No hay duda que todo lo que haga la familia Trump es motivo de controversia. La última polémica ha surgido en torno a Melania Trump. La Primera Dama de Estados Unidos posó para el retrato oficial de la Casa Blanca y la imagen final ha dividido a la opinión pública.
La fotografía, en la que Melania aparece con un traje negro, destaca por su aparente sobriedad. Sin embargo, la razón de la crítica son los diamantes que la esposa del presidente Trump luce en sus manos. En tiempos donde el mandatario estadounidense tiene una obsesión con hacer recortes sociales, los lujos que ostenta Melania no han caído bien.
Y es que las joyas que aparecen en la imagen valen millones. Una de ellas es el anillo de compromiso que Donald Trump le regaló. Se trata de una piedra de 15 quilates valorizada en US$ 3 millones. Fue esculpida de manera exclusiva por la casa de joyeros Graff, una de las más conocidas entre los millonarios de ese país.
El gusto por las alhajas de Melania no es reciente. En el 2010, lanzó su propia marca de diamantes, a la que llamó Melania Timepieces & Jewelry. Relojes, collares, brazaletes y demás accesorios a precios económicos. “Me preguntaba cómo lograr que fueran asequibles a otras mujeres que no pueden gastarse miles y miles de dólares”, indicó Trump.
Sin embargo, desde que se convirtió en Primera Dama, su labor de empresaria de joyas ha quedado en stand by. Los asesores de la Casa Blanca no ven con buenos ojos llevar ambas actividades de forma paralela.