Después de una larga seguidilla de escándalos y controversias, vive un nuevo romance con Lindsay Shookus, un atractiva productora de “Saturday Night Live”. Las dos últimas décadas han sido complicadas para el actor: en ellas se han mezclado grandes éxitos y envidiable fama con adicciones, infidelidades y momentos oscuros. Cada una de sus etapas ha estado marcada por una mujer.

Por Manuel Santelices

Ben Affleck

Se ha confirmado que Affleck encarnará a Batman hasta en tres cintas más.

 

Todo hombre tiene derecho a rehacer su vida, una y otra vez, y Ben Affleck ha aprovechado esa posibilidad tantas veces como ha podido, usando su atractivo físico, su indiscutible carisma y todo el peso de su fama y fortuna para atraer a algunas de las mujeres más célebres y hermosas de Hollywood. La suya debería ser una historia feliz –al menos desde el punto de vista de las fantasías masculinas–, y sin embargo es cada vez más evidente que la existencia del actor está lejos de ser ideal.

Affleck, que saltó al estrellato de la mano de su buen amigo Matt Damon, ganando un Oscar a Mejor Guión en 1997 por “Good Will Hunting”, la película de Gus Van Sant que ambos protagonizaron junto a Robin Williams, pareció durante un tiempo destinado a ser el actor más admirado y apetecido de su generación.

En la década que siguió hubo numerosos premios, exitosas megaproducciones, aplaudidos filmes independientes, infinitas alfombras rojas, portadas, entrevistas, suculentos contratos comerciales y esa aura dorada que acompaña a los elegidos de Hollywood. También hubo, según su propia confesión, alcohol y drogas.

El Ben Affleck de 2017 tiene poco que ver con el de hace veinte años. Y no, no estamos hablando solo del paso del tiempo. Aparte de algunos kilos de más y la melena y la barba ahora grises, el actor se ve frecuentemente cansado, agitado, hinchado y sudoroso. Hay algo en él que sugiere cierta urgencia, y a pesar de todos sus triunfos y éxitos, su expresión a menudo revela una derrota. Es algo difícil de definir, pero está ahí, evidente y doloroso.

En cierto modo, su historia está definida por las películas que ha hecho como actor, productor o director –ganó otro Oscar como director en 2013 por “Argo”–, pero también por las mujeres que lo han acompañado en el camino. De Gwyneth Paltrow, a la que conoció en 1998 en una comida en la casa del megamagnate hollywoodense Harvey Weinstein, hasta su actual novia, Lindsay Shookus, productora de “Saturday Night Live”, sus romances sirven como una bitácora de una vida glamorosa y excitante, pero también muy complicada.

Gwyneth Paltrow

Ben conoció a Gwyneth en 1998 y durante su noviazgo protagonizaron dos películas: “Shakesperare in Love”,ese mismo año, y “Bounce”, en 2000. Jóvenes, famosos y devastadoramente atractivos, ambos disfrutaron de un romance que, según ha dicho la actriz después, nunca tuvo realmente posibilidades de llegar mucho más allá. “Ben no estaba listo para tener una novia en serio”, explicó en una entrevista,“es muy, muy inteligente y divertido, pero para él la mujer ideal es cualquiera que le sirva cerveza fría luciendo un bikini”.

Paltrow explicó que Affleck no estaba listo para una relación seria con ella.

Jennifer López

En un principio, para muchos fue difícil creer que Affleck hubiera pasado de los brazos de Gwyneth a los de Jennifer López. Los comentarios –con un marcado tinte clasista y racista– apuntaban a que Gwyneth era una princesa de Hollywood, educada en los mejores colegios privados de Manhattan, hija de una distinguida actriz y un importante productor. Además, como si todo eso fuera poco, era la ahijada de Steven Spielberg.

J.Lo, en cambio, era una chica del Bronx, tan conocida por su talento para la música y la actuación como por sus marcadas curvas y ligero guardarropa. Como sea, Ben cayó irremediablemente enamorado de ella cuando la conoció en el set de “Gigli”, la peor película que ambos hayan filmado en sus respectivas carreras. Mientras los críticos destrozaban el filme, ellos iniciaban el que sería uno de los romances más comentados de la década del 2000. Muchos quedaron horrorizados cuando, contra los consejos de managers y agentes, Ben decidió aparecer en el video de la canción “Jenny From the Block” posando junto a su espectacular novia, acariciando y besando su famoso “derrière” en la cubierta de un yate, en lo que trató de ser una crítica al asedio periodístico que sufría la pareja.

Según la prensa rosa, J.Lo hizo firmar a Ben un contrato en el que se comprometía a tener sexo con ella todos los días.

Los tabloides no bajaron la guardia, y en 2003 los siguieron hasta Boston, donde Ben le presentó su familia a J.Lo. Por esos días, además, le entregó un anillo de compromiso de 2,5 millones de dólares y uno parecido, de un precio menor, a su futura suegra, Guadalupe Rodríguez. La fecha de la boda fue fijada para el 14 de setiembre de ese año, y J.Lo, ilusionada –y recientemente divorciada de su segundo marido, el bailarín Chris Judd– comenzó a hacer todos los preparativos para la boda de la década en Hollywood. A último minuto, de la más humillante manera para Jennifer, Ben canceló no solo el matrimonio, sino el noviazgo y la relación. Todo terminó en una nube de brillo de estrellas que desapareció en cuestión de días. Ben, aseguró la prensa poco después, no fue capaz de soportar la atención periodística y la curiosidad pública que despertaba Jennifer.

Jennifer Garner

Unos meses después de su ruptura con J.Lo, Ben conoció a Jennifer Garner en el set de “Daredevil” a fines de 2003. Ella estaba todavía casada con Scott Foley, pero, fascinada con su coprotagonista, se divorció poco después. Ben y ella se casaron en junio de 2005 y en los años que siguieron tuvieron tres hijos: Violet, Seraphina y Samuel. Criada con los modales suaves y educados del sur de Estados Unidos, Jennifer podría ser fácilmente descrita como la anti-J.Lo, una mujer discreta, dedicada a la familia, que recibe la fama como un regalo colateral de su trabajo como actriz. “Es una mujer realmente amable. No quiere herir a nadie. No detesta a nadie. No es competitiva con nadie. No es rencorosa”, la describió en una oportunidad Affleck.

Ben Affleck

Jennifer Garner sigue siendo muy amiga de la madre de Affleck.

El matrimonio duró una década y fue en gran parte feliz. La ruptura, sin embargo, estuvo cubierta de escándalos y reproches. En su momento, se dijo que Jennifer había pedido el divorcio después de enterarse del romance de su marido con la niñera de sus hijos, una femme fatale con mamadera llamada Christine Ouzounian, que, entre otras cosas, viajó en un jet privado a Las Vegas junto a Ben y el campeón de fútbol americano Tom Brady, marido de la supermodelo Gisele Bündchen. En una reveladora entrevista para “Vanity Fair” tiempo después, Garner aseguró que para cuando se enteró de ese romance su matrimonio ya estaba terminado. También dijo que su matrimonio había sido real, que no se había casado con una estrella de cine, sino con un hombre de carne y hueso. “Volvería a tomar esa decisión. Correría en la playa hacia él, lo haría nuevamente. Es el amor de mi vida. La persona más brillante en cualquier habitación, la más carismática, la más generosa”. Pero también reconoció que Aflleck tenía un lado oscuro que, en definitiva, acabó con su relación. “Es un tipo complicado. Cuando su sol brilla, lo sientes. Pero cuando su sol brilla en otra parte, es frío. Puede ejercer una sombra gigantesca”.

En 2015, Ben se internó en una clínica para someterse a rehabilitación por su adicción al alcohol, “algo con lo que he lidiado en el pasado y que tendré que enfrentar en el futuro”, según confesó el propio actor.

Lindsay Shookus

La nueva novia de Ben es productora del famoso programa humorístico “Saturday Night Live”. Ambos se conocieron justamente en el set de ese show, que ha tenido a Ben como anfitrión en cinco oportunidades. Lindsay se casó por primera vez en 2010 con Kevin Miller, otro productor de “SNL”, y ambos tienen una hija de diez años. Aunque no se sabe si están legalmente divorciados, viven en departamentos separados en Manhattan. Poco antes del fin de semana previo al 4 de julio –que el actor pasó con Jennifer Garner y sus hijos en Los Ángeles–, él y Lindsay viajaron juntos a Londres, donde se alojaron en la misma suite del hotel, asistieron a una función de teatro y fueron vistos saliendo de un restaurante. Hace pocos días se los vio nuevamente juntos a la salida de un Starbucks en Hollywood. Los representantes de Affleck han confirmado la relación, pero han dicho que la estrella no hará más comentarios al respecto.

Affleck y Shookus aún no han sido fotografiados juntos, pero los agentes del actor ya confirmaron la relación.