Luego de una larga trayectoria en el cine que ha contribuido significativamente a la cultura peruana, el cineasta Francisco Lombardi fue invitado a formar parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, organización estadounidense que entrega los Premios Oscar. En esta entrevista, revela detalles de esta invitación y el presente y futuro de su obra.
Por Ginger Astete Fotos José Vilela
Francisco Lombardi empezó en el mundo del cine en 1974, hace casi cincuenta años. Comenzó a filmar cortometrajes tras fundar Inca Films junto a su cuñado, José Zavala Rey de Castro. “En realidad, cuando terminé de estudiar cine, me di cuenta de que en Perú no había forma de hacer largometrajes; en los años sesenta y setenta no había cine. Solamente estaba Armando Robles Godoy, que era un cineasta que hacía una película eventualmente cada cinco o seis años”, recuerda el director de “La boca del lobo”.
En sus inicios, Lombardi hizo periodismo, luego se fue del Perú por un tiempo. En 1968, estudiaba en la Escuela de Cine de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fé. Regresó durante el gobierno de Velasco Alvarado, cuando apareció una nueva ley del cine, en la cual los cines daban un espacio de diez a quince minutos para proyectar cortometrajes de cineastas independientes y emergentes. “Yo quería hacer largometrajes, no cortos, pero, bueno, se podía empezar. Hasta que la gente empezó a hacer cortos por puro negocio y se saturó todo el mercado; ya no fue tan interesante, y pasamos a hacer mi primer largometraje, que fue “Muerte al amanecer”. Este fue el comienzo”, rememora.
El ingreso de Lombardi a la Academia del Oscar
El artículo que incluía a Lombardi en la lista de los invitados a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se reveló a través de la página A.Frame, revista digital oficial de la institución estadounidense. Aunque el cineasta no es el primer peruano invitado a formar parte de la academia que entrega los Premios Oscar –Claudia Llosa, directora de “La teta asustada”, recibió la invitación en 2010–, su reconocimiento llenó de orgullo al mundo del arte nacional, debido a que su larga trayectoria ha influido significativamente en la cultura peruana.
Francisco, sin embargo, confiesa no haber tenido expectativas sobre su ingreso a la prestigiosa institución de cine. “No hice ninguna celebración especia l, pero sí me resultó g rato recibir la invitación. Es algo que tú no provocas, no postulas, es una cuestión más espontánea. Yo imagino que lo que han tomado en cuenta es el hecho de la trayectoria, la cantidad de películas que he realizado, y también los premios que he recibido internacionalmente, que me hicieron más o menos conocido para ellos”, sostiene.
¿Cómo funciona el ser parte de una institución tan importante como lo es la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas?
En la Academia, yo estoy en el grupo de los directores, pero hay diferentes grupos. Participas con opiniones, informes sobre historias, aportes y consultas sobre temas generales de la cinematografía. Además, participas en la elección de los Oscars, tienes un voto en eso y hay posibilidad de que asistas a la ceremonia; me parece que es a través de unas actividades y sorteos que hay que hacer, porque son muchos miembros.
La Academia dio la bienvenida a trescientos noventa y ocho invitados, en una lista donde se encuentran varios cineastas latinoamericanos. ¿Cómo ve el tema de la inclusión de latinos?
Yo creo que es una confirmación de ese foco de atención que está teniendo el cine latinoamericano, que es un cine diferente. Hay mucha producción en América Latina, porque los gobiernos, a través de sus ministerios de Cultura, han entendido que el cine es uno de los grandes espacios que tiene la identidad nacional para poder expresarse.
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