El tenor peruano ofreció un concierto homenaje en la capital española a cincuenta entidades sociales y mil voluntarios, acompañado por treinta músicos de la escuela juvenil Sinfonía por el Perú –que él dirige– y otros tantos de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
El infinito talento de Juan Diego Flórez, uno de los tenores más importantes del mundo y, sin duda, el más grande de nuestro país, se ha complementado siempre con su labor social. En esta ocasión, Flórez prestó su voz para un emotivo concierto que se llevó a cabo en el Teatro Real de Madrid, uno de los escenarios más importantes de España. El concierto homenaje premió la labor social y solidaria que desempeña el Grupo Telefónica, a través de su programa de Voluntarios de la compañía, del cual el peruano es embajador.
Uno de los momentos más emocionantes de la velada llegó cuando el coro de la Fundación A La Par, formado por dieciocho jóvenes con discapacidad intelectual, acompañó a Juan Diego en una de las piezas que presentó. Flórez interpretó temas de Tomás Barrera Saavedra, José Serrano, José Morales y Carlos Gardel, haciendo un claro guiño a los países en los que la Fundación Telefónica tiene presencia.
Días antes, nuestro tenor había acompañado a los estudiantes de música y a los miembros de Sinfonía por el Perú en un ensayo callejero en la plaza de la Ópera, en el centro de Madrid, ante la vista de locales y turistas que lucieron encantados con la oportunidad de presenciar semejante espectáculo. A pesar de su apretada agenda, Flórez señaló, en una entrevista a la agencia EFE, que le dedica tiempo a su programa social, Sinfonía por el Perú, que brinda educación musical a miles de chicos desfavorecidos. “No se trata de crear músicos, sino buenas personas. Tenemos varias metas. Ahora hemos formado una orquesta central, que financia una fundación internacional. Queremos unas becas mínimas y nuestro sueño es crear una academia grande”, asegura.
El próximo 9 de noviembre, el tenor ofrecerá el concierto que iba a presentar el 18 de octubre en México –y que tuvo que postergar–, en beneficio de los damnificados por el último terremoto que se produjo en ese país.