Katy Esquivel, la estrella de YouTube, y una de las pioneras en la creación de contenido en dicha red social en el Perú, hizo un alto a sus vacaciones en familia para conversar con COSAS en una entrevista en la que comparte un poco de su vida actual y el camino al éxito que la ha llevado a convertirse en toda una celebridad no solo en nuestro país, sino también en diversas partes del mundo.

Por Diego Ochoa Acosta / Fotos Andrés Espinoza

Cuenta con más de cinco millones de suscriptores en YouTube, una plataforma en la que comenzó siendo muy joven. No atravesaba por un buen momento en su vida, y decidió subir su primer video. Lo que sucedió después es historia. Es un referente para muchas personas alrededor del mundo, de moda, amor propio y viajes. Inclusive en Tailandia logran identificarla y pedirle fotos.

Luego de estar viajando por varios años, Katy ha decidido regresar este verano al Perú. Necesita pasar tiempo con su familia. «Me siento plena, me siento en paz, algo que no sentía hace mucho tiempo, y creo que es una mezcla de todo lo que he podido aprender en redes sociales, en terapia, todo lo que he podido madurar, y las experiencias de haber vivido en tantos países», afirma.

¿Siempre te sentiste cómoda y tuviste esa soltura que te caracteriza frente a las cámaras?

Desde pequeña le pedía a mi hermano que me grabara, y jugaba a entrevistar a todos en la casa y cosas similares. Pero creo que eso desapareció cuando me mude a Los Ángeles; me hicieron bullying. También a los 18 años tuve una relación en la que sufrí abuso físico y emocional; entonces, todo eso terminó por destruirme la autoestima. Me comencé a sentir incompetente, fea, gorda y muchas cosas más. Cuando llegue a Los Ángeles a estudiar en el Fashion Institute of Design & Merchandising, había muchas chicas de mucho dinero que estaban muy interesadas en la moda, y se me hacía muy complicado desenvolverme. No tenía amigas, salvo mi roommate y otra compañera que hacía videos de YouTube. Ellas me aconsejaron abrir un canal en dicha plataforma, y de esta manera buscaba la forma de seguir practicando mi inglés, hacer amigas online y recuperar mi autoestima. Y así fue, a partir de ahí me fui para arriba, fui recuperando el carisma, y poco a poco fui convirtiéndome en esa versión de mujer que quería ser.

Luego de estos momentos complicados en tu vida, y teniendo una legión tan grande de seguidoras, ¿te nacieron ganas de compartir estas experiencias con ellas?

Cuando decidí contar mi tema públicamente, solo mis papas lo sabían, y al hacer un video, ellos iban a tener que escuchar todo de nuevo, pero también mi abuela, mis hermanos, mis amigos más cercanos. Al final, luego de varios años de pensarlo, decidí hacerlo. Yo quería contar esta mala experiencia, pero que no fuera un video triste, quería que tuviera un final feliz; es por eso que hice una alianza con Unicef: les presenté la idea de ir a colegios en Lima de diferentes sectores. Preparé un storytelling donde contaba esta historia a alumnos de tercero, cuarto y quinto de secundaria. Es una historia superfuerte, ya que habla de abuso, acoso, bullying y temas de suicidio. Sentí que se creó un gran impacto. Entonces, cuando lancé el video contando mi experiencia, finalicé con imágenes de lo que había sido compartir mi historia con tantos adolescentes.

Lee la entrevista completa en la edición 732 de COSAS, ya disponible en quioscos y supermercados.

KATY ESQUIVEL

«Lo que pasa es que a mi YouTube me salvó la vida, es lo que me devolvió la seguridad, me dio amigas cuando no las tenía, me hizo mejorar mi inglés, me dio mi primer trabajo, me dio independencia. Para mí, YouTube no solo fue el salto a la fama; para mí, fue básicamente terapia, fue salud mental, y eso se convirtió en un hábito».

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