Llega a la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia, en la isla de Lido, vestido con un elegante tuxedo, junto al elenco de Nocturnal Animals, su segunda película como director y guionista. Detrás caminan Amy Adams, Jack Gyllenhaal, Aaron Taylor-Johnson y Michael Shannon, quienes saludan a los cientos de fans que se agolpan a un lado, mientras al otro los paparazzi no dejan de fotografiar al grupo. Finalmente, todos logran entrar a la sala grande, ya repleta de público, donde se exhibirá el filme. Después de las presentaciones, se apagan las luces y aparece la primera escena de la película, que dejará sin aliento a todos los asistentes. Nadie queda indiferente. La pantalla muestra a un grupo de mujeres muy obesas desnudas, posando y bailando a go-go. La escena dura más de diez minutos. Más tarde, Tom Ford nos comentaría: “Quise ambientar la historia en el mundo contemporáneo y enfatizar lo absurdo que es. Todo el arte en la película es real, y la primera escena es arte que yo creé, representando un Estados Unidos sobrealimentado, exagerado y envejeciendo. Cuando filmé esta escena, me enamoré de esas mujeres tan bellas y libres, porque se liberaron de las convenciones que impone nuestra cultura, que dicta a las personas cómo se deben ver”.
Tom, de 55 años, creció en Austin, Texas, pero a los 17 partió a estudiar Historia del Arte en Nueva York. Al poco tiempo abandonó sus estudios, comenzó una carrera ocasional como modelo para spots de televisión, y luego se matriculó en la Escuela de Arquitectura, de donde se graduó en 1986.
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Su amor por la moda nació en París, cuando hizo una práctica en la oficina de prensa de Chloé. Luego de trabajar para un par de firmas estadounidenses, fue contratado como director creativo de Gucci a comienzos de los noventa. El diseñador y su pareja, el periodista de modas Richard Buckley, se instalaron en Milán y allí, realmente, Ford creó una revolución en la moda y llevó Gucci a una nueva generación. Luego hizo lo mismo en Saint Laurent, hasta que en 2004 estableció su propia marca: Tom Ford. Su carrera tomó un nuevo rumbo en 2009, cuando escribió y dirigió A Single Man. La película le valió sendas nominaciones al Oscar y al Golden Globe a su protagonista, Colin Firth.
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El día después del estreno de Nocturnal Animals, Ford, luciendo impecable como de costumbre, llega puntualmente al Hotel Excelsior de Venecia para conversar con nosotros. Nos pide que no lo fotografiemos mientras lo entrevistamos, ya que sufre de síndrome de déficit atencional y se distrae muy fácilmente. “Los flashes no me dejan enfocarme”, explica, sonriente. Comenzamos preguntándole cuándo viró del diseño a la pantalla.
“No es que ocurriera de un día para otro. Deseaba hacerlo desde hace mucho tiempo. De adolescente fui actor en Nueva York, pero no era uno bueno, aunque tuve una carrera muy exitosa haciendo spots publicitarios para la televisión. Odiaba la actuación porque era muy tímido.
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Pero llegué a comprender a los actores, lo que me ayudó mucho posteriormente como director. Los buenos actores desean brindar una gran interpretación, y mi trabajo es inspirarlos y crear un ambiente donde se sientan cómodos para hacerlo”.
¿Y en qué momento te decidiste a dirigir?
Hace unos veinte años, cuando sentí que la moda no me estaba llenando ni me daba la libertad para decir todo lo que quería. La moda es fabulosa, pero las creaciones son pasajeras, efímeras, no perduran en el tiempo. En cambio, el cine es para siempre, por lo que ambas satisfacen diferentes formas de expresión. Decidí involucrarme seriamente en el cine, y, una vez que lo hice, comencé a ver las películas con otra visión. Desde niño me fascinó el cine, las cintas de Fritz Lang, Wong Kar-wai… Mi vida está marcada por una serie de películas que a veces olvido que no son reales. Es un universo alternativo que siempre amé. Cuando el reloj comenzó a hacer tictac y sentí que ya no podía esperar, adapté y dirigí “A Single Man”.
¿Por qué, después del gran éxito que tuvo esa película, esperaste siete años para dirigir otra?
La verdad es que no sé cómo pasó el tiempo. Tuve un hijo y soy un padre muy concentrado, así que durante los primeros tres años no hice nada más que concentrarme en él. Mi negocio de moda creció, y no encontré nada que me interesara hasta hace cuatro años, cuando compré los derechos de “Nocturnal Animals”.
¿Te consideras un animal nocturno?
Lo he sido toda mi vida. Tengo que tomar pastillas para dormir.
¿Qué te atrajo de esta historia tan oscura?
Cuando encuentras personas a las que amas, que te importan, generalmente te quedas junto a ellas, pero esta historia habla de lo que ocurre si no lo haces.
Por Yenny Nun
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