Tras su participación en el Hay Festival, el eminente neurocientífico y profesor del Collège de France, ganador del Brain Prize, considerado el Nobel de la Neurociencia, conversó con COSAS sobre el apasionante mundo de la mente y el aprendizaje. Dehaene, quien es experto en temas relacionados a las bases neuronales de la lectura, brinda soluciones para mejorar los índices de lectura en un país como el Perú.

Por Lucas Cornejo Pásara

¿Qué tanto tienen que ver las capacidades cerebrales con una condición genética y qué tanto son resultado del aprendizaje?

En mi libro niego esta separación entre lo innato y lo adquirido. Para mí, es un 100% de ambos. Aprendemos porque tenemos capacidades innatas para aprender los números, el espacio, el lenguaje. El algoritmo de aprendizaje supuestamente es innato y específico en toda la especie humana.

Pienso que la curiosidad es uno de los principales motivadores del aprendizaje. ¿Esta se puede aprender, incentivar o es innata?

La curiosidad forma parte de este algoritmo innato de aprendizaje. Es una señal en el cerebro que dice: “Aquí hay algo que podría aprender”. Las ganas de aprender son muy importantes, y generan una explosión de dopamina en el cerebro.

Usted ha trabajado mucho el tema de la lectura. En el Perú, el promedio de libros leídos por año por cada peruano es un libro. ¿Qué se puede hacer para mejorar los índices de lectura en un país con esta realidad?

Hay métodos de aprendizaje y de cultivo de la lectura que son mucho más eficaces que otros. Son más eficaces porque están en armonía con la organización de nuestro cerebro. Para aprender bien a leer, hay que aprender bien la relación entre la parte escrita y la oral. Es necesario explicar bien esta relación explícita entre la escritura y el lenguaje hablado. Una de las razones por las cuales las personas leen poco es porque no han aprendido a leer. Es un círculo vicioso.

Stanislas Dehaene, neurocientífico francés

Stanislas Dehaene es presidente del Conseil scientifique de l’Éducation nationale, de Francia.

¿Qué correlación existe entre la capacidad de lectura y la condición social en la que la persona se encuentre?

Desafortunadamente, sí hay una correlación fuerte entre el nivel económico y la potencialidad del desarrollo cognitivo para la lectura y el aprendizaje. Eso se debe a las malas prácticas de aprendizaje. Es necesario implementar métodos que se basen en pedagogías científicas, porque, si la enseñanza no funciona bien, el impacto del contexto social va a ser aún mayor.

¿Qué requisitos o qué estímulos son cruciales para que el cerebro desarrolle las herramientas para leer y comprender?

Es muy importante una buena práctica de la verbalización del lenguaje antes de saber leer. El aprendizaje del lenguaje oral es muy importante en los primeros años del niño. Cuanto más desarrollado esté su vocabulario, más rápido van a aprender a leer. Es un tema aún más importante porque se sabe que hay una diferencia de treinta millones de palabras recibidas por un niño en una familia con dinero y en una que no lo tiene. Esa diferencia con respecto a las familias afecta directamente en la activación del área de Broca en el cerebro (área que proporciona los circuitos
nerviosos para la formación de palabras).

¿Y eso tiene que ver exclusivamente con la cantidad de palabras o también con el orden lógico que estructura al lenguaje?

Hay varios circuitos que existen en el cerebro humano. Está el del lenguaje, pero también el del conocimiento y descubrimiento de las cosas. Para aprender a leer, se usa el circuito del lenguaje. Para aprender las matemáticas, es importante que los niños estén estimulados con juegos de construcción y de lógica. Actualmente, existe un riesgo de pérdida del aprendizaje de manejar la materialidad, por la aparición del mundo digital desde muy temprano.

¿Piensa que el proceso de educación en las instituciones es apresurado?

Los profesores no están bien capacitados para la enseñanza. Existen muchos conocimientos con los que la ciencia cuenta y que podrían utilizarse, pero no se usan en las escuelas. Los organismos de formación deberían actualizar un poco los conocimientos que usan. No están modernizados y se enfocan en teorías como la de Piaget.

neurocientífico

Dehaene lleva treinta y cinco años estudiando el cerebro. Antes de dedicarse a la neurociencia cognitiva, fue matemático en la École Normale Supérieure de París.

Últimamente se habla de la inteligencia artificial. ¿Cree que esta puede ser una herramienta de ayuda en los procesos educativos?

No creo que haya una revolución en el uso de la inteligencia artificial en la escuela ahora. Los niños necesitan, más bien, de la interacción con otros seres humanos. Es fundamental para el cerebro humano aprender de los demás.

¿Qué tan cierto es que la inteligencia artificial va a abarcar todas las capacidades humanas? ¿Qué capacidades le parecen inalcanzables?

Me impresiona mucho lo que ya está haciendo la inteligencia artificial. Sin embargo, en mi libro demuestro justamente que el cerebro mantiene un potencial mucho mayor que lo que se puede hacer con la inteligencia artificial. Todavía no se sabe cómo reproducir ciertas funciones del cerebro. Además, el cerebro solo usa 20 watts, si lo comparamos con una computadora. Hay que seguir trabajando para alcanzar una inteligencia artificial que se inspire más en el funcionamiento del cerebro. ¿Por qué no? Quizás en treinta años la inteligencia artificial podrá abarcar lo que hace el cerebro. El cerebro no es algo mágico, es solamente una máquina, pero es la máquina que hasta hoy funciona mejor en el universo.

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