«Magallanes” tiene una deuda simbólica con el Festival de Cine de Lima. Allí, hace cuatro años, Salvador del Solar (Lima, 1970) conoció al galardonado actor mexicano Damián Alcázar. “Aunque él no me conoció a mí”, aclara Salvador. Recuerda que se abrió paso entre el público que rodeaba a Alcázar para saludarlo “como un fan más, porque soy un gran admirador de su trabajo”.

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Foto de Maricé Castañeda

El año pasado, en Bogotá, Salvador se despertó muy temprano para dejar en el hotel de Alcázar el guion de “Magallanes”, el cual había escrito durante los últimos ocho años. “Yo calculé que se demoraría cuatro meses en responder, pero esa misma mañana, al mediodía, recibí un mensaje suyo: ‘Cuenta conmigo. Yo voy a hacer esa película’”, narra Salvador.

Para él, lo más difícil de su primera experiencia como director y productor fue convencer a tanta gente. Pero el primero que debía convencerse era él mismo.

Salvador, guionista
El génesis de “Magallanes” podría rastrearse hasta 2006, cuando Salvador asistió al Taller de Narrativa que dictaba el escritor Alonso Cueto. “Surgió en mí la inquietud de escribir para la pantalla. Por ese entonces, Aldo Salvini quería llevar al cine ‘La hora azul’, del propio Alonso Cueto, y yo lo convencí de que me dejara escribir el guion”, recuerda.

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Foto de Maricé Castañeda

Cuando comenzó a escribir la historia, se sintió más atraído por un personaje secundario: el taxista que, con su chantaje, desencadena el drama en “La hora azul”. Cueto le confesó que tenía una nouvelle donde ese personaje es el protagonista: “La pasajera”, que se acaba de publicar este año bajo el sello de Seix Barral. Esa historia es el punto de partida para lo que, luego de varios años de escritura, reescritura y corrección (incluida una beca de la Fundacion Carolina de Madrid), se convertiría en el guion de “Magallanes”.

Entre tanto, Salvador protagonizó varias telenovelas y series (“Tiempo final”, “El capo” y “Comando élite”, entre las más recordadas), y apareció en las películas “El acuarelista” (Daniel Rodríguez, 2008) y “El elefante desaparecido” (Javier Fuentes-León, 2014). De hecho, es uno de los actores más demandados en Colombia, donde vive con su esposa y sus dos hijas desde 2006. En las próximas semanas, comenzará a grabar una telenovela (de la que no puede dar detalles por un acuerdo de confidencialidad) y, en octubre, la cadena FOX estrenará una serie donde Salvador es uno de los protagonistas.

Historia del Perú
Magallanes es un excombatiente del Ejército durante la guerra interna devenido en taxista, quien encuentra una oportunidad para ganar dinero extorsionando a un abogado rico: su padre fue su jefe en la base militar de Ayacucho, donde cometió una atrocidad de la que queda alguna prueba. Sin embargo, en el camino, los fantasmas del pasado volverán para saldar cuentas pendientes con Magallanes. Ecos del terrorismo, desmemoria, alienación… un panorama del Perú más allá del boom económico enceguecedor.
“La gran diferencia entre ver una película estadounidense y una peruana es que, en la primera, somos espectadores mientras que, en la segunda, somos protagonistas. Además, yo no hablo de un pasado diluido, de la colonia o de la guerra con Chile, sino de algo que todavía forma parte de nuestro presente”, comenta Salvador.

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Foto de Maricé Castañeda

Salvador, director y productor
El gran Laurence Olivier confesaba: “De todas las cosas que he hecho en mi vida, dirigir una película es la más hermosa. Es más emocionante y más cercana que una interpretación artesanal, como un actor… Posiblemente pueda llegar a convertirse en creador”.

A Salvador del Solar, su amigo Aldo Salvini ya se lo había advertido tiempo atrás: “Tú eres el típico actor que va a terminar dirigiendo”. Así que, cuando le pidió que lo dejase dirigir la historia que estaba escribiendo, Aldo le dio toda la razón y se ofreció a ayudarlo. Pero, antes de dirigir, había que producir, y el propio Salvador se encontró a sí mismo haciendo un trabajo que hasta entonces le era desconocido: conseguir financiamiento, organizar equipos, fichar talento.

“En 2012, fuimos uno de los proyectos ganadores del concurso del Ministerio de Cultura del Perú. Luego se sumaron la productora argentina de un amigo, Andrés Longar, las colombianas Proyectil, de Felipe Martínez, y Cinerama. Firmamos un acuerdo con Tondero y logramos ganar la sección Cine en Construcción del Festival de San Sebastian. Con todo eso, y el apoyo de Ibermedia, filmamos entre enero y marzo de 2014”, explica Salvador.

Además, convocó a un gran elenco de actores latinoamericanos: Federico Luppi, Jairo Camargo, Magaly Solier, Bruno Odar, Tatiana Astengo y Christian Meier, entre los nombres mas destacados. La fotografía estuvo a cargo del ganador de Sundance, Diego Jiménez, y la música fue compuesta por Federico Jusid, quien trabajó en “El secreto de sus ojos”.

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Fotos de Maricé Castañeda

Después de un largo recorrido, “Magallanes” se estrenará a nivel nacional el 20 de agosto. Antes, competirá en el Festival de Cine de Lima y, a fines de setiembre, en la sección Horizontes Latinos, de San Sebastián. Después vendrán Biarritz, Toronto, y varios festivales aún por confirmar.

Sobre escritura, dirección y piratería

Un guionista es un escritor. ¿Siempre tuviste inquietudes literarias?

Siempre me ha gustado escribir. En algún momento, mientras estudiaba Letras en la PUCP, me pregunté si acaso no quería ir a Literatura. Pero esa ilusión se fue diluyendo y, cuando terminé mi carrera de Derecho, empecé a estudiar y luego a trabajar como actor. Pero la inquietud resurgió en algunos proyectos de la productora colombiana Proyectil, con la que hicimos una serie de trece capítulos, cada uno de tres minutos, creada especialmente para teléfonos móviles.

¡Qué innovadores!
Sí, hasta ese momento, eso no se había hecho en América Latina. Ahora tenemos cinco proyectos de largometrajes, en tres de los cuales estoy involucrado como escritor.

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Fotos de Maricé Castañeda

¿Por qué escribes, Salvador?
Yo creo que la narración de historias es esencial para encontrarle un sentido a nuestra existencia. Tiene que ver con la necesidad de entendernos
y cuestionarnos.

¿Quiénes son tus escritores favoritos?
No tengo autores de cabecera, pero hay varios escritores que me gustan mucho: el Nobel sudafricano Coetzee, Richard Ford, Emmanuel Carrère… y mantengo siempre curiosidad sobre publicaciones más recientes de nuestros escritores Alonso Cueto, Fernando Ampuero, Alfredo Bryce, Vargas Llosa, por mencionar a algunos consagrados. Sin embargo, también leo a las nuevas generaciones, como Gustavo Faverón, y tengo en la cabecera, lista para leer, “Nuevos juguetes de la Guerra Fría” de Juan Manuel Robles.

Y, entre los cineastas, ¿quiénes son tus referentes?
Me gustan directores de estilos distintos. Me impacta el trabajo de Michael Haneke; me gusta mucho Sofia Coppola. En el lado comercial, cineastas como Robert Zemeckis o Ron Howard. En América Latina, Javier Fuentes-León y Ciro Guerra son algunos de los que mas admiro.

Ahora que ya probaste estar tras la cámara, ¿te gusta más dirigir que actuar?
No creo que tenga que elegir entre una cosa u otra. Seguro tendré que esperar algún tiempo para volver a dirigir, y sigo recibiendo ofertas para actuar. Y las acojo con entusiasmo e ilusión. Tengo más de veinte años actuando, y me ilusiona que a alguien se le ocurra que yo puedo hacer un personaje, que alguien se ha tomado el tiempo de crear y escribir. Extraño mucho hacer teatro. En los nueve años que llevo acá, no lo he podido hacer.

¿Qué opinas de las descargas ilegales por internet?
Todo creador merece que sus derechos sean reconocidos y protegidos. Sin embargo, es evidente que el acceso a los bienes culturales de este tipo puede ser complicado. Debería hacerse un esfuerzo combinado para que los autores reciban reconocimiento intelectual y económico por sus obras, y también para que el acceso a la cultura y el entretenimiento sea lo más grande posible, para que no haya excusas para la piratería. Pero, mientras eso no ocurra, entiendo que personas que buscan nutrir su dimensión personal busquen otras opciones para acceder a las obras.

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Fotos de Maricé Castañeda

Por Renato Velásquez (@velasquezrenato)