La princesa japonesa de 25 años, hija del príncipe Akishino, ha tomado la decisión que le costará su estatus imperial. Mako eligió contraer matrimonio con Kei Kamuro, un empleado de un estudio jurídico, al cual conoció en la International Christian University de Tokio.
Según las reglas imperiales japonesas, está prohibido que las damas reales contraigan matrimonio con plebeyos. Este acto le hará perder los privilegios de la vida imperial y títulos nobiliarios, pasando de ser conocida como su alteza la princesa Mako, a simplemente Mako Komuro.
La apodada ‘Kate Middleton japonesa’ por su manera de vestir, será indemnizada por la pérdida de sus derechos por parte del gobierno. Esto ha pasado anteriormente, cuando la única hija de su abuelo, el emperador Akihito, Sayako Kuroda, recibió 150 millones de yenes (equivalentes a poco más de un millón de dólares) al casarse con un urbanista de la municipalidad de Tokio en 2005.
Los otros plebeyos que entraron a la realeza
Mako no es la única. Si bien no todas las monarquías obligan a renunciar a la corona al unirse con alguien fuera del linaje real, desde hace muchos años ha sucedido que algún miembro de la realeza se ha casado con un ciudadano común.
Un caso que dejó a todos boquiabiertos es el de la periodista española, Letizia Ortiz, quien comenzó su relación con el Príncipe Felipe de Borbón en el 2002, pero no salió a la luz pública hasta el 2003. En el 2004, luego de realizarse la boda de Estado, Letizia se convirtió en la Princesa de Asturias de acuerdo al Real Decreto.
Kate Middleton, conoció al príncipe William de Cambridge cuando estudiaba Historia del Arte en la Universidad de Saint Andrews. Contrajeron nupcias en 2011 y ahora podría convertirse en la reina consorte del Reino Unido una vez que su esposo, segundo en la línea de sucesión, ascienda al trono.