La princesa de Asturias, que no se dejó ver por la prensa desde que llegó al Callao el 18 de abril, almorzó en el restaurante de comida criolla de Barranco el sábado y el viernes junto a ocho compañeros y el «amigo cariñoso».
Por: Redacción COSAS
Mucha expectativa se tenía por la llegada de la princesa Leonor a nuestro país, y mucha pena también porque no se le haya podido ver, sin duda por el estado de emergencia. En los cuatro puertos en donde atracó el buque escuela Elcano desde que partió de Cadiz, Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Valparaíso y Punta Arenas (Chile), el grupo de jóvenes marinos, incluyendo a Leonor, desembarcaron para pasear por la ciudad, probar la gastronomía local y otras actividades propias de este viaje de formación.

Leonor disfruta de un paseo por el malecón de Salvador de Bahía, en Brasil.
Sin embargo, en el caso de Perú, la situación fue muy distinta.
La embarcación atracó alrededor de las 8:40 a. m. el viernes 18 de abril y fue recibida en el muelle con un acto protocolar al que asistieron representantes de la Embajada de España, el Embajador Alejandro Abellán García y su pareja Paula López, medios de comunicación locales y varios ciudadanos que esperaban con interés ver a la princesa. En cubierta, solo se pudo observar al resto de los guardiamarinas saludando mientras danzantes bailaba marinera como gesto de bienvenida. Solo los embajadores y la agencia EFE tuvieron acceso al interior del buque.
En los siguientes días no se tuvo noticia de la princesa. Muchos asumieron que por el estado de emergencia y la situación de alta violencia en Lima, se le había restringido a los alumnas desembarcar. Sin embargo, una fuente cercana a COSAS captó a Leonor almorzando en el restaurante criollo Isolina el sábado. No estaban en el local principal, si no uno nuevo, a pocos metros, que queda también en una casona antigua de barranco. Leonor estaba en una mesa «con ocho amigos, y el joven con quien se le ha vinculado sentimentalmente, cuenta la fuente. «Se les veía discretamente cariñosos», agrega. Según la fuente, la camarera contó que el día anterior también habían ido al mismo lugar. Pidieron lomo saltado, tiradito de ají, arroz tapado con huevo y plátano y demás platos clásicos de la carta.

El restaurante Isolina de Barranco eso uno de los mejores para comer platos criollos. Sin duda una buena elección por parte de la futura reina de España.
Según la fuente, la camarera no la había reconocido. En una mesa al costado habían cuatro personas que parecían conformar el grupo de su seguridad, aunque estaban vestidos de civil. Todos partieron juntos. Al irse, la fuente la saludo y le dio la bienvenida a Lima, a lo cual la princesa amablemente agradeció, educadamente pero sin detenerse. «Es muy sencilla y simpática», concluye el informante.
Esperemos que la recepción que mañana organizan los embajadores de España en Perú sea motivo para poder nuevamente saber de la Princesa Leonor.
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