Nadie nos prepara para ser padres. Muchas veces, la lógica inexperiencia, el miedo a perpetrar errores imposibles de remediar o las ganas de proteger a nuestros hijos de los azares del mundo exterior pueden llevarnos a perder el rumbo. Y cometer equivocaciones aún peores. Algo así ocurre con Ben Cash, el personaje principal de la entrañable Captain Fantastic, ópera prima del director Matt Ross que días atrás llegó de manera sorpresiva y casi clandestina a nuestra cartelera comercial. Interpretado con gran solvencia y sensibilidad por Viggo Mortensen, este hippie recalcitrante ha preferido mantener a su familia alejada del resto de la sociedad, en un refugio escondido en las profundidades del bosque, donde entrena a sus seis hijos en técnicas de supervivencia y los educa de manera intensiva con lecturas e ideas con las que jamás se toparían en una escuela regular. Para esta familia, por ejemplo, la Navidad no llega el 25 de diciembre, sino 18 días antes, fecha del nacimiento del filósofo y lingüista Noam Chomsky. Pero la utopía familiar de Cash tiene un final abrupto, que lo lleva a enfrentarse nuevamente con una realidad que había tratado de esquivar a toda costa durante buena parte de su vida y que, en último término, lo fuerza a replantear todas sus convicciones.
En “Captain Fantastic”, Mortensen interpreta a un padre de familia que trata de criar a sus hijos lejos del influjo de la sociedad occidental.
Semanas atrás, en el Napa Valley Film Festival, donde Captain Fantastic tuvo una presentación especial y su protagonista recibió un homenaje por su trayectoria, pudimos conversar durante algunos minutos con Viggo Mortensen, quien nos causó una impresión gratísima no solo por su amabilidad y la solidez de sus ideas y puntos de vista, sino por su dominio absoluto del español: el protagonista de la memorable saga de El Señor de los Anillos, nacido hace 58 años en Nueva York pero que pasó gran parte de su adolescencia en Argentina, habla como si acabara de salir del porteñísimo barrio de Boedo. De hecho, es hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, el club de fútbol icónico de esa zona de Buenos Aires…
Viggo Mortensen se volvió una estrella cinematográfica global gracias a su rol protagónico en la saga de “El Señor de los Anillos”.
La historia de “Captain Fantastic” está inspirada en hechos vividos por el director Matt Ross durante su infancia. ¿Cuánto te sirvió tu experiencia como padre para construir el personaje de Ben Cash?
No lo sé, realmente, pero es inevitable que una película como esta te obligue a responderte ciertas preguntas. ¿Qué tipo de padre habré sido para mi hijo? El padre de “Captain Fantastic” es muy singular, una persona que da el cien por ciento de su tiempo y su energía a la crianza y la educación de sus hijos, pero la experiencia de la paternidad siempre será trepidante. Como mi personaje en la película, yo siempre he tratado de ser honesto con mi hijo, lo he amado siempre y he querido ser el mejor padre posible, pero lo cierto es que no he estado con él todo el tiempo que hubiera deseado.
Es un personaje muy contradictorio, más allá de tener las mejores intenciones con sus hijos…
Mucha gente que ve la película, en una primera impresión, puede pensar que Ben Cash es un gran padre, pero el guion está tan bien escrito que al final no necesariamente es así. De hecho, hasta podría pensarse que es un pésimo padre, un loco… Creo que esta película va a marcar un hito cultural y es muy apropiada para el momento que está viviendo hoy Estados Unidos. No es una película “con mensaje”, pero te hace pensar en la necesidad y la importancia de comunicarse y tratar de entenderse con todos, especialmente con la gente con la que no estás de acuerdo. Eso es precisamente lo que está haciendo falta en mi país.
Mortensen sostiene una relación sentimental con la actriz española Ariadna Gil desde 2009. Viven juntos en Madrid.
¿Ya terminaste de asimilar lo que ocurrió en las últimas elecciones? (Nota: esta conversación se produjo apenas tres días después del inesperado triunfo de Donald Trump en la carrera por la presidencia de Estados Unidos).
Hay que levantarse. Ya basta de llorar y patalear. Si la gente quiere salir a protestar me parece muy bien, pero también hay que ponerse las pilas. El Partido Demócrata debe escuchar, tomar en cuenta e incorporar ideas nuevas, como las que en su momento propuso Bernie Sanders o las que planteó en su campaña la propia Jill Stein, la candidata del Partido Verde. Se debe construir una nueva coalición, para contrarrestar lo que acaba de ocurrir con Trump y su particular forma de ser “antisistema”.
Encuentra la entrevista completa en COSAS 608.
