La muerte de Nobel peruano el pasado 13 de abril no solo ha reavivado el interés por su vasta obra literaria, sino que también ha despertado una renovada curiosidad sobre su vida personal, marcada por relaciones sentimentales tan apasionadas y complejas como los personajes que creó.
Por Redacción COSAS
Desde sus primeras relaciones, hasta su último romance con la socialité Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa vivió el amor con la misma intensidad con la que abordaba la escritura.
Para el escritor, la vida siempre fue un “gran teatro de la existencia”, como él mismo afirmaba, y de allí surgía la materia prima para sus novelas, ensayos y crónicas. Esa forma de mirar el mundo le permitió transformar experiencias personales en literatura universal, entregando al lector lo más inmediato y visceral de su ser. Y su historia de amores —plagada de escándalos, separaciones y reconciliaciones— fue también un testimonio de esa pulsión vital.

El Nobel de Literatura volvió a reafirmar su apoyo a la candidatura de Keiko Fujimori, y enfiló sus críticas hacia la propuesta de Perú Libre.