El fotógrafo ha sido tildado por el periódico británico The Times como “el Harvey Weinstein de la moda”, debido a las numerosas denuncias de acoso sexual que existen en su contra.
En Hollywood el nombre de Terry Richardson es uno de los más sonados de la industria de la moda. El fotógrafo ha participado en millonarias campañas para marcas como Marc Jacobs, Aldo, Supreme, Sisley, Yves Saint Laurent, Tom Ford y más; y es amigo cercano de celebrities como Lady Gaga, Miley Cyrus -dirigió el vídeo de Wrecking Ball- y Jared Leto. Si bien su trabajo podría ser aplaudido, su trayectoria también está llena de denuncias que deben conocerse para así analizar su carrera de forma transparente.
El inicio del fin
En el 2014, New York Magazine publicó un perfil titulado «El perverso caso de Terry Richardson» donde se debatía si el fotógrafo era un artista o un depredador sexual. El artículo buscaba dar a conocer las posturas de Richardson en torno a las denuncias en su contra, ya que numerosas modelos habían declarado que él les pedía favores sexuales durante las sesiones fotográficas.
Si bien su estilo fotográfico se caracteriza por ser sugerente y sexualmente explicito, él siempre ha negado las denuncias: «En ninguna sesión de fotos nos hemos quedado una chica y yo a solas. Había asistentes alrededor e incluso alguna chica traía a sus amigos a pasar el rato. No tomábamos drogas ni alcohol y el trabajo era de día. Solo éramos gente colaborando, explorando y haciendo fotos», declaró a la revista neoyorkina en el 2014.
Sin embargo, las denuncias existen y son numerosas. Una de ellas es de la modelo Charlotte Waters quien contó en la plataforma reddit que, cuando tenía 19 años, fue acosada sexualmente por Richardson durante una sesión de fotos donde él se masturbó delante de ella. “La madre de mi novio me dijo que debía denunciarlo. Siempre me he sentido muy insegura con respecto a esto, porque nunca he sabido qué podría hacerse. Yo nunca me resistí. Nunca le dije que no”, confesó la modelo.
La modelo Rie Rasmussen también denunció al fotógrafo en el 2010: «Coge a niñas jóvenes, las manipula para que se quiten la ropa y toma fotografías de las que (ellas) se avergonzarán. Están demasiado asustadas para decir que no porque la agencia concertó el trabajo y son demasiado jóvenes para valerse por sí mismas», se lee en un artículo del diario El Mundo. Las denuncias en contra de Richardson abundan y lo declarado por Rasmussen es solo una parte de una sumatoria de testimonios. Sin embargo, en vista de que nunca ha tenido una denuncia formal, ninguna marca se ha negado a trabajar con él. Al menos hasta esta semana.
#NoMoreTerry
Al igual que la campaña viral #NoMoreTerry que se lanzó en el 2014 con el afán de que las grandes marcas dejen de ignorar las acciones de Richardson, este mes el periódico The Times lanzó un extenso artículo para dar a conocer su posición sobre los acosos sexuales del fotógrafo: no solo lo describían como el «Harvey Weinstein de la moda”, sino también cuestionaban por qué la industria del entretenimiento le sigue brindando apoyo.
El artículo tuvo repercusiones, ya que este lunes por la mañana -según información del diario The Telegraph-, el grupo editorial Condé Nast Internacional retiró su apoyo al fotógrafo: el imperio que edita Vogue, GQ, Glamour, Vanity Fair no volverá a incluir producciones fotográficas trabajas por Richardson en ninguna de sus revistas.
Si bien el fotógrafo aún no ha hecho una declaración formal al respecto, hace unas semanas volvió a declarar sobre su inocencia y a negar todas las denuncias en su contra: «Colaboré con mujeres adultas que conocían perfectamente la naturaleza del trabajo. Nunca usé una oferta de trabajo o amenazas para obligar a alguien a hacer algo que no quería. Siempre respeto a quienes trabajan conmigo, reconociendo su libertad de elección y aceptando sus decisiones «, escribió en una carta al Huffington Post.