¿Alguna vez te has preguntado por qué en ningún evento protocolar los duques de Cambridge o la reina Isabel II firman autógrafos?
Casi a diario, la familia real realiza una serie de eventos protocolares que implican contacto directo con cientos de personalidades: asisten a inauguraciones de todo tipo, realizan servicios militares e, incluso, viajan a conocer a los principales líderes de otros países.
No es una novedad que más de una persona les haya solicitado un autógrafo, pero sí es una sorpresa el por qué ningún miembro de los royals puede firmar una imagen durante una de sus presentaciones públicas.
El motivo real
Según el protocolo de la familia real, ningún miembro puede firmar un autógrafo durante una aparición pública para así proteger la legitimidad de su firma. El blog de la Casa Real británica señala que solo se les permite firmar documentos oficiales y no otro tipo de papeles, ya que esto podría ocasionar que alguien intente copiar una firma sin autorización.
Si bien no pueden dejar una constancia de su firma, la familia real si puede tomarse selfies con otras personas -si así lo desean-, aceptar flores o dar abrazos durante sus visitas. Todas esas acciones están avaladas en los límites del protocolo real.
Protocolo en regla
A pesar de que los reyes no pueden brindar autógrafos, son muy cuidadosos con no herir la susceptibilidad de las personas. El príncipe Charles suele decir: «Perdón, no se me permite hacerlo», a pesar de que en una oportunidad rompió las reglas. Según el Daily Mail, el príncipe le regaló a una familia -cuya casa había sido destrozada por una inundación- un trozo de papel con su nombre.