Mónica Gallese y el equipo creativo de su marca Fortuna tuvieron a su cargo el diseño y producción de los uniformes olímpicos de nuestros representantes. La tradición y modernidad confluyen en todas las prendas. Estas hacen alusión a la chacana, cuyo origen data del incanato.

Por Ariana Cortez  Fotos Alexander Pérez-Flores

Los Juegos Olímpicos París 2024 se iniciaron el viernes 26 de este mes. Son cuarenta y una disciplinas, entre las que destaca el break dance, por ser la novedad de esta edición. Los cambios no solo se dieron en este aspecto. Los organizadores de Francia decidieron romper con la tradición y llevaron el desfile inaugural a la corriente del río Sena. Los atletas de todas las delegaciones desfilaron en barcos tematizados, haciendo un recorrido por los emblemas de la ciudad: la Catedral de Notre Dame y el Museo de Louvre, hasta que llegaron al Trocadero, frente a la Torre Eiffel.

Mónica Gallese

“Complementamos la elegancia de los sacos con iconografía peruana”.

Son veintiséis los deportistas peruanos que nos representan en este evento. Todos ellos hicieron el recorrido inaugural con trajes confeccionados en tela de algodón con estampado de tocapus. Mónica Gallese de Osma y el equipo creativo de su marca Fortuna fueron los encargados de diseñar la ropa que vistieron nuestros representantes durante el desfile.

Su trabajo, sin embargo, no se limitó al uniforme de la ceremonia de la inauguración. “Hemos diseñado el uniforme con el que la delegación desfiló en la ceremonia de inicio de las Olimpiadas, el buzo oficial y la ropa que usarán los deportistas durante su estadía en la villa olímpica. El kit preparado incluye el buzo, los polos, shorts, casacas, medias y las mochilas que las hicimos en colaboración con Crepier ”, nos cuenta.

Antecedentes

El recorrido de Mónica en el mundo de la moda es largo. Su conocida tienda multimarca Isidra, fundada hace diez años, tiene dos sucursales: una en Perú y otra en Miami. Sin embargo, el uniforme olímpico tiene la firma de su nuevo proyecto, Fortuna. Esta marca, fundada hace dos años, hizo su primera aparición el año pasado en una feria en París. No es coincidencia que sea este equipo creativo el encargado de vestir a la delegación peruana. Tanto en la ropa de Fortuna como en los uniformes, queda en evidencia un mismo concepto: fusionar modernidad y tradición.

“Hemos diseñado polos, shorts, gorras, medias, casaca corta viento y las maletas”.

El nombre Fortuna es un emblema del acervo cultural del Perú. Crear en un país con tanta historia implica la acumulación de una vasta cantidad de conocimiento en cuanto a textiles. “Fortuna habla de herencia cultural y suerte. Busca beber de nuestra historia, inspirándose en sus museos, obras de arte precolombinas y coloniales. Al mismo tiempo, queremos darle un giro moderno a toda esa inspiración”, comenta.

El equipo ha crecido con rapidez. Ahora son treinta y dos personas las que lo conforman. El compromiso de Fortuna con el rescate de la herencia cultural peruana no se limita a la visualidad de sus prendas. La marca aspira a incorporar cada vez más fibra peruana en su proceso de elaboración. Sin embargo, para el equipo creativo es importante el equilibrio con elementos contemporáneos: “No somos una marca artesanal”.

Indagar en nuestra historia

El tiempo de producción fue un reto para el equipo creativo de Fortuna. Contaron con un par de meses para sacar adelante una producción de mil quinientas prendas, y tuvieron que diseñar piezas que representaran a la cultura peruana que al mismo tiempo se ajustaran al gusto de los deportistas. “Queríamos inspirarnos claramente en la cultura peruana, pero que no fuera algo tan obvio como el mono de las líneas de Nasca , ni que tuviera muchos colores. Por eso escogimos como base de inspiración un telar Paracas. Además, queríamos que fuera elegante, y por eso nos inspiramos en la moda retro”.

Mónica Gallese

“Para nosotras, fue importante usar nuestro algodón peruano”.

La chacana o cruz andina es un símbolo religioso que data de hace casi cuatro mil años. Inicialmente fue utilizada por las culturas preíncas, y luego adoptada por el Imperio incaico. Esta busca representar la unión entre lo humano y lo divino. La chacana tiene cuatro puntas, que divididas se llaman tocapus. Este fue el símbolo que Gallese y su equipo decidieron usar como estampado y patrón principal en sus prendas. Por ejemplo, la casaca de la delegación llama la atención por el tocapu blanco en ambos lados que contrasta con la tela negra.

“Nosotros imprimimos un montón de tocapus y empezamos a ponerlos en una gasa encima de la tela para ver cómo podría quedar para la casaca y para el polo”. Otro elemento central de la colección es el blazer. El print rojo hace que resalten las letras negras que deletrean “Perú”. Aunque a simple vista el diseño es moderno, la tela deja testimonio de nuestra tradición ancestral. Ese ha sido el print que hemos impreso para el blazer de la ceremonia y los gorros”.

Una producción llena de retos

Mónica tuvo que producir todas estas piezas en el tiempo promedio en que, en circunstancias normales, una empresa demora en tener lista solo la tela. Tenía que ser lo más ágil posible y ser muy cuidadosa con su selección, especialmente porque la mayoría de diseños utilizan tela negra. “El negro es un color que acompaña bien a los colores de la bandera, pero también es un color un poco difícil, porque a la hora que tú produces ropa con color blanco, debes tener mucho cuidado con que el color no migre, es decir, que no se manche, por ejemplo”.

Mónica Gallese

“Nos inspiramos en la chacana y la moda retro”.

Todo el material de algodón o poliéster fue elaborado en fábricas peruanas. “Hablé con la fábrica San Ramón Atlas, que es del papá de una amiga mía. Ellos me dieron un apoyo increíble para poder hacer muchos de los diseños de los polos. También trabajé con otra fábrica que se especializa en hacer blazers y pantalones para los uniformes. Me ayudaron mucho agilizando sus procesos y bajando los precios”, nos cuenta. Toda una maratón olímpica.

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