Tatiana Calmell del Solar y Cristóbal de Col son oficialmente la pareja de moda. La recién coronada Miss Perú Universo 2024 y el campeón mundial de surf ofrecen su primera entrevista juntos desde la comodidad de su hogar, donde comparten detalles del importante momento que viven actualmente como pareja.
Por: Diego Ochoa Acosta Fotos: Paolo Rally
“Siento que la vida nos hizo cruzar caminos en un momento de muchos cambios para los dos”, cuenta Tatiana cuando le pregunto sobre los inicios de su relación. Las redes sociales fueron un factor importante para que Tatiana y Cristóbal pudieran conocerse, ya que, pese a que tenían muchos amigos en común, ellos jamás se habían cruzado el uno con el otro. Sin embargo, eso no fue impedimento para que comenzaran a intercambiar mensajes diariamente por casi tres meses. Finalmente, Cristóbal tomó valor y decidió aparecerse en la puerta de la casa de Tatiana para conocerla por fin en persona. Eran tiempos pandémicos. Fueron tiempos recios, pero que vieron también surgir esperanzas con historias de amor como esta.
En la actualidad, tienen cuatro años de una sólida relación y conviven hace tres. El paso del tiempo solo parece reconfirmar que están hechos el uno para el otro. Se llevan estupendamente, y eso se nota en cada mirada que intercambian o cómo se divierten cuando el tablista se prueba la ropa para la sesión de fotos. Naturalmente, él no es de usar ternos. Es un tablista, pero aclara riendo que ya está comenzando a usarlos más. “Ya entré en la edad en que mis amigos se casan”, explica sonriendo. Tati, como la llaman todos, acaba de cumplir el sueño que tenía pendiente desde 2022, cuando quedó finalista por primera vez en el certamen Miss Perú. Era la favorita del público, pero eso no le garantizó la corona. Hoy por fin es reina de belleza, y se prepara para la competencia internacional. Asegura que uno de sus más grandes mentores en esta experiencia ha sido precisamente Cristóbal, quien no solo ha sabido darle muy buenos consejos, sino que no ha dudado en apoyarla durante todo el camino.
Tatiana
Debutaste en la actuación como protagonista de una novela y acabas de debutar en el cine también como protagonista. ¿Cómo han sumado estos proyectos en tu carrera?
Empezar en “Princesas”, en América Televisión, fue para mí como arrancar por la puerta grande. Además, interpretar a un personaje tan querido como Cenicienta me enseñó muchísimo. Siento que los personajes te escogen, tal como me pasó en la película “Bienvenidos al paraíso”, en la que me tocó trabajar con personas tan profesionales en la industria. Que la gente confíe en mi trabajo es hermoso, y de hecho, fui la última en sumarse al proyecto. Tondero me tocó la puerta, y así fue que empezó todo. Recuerdo cuando recibí la llamada que me decía que tendría el papel de “Kiki” en la película. Se me salían las lágrimas de emoción. Justo en ese momento llegó Cristóbal, y solo atiné a colgar y abrazarlo de felicidad. Estamos por estrenarla en Star Plus. Si bien tuvimos una buena acogida en el cine, quizá mucha gente espera que esté en una plataforma por facilidad. Y estoy contenta de que podamos llegar a más personas alrededor del mundo.
Una vez que acabe tu reinado, ¿hacia dónde te gustaría dirigirte?
Sin duda, quisiera continuar con la actuación. Obviamente, siento que el Miss Perú me ayuda a potenciar distintas cosas, como explorar mi parte más creativa. Y siento que todo eso puede sumar a mi carrera actoral más adelante. Si se da la oportunidad de seguir haciendo proyectos fuera, me encantaría poder hacerlo.
¿Cómo estás lidiando con toda la exposición que estás teniendo actualmente en diversos medios?
Lo tomo con mucha humildad y calma. Tengo claro que hay muchas personas que opinan y juzgan, ya no solamente por quién soy, sino también por mi apariencia, ya que estoy metida en el mundo de la belleza. Pero yo siento que soy mucho más que solo una reina. Soy una mujer que tiene valores e ideales propios. Por eso, siempre pido al público respeto y tolerancia. Si bien estoy aquí para representar al Perú –y lo hago con todo mi corazón–, muchas veces recibo críticas que pueden tirarme hacia abajo. Puede llegar a ser duro lidiar con eso, aunque trato de no dar importancia a las cosas que no me suman. Muy pocas veces me enfoco en las cosas negativas, pero recibir mensajes todos los días de personas que deciden atacarme sin motivo alguno es muy duro. Es difícil de procesar, pero entiendo que es parte del juego, y siempre voy para adelante sin perder mi enfoque: llegar a Miss Universo representando al Perú con mucho orgullo.
Cristóbal
Cristo, como lo llaman Tati y su familia, nos cuenta que ya está acostumbrado al ritmo de vida de Tati. “Ella se levanta todos los días a las cinco de la mañana para empezar a maquillarse”, explica. “Yo aprovecho la hora para irme a correr”, agrega. La casa es una mezcla de los mundos de ambos. Se ven muchos arreglos florales que recibe la reina colocados junto a las tablas y trofeos del campeón.
¿Cómo comenzó tu relación con el surf?
Crecí en el norte del Perú, en Los Órganos, en una tierra que mi papá había adquirido desde muy chiquito, cuando él tenía 20 años. Entonces, mis únicos juguetes eran las olas. No tuve opción, era la única diversión que tenía. Veía a mi papá y a mi vecino, que era mi tío César Aspíllaga, correr con las olas del fenómeno de El Niño. Tuve una competencia a los 8 años y la gané como jugando. Ya a los 11 estaba viajando al extranjero a competir con mi papá. Gané una competencia al favorito de Estados Unidos. En esa época nadie le ganaba, y así fue como entré a la burbuja del mundo del surf.
Como te decía Tati que pasó con ella, yo también entré por la puerta grande. Ahí entré en contacto con la gente de las marcas del extranjero, y no solamente de Estados Unidos, sino también de Europa, Australia y Sudáfrica. Creé una red de amistades a nivel mundial. Y a los 18 años tuve la oportunidad de salir campeón mundial (Sub-18 Junior). Cumplí mi sueño de muy chico. A los dos años de ganar el título mundial, volví a quedar tercero en categoría open, supercerca de ganar de nuevo.
Familia de Campeones
El padre de Cistóbal fue el reconocido arquitecto y surfista José ‘Titi’ de Col. Su relación con Cristóbal era muy cercana, y sin duda la trágica pérdida de su padre lo afectó muchísimo. Además de haber sido bicampeón nacional de tabla en 1988 y 1999, y arquitecto, a Titi le gustaba volar. Junto a su amigo, el empresario Walter Braedt, volaba en una avioneta que se estrelló en los nevados de los Andes centrales en julio de 2013. Hoy, Cristóbal conserva algunos tesoros de sus padres, así como la tabla amarilla que adorna su sala. “Esta”, explica, “es una tabla histórica. Es la réplica de la tabla que un chico tenía antes de morir ahogado. Quienes recogieron su cuerpo 80 recogieron también su tabla e hicieron réplicas. Esta de acá es una de ellas. Era de mi papá. Fue un regalo de un amigo suyo en Hawái, que ya estaba mayor y quería que una tabla como esta fuera usada”.
Luego del fallecimiento de tu papá, ¿tu relación con el surf cambió en algo?
Cuando mi papá falleció, mis prioridades en la vida cambiaron. Me di cuenta de lo cambiante que puede ser la vida y qué tan rápido pueden darse esos cambios. Me dije a mí mismo: “Wow, así es la vida”. Comencé a crecer. Tenía un hermano menor en crecimiento y apasionado con la tabla, y mi familia necesitaba mantener la unión familiar en esos momentos difíciles. Me nació quedarme en casa. Y es algo de lo que nunca me voy a arrepentir. Me gustó mucho. Agarré mi propio ritmo y mi propia manera de competir. Me tomó unos años y he tenido muy buenos resultados después de eso. Y algo que me encanta es que siempre destaco en las sesiones de olas grandes. Cuando las papas queman, el mar me da la ola para que brille. Los deportes viven de highlights. Y eso es algo que me ha estado pasando a mí ahora con este estilo de vida que tengo. El mar me premia con las mejores olas de la vida. Y en mi cinturón tengo unas cuatro olas a nivel mundial que están reconocidas como las mejores olas de corridas en el mundo. Y para mí, esa es una manera de triunfar hoy en día. Cristóbal no guarda todas sus copas. Solo conserva las que le gustan como objetos. Es verdad que las que hay son muy bonitas, pero no encuentro la que lo premió como campeón del mundo. “No está”, me sorprende su voz mientras las reviso. “Creo que se la regalé a mi abuela. Era solo una medalla, y para mí no representaba en lo absoluto lo que yo sentí cuando me gané ese título. Por eso la regalé nomás’, me explica Cristóbal.
¿Cuáles sientes que son hoy tus prioridades?
Ya tengo 30 años y, de todas maneras, mis prioridades han cambiado. Ahora, veo la manera de crecer como profesional, y no solamente como deportista, sino también como persona.
Tenemos un negocio familiar en el norte del Perú, en Órganos, llamado “Pirámide Titi”, en honor a mi padre. Mis balas ahorita están en ese proyecto. Abrimos el restaurante hace dos años y tenemos los bungalows hace ocho. Lo vemos la familia entera. Mi mamá se encarga de las habitaciones, yo del restaurante, y mis hermanos también son parte del proyecto. Todos trabajamos juntos. Y el lugar tiene mucho potencial para seguir creciendo. Entonces, ese es nuestro proyecto ahora. Mi meta principal ahorita es esa, y a la par estoy como coach de surfers profesionales.
¿Cómo llevas el hecho de tener una relación con una figura pública?
Esta experiencia de estar con “mi reina’’ me hace recordar mucho a mi época de luz, de protagonista. Entonces, sé exactamente lo que está sintiendo y la entiendo al máximo. Creo que para eso están las parejas, para acompañarse en los caminos que cada uno quiera tomar. Y, en este caso, Tati está compitiendo. Yo he sido competidor toda mi vida; si ella está compitiendo, yo también estoy compitiendo a través de ella. Y me da mucho gusto.
Como le decía el otro día, tú puedes ser un buen deportista, pero si quieres sobresalir en esa serie, en ese momento del certamen, y ganar, tienes que hacer unas cosas extra que la gente normalmente no ve. Son los detalles más mínimos. Para mí, poder comentar y transmitir esos consejos a Tati, y verla con las ganas de escucharlos, es hermoso. No hay mejor feeling que ver a alguien que quieres escuchando tus consejos para poder alcanzar su sueño. Así que ahí estamos, en ese proceso. Me pone muy contento verla brillar y ayudarla en este momento de protagonismo.
Pareja real
¿Les fue fácil entender el mundo del que venía cada uno?
Cristóbal: No me costó. Más bien, fue gente nueva que tuve que conocer. Más que todo, fue eso. Hoy en día, me voy a las alfombras rojas y conozco a los actores. Ya me siento más familiarizado con ellos y con el mundo de las misses también. Me conozco el entorno. Creo que, siempre que uno sea uno mismo donde esté, se termina llevando bien con todos.
Tatiana: Yo he aprendido mucho de Cristóbal. Desde que lo conocí, me sorprendió mucho de vivir y respirar el surf, hasta incluso por su familia. Todo lo que lo que lo rodea está relacionado con el surf. De hecho, era un deporte que admiraba bastante, pero no tenía tanto conocimiento más allá de esa admiración. Con Cristóbal entendí que el surf es más una filosofía de vida que solamente un deporte. Cuando me cuenta sus historias de niño viajando por el mundo, veo que es el reflejo de sus padres. Es la misma pasión que tenía su papá con el surf, y su mamá, que es quien siempre lo impulsó a tener un camino competitivo
¿Cómo es la convivencia entre ambos?
Cristóbal: La convivencia vino como una ola, como un tren sin frenos. La vida nos juntó a Tati y a mí de una manera rápida y directa, al grano. No teníamos velos por cubrirnos, simplemente éramos quienes somos y nos mostramos así. Somos tan reales que en momentos de cambio –porque ya vivimos juntos de frente– nos hemos dicho: “Lo único que me provoca es estar contigo y tú conmigo”. Entonces, llegamos a ese acuerdo rápido, y hasta el día de hoy seguimos apoyándonos en el camino.
Tatiana: Ya tengo cuatro años de relación con Cristóbal. Nos mudamos superrápido. De hecho, decidimos convivir en pandemia. Nos va muy bien. Nos llevamos increíble. Él es muy sencillo en el día a día. No somos complicados ni siquiera con el orden. Bueno, hoy en día, por el reinado, mi cuarto parece que hubiese sufrido un huracán, pero igual intentamos mantener el orden cuando estamos en ajetreos. Tratamos de ser organizados. Por ejemplo, elegimos un día para cambiar las sábanas, o cosas por el estilo. Sentimos que ese tipo de cosas nos nutren para mantener una convivencia tranquila.
Créditos
Producción y dirección Creativa: Marte Díaz y Araceli Olaechea/ Video: José Segura / Styling: Fabrizio Riccardi / Makeup y Hair styling: Adrián Rey, Karina Sian Jiménez /Agency: TTAG
Agradecimientos:
Yahel Waisman, ANA G, Tous, Lacoste, Bimba y Lola, Yirko Sivirich.
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