Una de las primeras cosas que hizo Obama al dejar la Casa Blanca fue, lógicamente, irse de viaje. “Durante su mandato, Obama no pudo surfear, ni disfrutar de otros deportes acuáticos, ni hacer muchas de las cosas que le gustan”, relató en su blog Richard Branson, magnate británico, dueño de Virgin, y amigo del exmandatario. Debido a esto, cuando finalizó su gobierno, el ex presidente de Estados Unidos decidió tomarse unas merecidas vacaciones familiares, en las que visitó Palm Springs y las Islas Vírgenes Británicas, donde pudo reconectarse con los deportes acuáticos.
Pero, más allá de dedicar su tiempo libre a aquellos hobbies que había dejado en el olvido, la labor política de Obama y su calendario filantrópico no se han detenido. Al regresar de esas vacaciones, en febrero, el expresidente y su esposa, Michelle Obama, pusieron en marcha su fundación, cuya creación ya habían anunciado a través de la cuenta oficial de Twitter de la presidencia, horas antes de que Donald Trump, su sucesor, asumiera el cargo.
Tal como se lee en la web del proyecto, Barackobama.com, la fundación se crea debido a que “el cambio que buscamos va a tomar mucho más que un mandato o una presidencia”. Ahí, el exfuncionario manifiesta que “la verdadera democracia es un proyecto mucho más grande que cualquiera de nosotros. Es más grande que cualquier persona, que cualquier presidente y que cualquier gobierno. Es un trabajo para todos nosotros”.
Agenda copada
Tras haber sido captado por los paparazzi viajando por la Polinesia Francesa en abril, a bordo de un impresionante yate y en compañía de Oprah Winfrey, Bruce Springsteen y Tom Hanks; en mayo, el exmandatario se reunió con la canciller alemana Angela Merkel, en un encuentro en el que reivindicaron el activismo como defensa de los valores democráticos.
Ese mismo mes, Obama visitó Milán, donde mantuvo un encuentro privado con el ex primer ministro italiano Matteo Renzi. “Ambos dirigentes fueron cercanos y se convirtieron en buenos amigos cuando estaban en el poder”, explicó el equipo de Obama.
También en mayo presentó el diseño de su futura biblioteca y museo presidencial en Chicago. “Cuando Michelle y yo comenzamos a hablar sobre el centro presidencial, teníamos claro que queríamos crear algo para el futuro”, dijo durante el acto de presentación en Chicago, y añadió que lo que más les ilusionaba era “crear una institución que pueda formar a la próxima generación de líderes”.
Por esas fechas, el demócrata fue también galardonado con el Premio Perfiles del Coraje otorgado por la Biblioteca Presidencial John F. Kennedy, cuyo nieto, Jack Schlossberg, al comunicar la decisión explicó que “Obama representó a todos los estadounidenses con decencia, integridad y un compromiso inquebrantable con el bien mayor”.
Luego, a finales de mayo, Obama viajó a Escocia, para asistir a una cena benéfica organizada por Tom Hunter, quien se mostró muy emocionado por la visita del expresidente. “Desde el sur de Chicago hasta la Casa Blanca se ha realizado un viaje épico e histórico, y será un verdadero honor escuchar esa historia del hombre que realizó ese viaje”, expresó el empresario y filántropo escocés.
El más reciente viaje del ex mandatario estadounidense fue a Indonesia, país al que se mudó cuando tenía solo seis años, luego de que su madre se casara con un indonesio. Después de disfrutar de Bali y sus playas durante cinco días, los Obama se dirigieron a la isla de Java para visitar el templo de Borobudur y la ciudad histórica de Yogyakarta. El viaje que la familia Obama emprendió en respuesta a la amable invitación del presidente Joko Widodo dejó a toda una nación feliz y entusiasmada –el político es muy querido en Indonesia; tanto así que la escuela en la que estudió ostenta una estatua de bronce que lo representa de niño– y varias postales para el recuerdo.