Unas fotos de Felipe de Marichalar Borbón mientras acudía a su primer día de clases en la universidad causaron furor en las redes sociales. La universidad elegida cuesta 20 mil euros al año y tiene fama de aceptar a estudiantes con mal expediente académico.

Froilán y su pareja, Mar Torres-Fontes. Ambos tienen diecinueve años.

Para deleite de los fotógrafos, Felipe de Marichalar Borbón (Pipe para la familia y amigos, Froilán para los medios) llegó al primer día de clases caminando, sin escolta (el año pasado, cuando cumplió dieciocho años, decidió prescindir de ella) y vestido a la moda. El hijo de la infanta Elena se presentó sin laptop, mochila ni cuadernos en el College for International Studies, en la madrileña calle Velázquez, lo que desató el ingenio de los internautas. Twitter se llenó de comentarios; por ejemplo: “Siempre hubo ‘clases’ y ‘clases’”, “su asistente le llevaba la laptop”, “estaba camino del afterhour”…

Froilán es el más mediático de la nueva generación de “royals” españoles, y todo lo que hace genera gran expectación mediática y atención en las redes (royals entre comillas, puesto que, a excepción de las hijas de los reyes Felipe VI y Letizia, los demás no tienen título ni son miembros oficiales de la familia real). La decisión de Felipe de regresar de Estados Unidos y estudiar en España causó gran expectación. También generó una auténtica batalla en el seno de la familia Marichalar Borbón, pues sus padres estaban completamente en contra de que regresara tras su estadía de un año en un internado militar en Washington D.C. Pero Pipe tiene allí a sus amigos y está dispuesto a asumir los inconvenientes de ser un personaje público.

No solo no se esconde de los medios, sino que los afronta con naturalidad y parece decidido a regalar anécdotas cada vez más divertidas. Ofrece un gran contraste con la princesa Leonor y la infanta Sofía, a quienes llaman “las invisibles”, pues el afán de protección de la reina Letizia hacia sus hijas hace que captar una imagen de ellas sea casi imposible.

Una rica heredera

Junto a su hermana Victoria, de diecisiete años. Ocupan el cuarto y quinto lugar en la línea de sucesión al trono español, respectivamente.

Siguiendo esta filosofía, Pipe decidió no esconderse de los fotógrafos este verano, y vivir la relación con Mar Torres-Fontes, su primera pareja, con naturalidad. Juntos protagonizaron lo que los fotógrafos bautizaron como el “beso del verano”, captado por una conocida revista. Se trata de unas imágenes en las que se ve a la pareja practicando deportes acuáticos en una playa en Marbella, al sur de España, y en los descansos, se acarician y se besan con naturalidad, sin que les importen las miradas indiscretas.

Mar Torres-Fontes tiene, como Felipe, diecinueve años, y es nieta del multimillonario Tomás Fuertes, que ocupa el puesto 42 entre los más ricos de “Forbes” y es director de ElPozo Alimentación, una de las principales empresas agroalimentarias españolas. La pareja se conoció en el internado de Sigüenza, donde el hijo de la infanta Elena fue enviado como “castigo” por sus malas calificaciones. Al igual que él, Mar comenzó en setiembre sus estudios universitarios. La primera vez que se les vio juntos en público fue en un desfile de modas en la plaza de toros de Las Ventas. Luego ambos comenzaron el verano en Ibiza, aunque después Felipe se marchó a Palma de Mallorca con la familia real, y después se reencontraron en Marbella.

En Palma, el joven disfrutó de la isla con su familia. Por ejemplo, pasó un día con su tío el rey y todos sus primos en una lancha en alta mar, practicando deportes acuáticos. Pero, mientras las Borbón Ortiz permanecían “escondidas” en el Palacio de Marivent y los chicos Urdangarin mantenían su perfil bajo habitual, Froilán se animaba a salir por las discotecas de la isla, e incluso se tomó algunos selfies con Paris Hilton.

Las polémicas

Hace cuatro años, en Palma de Mallorca, junto a su madre, la infanta Elena; su abuela, la reina emérita Sofía; la reina consorte Letizia; su hermana Victoria, y sus primos Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin Borbón, y Leonor y Sofía Borbón Ortiz.

Para bien o para mal, Froilán es el más conocido, el más polémico y el más querido y odiado a la vez de esta nueva generación de “royals” a la que pertenecen Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin Borbón; Leonor y Sofía Borbón Ortiz, y el propio Felipe y Victoria Marichalar Borbón. Desde su infancia no ha dejado de llamar la atención. Quién no recuerda la boda de los entonces príncipes de Asturias, cuando un adorable Froilán vestido de paje le dio una patada a su prima Victoria López-Quesada, o el disparo que se hizo en el pie con una escopeta de caza, o la ocasión en que entró en una joyería para tasar un Rolex falso.

El año pasado fue un paso más allá: decidió conceder una entrevista televisiva para defender la tauromaquia, a causa de los comentarios ofensivos en Twitter tras la muerte del torero Víctor Barrios, amigo de Froilán. Incluso su padre se mostró sorprendido, pues no había precedentes de que un miembro de la familia del rey saliese hablando en televisión. Pero, quizá, la anécdota más memorable (y desagradable para él) tuvo lugar, supuestamente, hace un año en el Parque de Atracciones de Madrid.

En esa ocasión, se habría encontrado en la cola de una montaña rusa cuando quiso saltar al principio de la fila. Al parecer, un chico de aspecto oriental le recriminó su actitud y comenzaron a discutir, tras lo que Froilán le habría gritado: “Tú, cállate, puto chino”, y le habría recordado su cuarto lugar en la sucesión a la corona. Este incidente causó un enorme revuelo en redes sociales, fue recogido en medios internacionales, como el “Daily Telegraph”, y varios portales web chinos, donde se registraron hasta cincuenta mil comentarios que hablaban del racismo de los españoles.

Fue tanto el barullo suscitado, que Jaime de Marichalar tuvo que salir a defender a su hijo, solicitando la protección del Defensor del Menor ante una campaña de acoso y derribo contra Froilán. Al final, la anécdota resultó ser bastante poco creíble, porque más adelante se dijo que fue en el zoo y no en el parque de atracciones, y porque no existía ninguna grabación que la atestiguara. Ahora que Felipe ha decidido estudiar en España, tendrá que asumir que es un personaje público, con sus pocas ventajas y sus muchos inconvenientes. Estamos seguros de que nos seguirá regalando anécdotas para el recuerdo.