El hijo del premio Nobel dio a conocer uno de los primeros protocolos por los que tiene que pasar su padre para ser miembro de tan distinguida institución. 

Por Walter Chunga

El escritor peruano Mario Vargas Llosa está a un paso de hacer historia nuevamente, esta vez por pertenecer a la Academia Francesa de la Lengua. Este jueves, desde París, Álvaro Vargas Llosa contó que su padre, el autor de “La Tía Julia y el escribidor”, cumplió con uno de los primeros protocolos previos a la ceremonia central, a realizarse este 9 de febrero.

Cabe destacar que, aunque el Nobel de Literatura nunca publicó ninguna de sus obras originalmente en francés, Vargas Llosa fue votado por los miembros de la entidad francesa para convertirse en uno de sus prestigiosos miembros. Nunca antes ocurrió algo semejante.

En los próximos días, una ceremonia en la que se le entregará una espada convertirá al escritor peruano en integrante pleno de la Academia Francesa, lo que lo hará “inmortal”, nominación que da cuenta de lo trascendente que es este nombramiento para la lengua francesa.

Una nominación inmortal

Esta nominación de “inmortal” fue idea del cardenal Richelieu, quien en 1635 fundó la institución que tiene como principal misión velar por la inmortalidad del idioma francés.

“Me hace mucha ilusión ser el primer latinoamericano que la Academia recibe en su seno. Cuando comencé a escribir, la cultura francesa era inmensamente popular en América Latina y, desde luego, tuvo muchísima influencia en mí”, sostuvo Mario Vargas Llosa tras conocer la aprobación de su ingreso.

El rito de instalación de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa

Álvaro Vargas Llosa describió el momento en el que el escritor cumplió el rito de instalación. “A puerta cerrada, sin familia, amigos ni prensa, solo ante 400 años de historia académica y civilización occidental, como manda la norma, (mi padre) cumplió el rito de la ‘instalación’ en la Academia francesa”, escribió Álvaro.

Lo que vino luego fue una especie de prueba, una instancia en la que Vargas Llosa tuvo que demostrar su vínculo con el idioma y la tradición de Francia. “Quien presidía la reunión le dio una palabra del diccionario francés (que no podía conocer de antemano) para que improvisara una reflexión sobre ella. Fue la palabra Xérès (por Jerez de la Frontera). Habló de la ciudad, el vino y otros aspectos”, siguió Álvaro Vargas Llosa.

“La Secretaria Perpetua lo llevó finalmente a ver el retrato del fundador, Richelieu, en su lecho de muerte”, contó el hijo del Nobel. Y describió el reencuentro con su padre.

– Tienes una familia muy angustiada – le dijo Álvaro Vargas Llosa al Nobel–. ¿Qué tal todo?

– Magnífico.

Álvaro Vargas Llosa también contó que las autoridades de la Academia Francesa le dijeron al escritor peruano que solo volverán a ponerse de pie ante él en el día de su muerte.

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