. Trabajaron juntas en este proyecto e hicieron que nosotros pudiéramos entrar.

“El equipo que tengo es como mi familia, nos queremos mucho, eso es otra cosa importante”.

Entonces, ¿el Gobierno está brindando más apoyo a la moda?

Los primeros años que participé en ferias, lo que sentía de PromPerú es que invertía en ellas, pero no sabía cómo atraer a los clientes correctos. Últimamente, PromPerú está haciendo un mejor trabajo, tiene a gente más
capacitada en diferentes países del mundo que justamente puede abrir más puertas. En el camino a la cima hay adversidades.

¿Cuándo se enteró de que tenía cáncer?

Hace tres años me operaron por un cáncer al seno, y tengo que esperar de siete a diez años para saber si realmente ya pasó. Te pueden extirpar el tumor y después aparece por otro lado. Cuando me descubrieron esta enfermedad, llegó la hora de tomar decisiones. Normalmente, te recomiendan quimioterapia; yo preferí no tomar ese camino y opté por tomar pastillas. También tienen efectos secundarios, pero los voy manejando. Cada tres meses me chequeo. Muchas personas en mi familia han tenido cáncer, sobre todo las mujeres. Puede ser algo genético, pero la mayor parte de ellas están vivas. El cáncer, antes, cuando te lo diagnosticaban era un drama. Ahora es manejable. Entonces, creo que un factor importante es no tener miedo.

¿Qué impacto ha tenido el cáncer en su vida?

El cáncer de alguna manera te cambia la escala de valores. Te demuestra lo que es verdaderamente importante. Eres más empático, te vuelves distinto.

“También creo que el hecho de haber estudiado Administración de Empresas me ayudó, me dio organización, visión sobre lo que debe hacer un
empresario”.

¿Cómo afectó el cáncer a su trabajo?

Dos semanas después de mi operación, ya estaba trabajando. La muestra del tumor la mandaron a California y ahí la analizaron. Fue entonces cuando tuve que elegir entre las quimioterapias y las pastillas. Como te digo, ninguno de los dos tratamientos es cien por ciento seguro. La única seguridad que tenemos todos es que nos vamos a morir, pero mira cuánta gente se ha muerto de covid en tres días. Siempre hay algo más suave, el presente es lo más importante.

¿Cuánto la ayuda a superar esta etapa el amor por su trabajo?

Mi trabajo me ayudó muchísimo. El saber que tenía que presentar mi colección de verano y trabajar rápido me ayudó. Hice una colección de veinticinco o treinta modelos en muy poco tiempo. El equipo que tengo es como mi familia, nos queremos mucho, eso es otra cosa importante. Si no tuviera un equipo, no podría haber hecho lo que hice. Otra de las cosas más importantes fue el apoyo de mi esposo (Tony Custer), él me apoyó en todo. Era como mi enfermero, me quitaba las vendas, se preocupaba horrores. Todo eso es muy importante. No sé si se ha plasmado de adentro hacia afuera o de afuera hacia adentro, pero lo que ya había construido me ayudó. No he hecho nada deprimente, al revés, buscaba la alegría.

“No tienes que medir un metro ochenta y no tienes que
ser 90-60-90. Lo importante es mirarte al espejo, aceptarte y tener un estilo. Cuando tienes un estilo, proyectas eso y te sientes cómodo”

Volviendo a más detalles sobre su trabajo. Mencionó en otras entrevistas que uno de sus objetivos es democratizar su marca. ¿Qué la motiva a trazarse esa meta?

Creo que es importante que la gente tenga acceso a la moda. Yo sentía que eso en el Perú no existía. Solo la gente que podía pagar se vestía bien y los demás no. Ni las tiendas por departamento tenían moda, solo lo básico. Vendían lo que el mercado pedía, pero no había una propuesta. Para eso estamos los diseñadores, para proponer al mercado que cambie, que abra la mente.

“El cáncer, antes, cuando te lo diagnosticaban era un drama. Ahora es manejable. Entonces, creo que un factor importante es no tener miedo”, reflexiona.

En ese sentido, ¿la conciencia social tiene preponderancia en su trabajo?

Por supuesto. Creo que es importante mirarte al espejo y sentirte bien. No tienes que medir un metro ochenta y no tienes que ser 90-60-90. Lo importante es mirarte al espejo, aceptarte y tener un estilo. Cuando tienes un estilo, proyectas eso y te sientes cómodo. Es importante en la psicología poder proyectar una imagen positiva. Si no tienes un estilo, tu ropa no dice algo, tu imagen no proyecta y te quedas en nada. La moda te ayuda a marcar un futuro, parece absurdo, pero no lo es.

¿Fue su capacidad de conciencia social lo que la motivó a crear la asociación benéfica Aprendamos Juntos?

Sí, pero ahora la estamos reformando, nos hemos dado cuenta de que tenemos que poner más énfasis en apoyar a los profesores y a los padres. Nosotros trabajamos con algunos colegios de Fe y Alegría. Hay dos psicólogas y asistentas que ayudan a determinar qué niños necesitan más apoyo emocional y didáctico para salir adelante. Hay niños que no tienen estimulación temprana y no saben dónde está su oreja, van despeinados, sucios, y se sienten disminuidos porque los otros niños se burlan y los dañan psicológicamente. Nosotros nos dimos cuenta de que los problemas no eran fisiológicos. La mayoría tenían problemas porque no les daban estimulación temprana y punto. La educación peruana, además, es muy deficiente, entonces, el nivel de los maestros es muy bajo. Nuestra reestructuración está enfocada en ver cómo podemos ayudar a los maestros también.

Suscríbase ahora para obtener 12 ediciones de Cosas y Casas por solo 185 soles. Además de envío a domicilio gratuito y acceso instantáneo gratuito a las ediciones digitales