A los 16 años, Dev Patel, hoy un nominado al Oscar por su trabajo en Lion, había tenido una sola experiencia como actor. En una obra escolar obtuvo un papel secundario y su profesora lo calificó con un Sobresaliente. Pero sus intereses eran otros. El tae kwon do, por ejemplo. Esta no solo fue una disciplina que le gustaba, sino una en la que puso mucho empeño: llegó a ser cinturón negro y en 2004 se llevó una medalla de bronce en un campeonato mundial. Por eso, cuando muchos jóvenes actores buscaban presentarse al casting del proyecto televisivo que terminaría convirtiéndose en la célebre Skins, él solo tenía en su mente los exámenes que tenía que rendir. Y fue su mamá quien tuvo que convencerlo.
La piel de un perro callejero
Él no lo sabía, pero convertirse en Anwar, un miembro de la pandilla que protagonizó las primeras temporadas de la serie, iba a cambiar su vida para siempre. Porque el reconocimiento que le dio ser parte de este show de culto traería consigo la chance de participar en su primer proyecto hollywoodense.
Danny Boyle, responsable de la icónica Trainspotting, buscaba al protagonista de su nueva película. El guion, inspirado en un libro, contaba la historia de un joven de los suburbios indios que ganaba el millonario premio de un concurso de conocimientos. La producción, antes de saber de Dev (nacido en Londres, pero de ascendencia india), buscaba al que sería su actor principal en ese mismo país, pero todos resultaban ser «demasiado guapos». Para llegar a él, que en ese entonces no parecía un candidato a la lista de «sexiest», tuvieron que mirar hacia el otro lado. Y para que eso ocurriera, tuvo que intervenir la hija del director. Ella, una fan empedernida de Skins, le comentó a su padre sobre la existencia de Dev y poco más tuvo que pasar para que se cierre el contrato. ¿El resultado? Slumdog Millionaire, una película con diez nominaciones a los premios Oscar, gala a la que fue acompañado de su madre, como era de esperarse.
Convertirse en león
Tras aparecer en este éxito de taquilla y crítica, las oportunidades aparecieron con mayor frecuencia. Dev Patel ya era un nombre conocido. Y su carisma, además, lo convertía en un invitado perfecto para los programas de entrevistas. Por eso, en los años siguientes no le faltaron ofertas de trabajo. Estuvo en películas hechas para e gran público como The Last Airbender y The Best Exotic Marigold Hotel (y en su secuela), y en otras que no tuvieron tanto éxito en taquilla pero que corroboraron su talento, como Chappie y The Man Who Knew Infinity. También participó en The Newsroom, la aplaudida serie creada por Aaron Sorkin.
Para su siguiente trabajo, el que lo ha puesto en un grupo selecto de actores, tuvo que someterse a un pequeño cambio físico. Como Saroo Brierly, Dev debía usar barba y el cabello largo. Esto no solo lo convirtió en el personaje, sino que además propició que ocurriera algo que aún tiene a todos sorprendidos: que le dedicaran notas y artículos por su buena apariencia.
Pero el cambio de look no fue lo único llamativo. Con 26 años y un talento cada vez más consolidado, ha sido capaz de brindar una actuación que no hace otra cosa que conmover a todos los que ven el filme. Por eso está entre los nominados al Oscar a Mejor Actor de Reparto, sino que además logró llevarse el premio en la misma categoría en los BAFTA.
¿Y a quién llevará a la gala de este 26 de febrero? A la mujer que, cuando él quería seguir estudiando para sus exámenes, le dijo «no te preocupes, hijo, hazme caso y no te arrepentirás nunca en tu vida«.
Por Omar Mejía Yóplac