Cuando Beyoncé lanzó Lemonade (2016), las redes sociales se rindieron por completo ante el sexto álbum de estudio de la cantante estadounidense: Zendaya dijo que el álbum le «producía escalofríos» -en el mejor de los sentidos- y que era «una de las cosas más hermosas que había escuchado»; la actriz transexual Laverne Cox escribió «Me sirvieron limones pero hice #Lemonade. Sólo lágrimas, tantas lágrimas»; y Kylie Jenner señaló que Beyoncé era la persona «más cool del planeta» a través de su cuenta en Twitter.
Lejos de ser solo un disco, Lemonade se presentó como un trabajo conceptual completo: el disco fue acompañado por el lanzamiento de un film de sesenta minutos que se estrenó a través de HBO. Además, para muchas personas, Lemonade era un tributo al feminismo -solo el nombre del álbum estaba inspirado en la abuela de Beyoncé y la de Jay-Z– y traía en las canciones el mensaje críptico de que la relación entre Beyoncé y Jay-Z había tenido más de un altibajo a lo largo del tiempo. «Lemonade se basa en el viaje de cada mujer al autoconocimiento y la curación», señaló el servicio de música Tidal, a través del cual se puede oír el álbum por completo previa suscripción.
Una mirada íntima
Después de un año, el trabajo de Lemonade (2016) parece no haber llegado a su fin. Hace unos días, Beyoncé dio a conocer su último lanzamiento: el box set de colección How to make lemonade (2017).
Este arriesgado trabajo incluye una edición en vinilo del disco -en un doble LP-, las descargas de audio y de visuales, y un coffee table book con más de 600 páginas. El libro, además, es uno de los objetos más especiales del box set, ya que contiene fotografías nunca antes vistas del proceso creativo del álbum y fotos inéditas de Beyoncé junto a su familia. También incluye los textos del escritor afroamericano Michael Eric Dyson, y la poeta keniata Warsan Shire, cuya obra feminista fue de gran inspiración para la concepción de Lemonade (2016).