La princesa Carolina, sus hijas y sus nueras han creado un particular legado que contribuye a mantener la imagen internacional del Principado de Mónaco como enclave de glamour y belleza.
Por Francisca Olivares
La princesa Carolina de Mónaco, matriarca de la familia.
La princesa Carolina de Mónaco cumplió sesenta años en enero y todo indica que esta es una etapa que piensa dedicar a su familia; en especial, a sus cuatro nietos: Sasha, de cuatro años, Raphaël, de tres, India, de dos, y Stefano, que nació en febrero de este año.
Carolina es la líder de un grupo de bellezas que impone con total desplante su particular estilo, cada una a su modo. Comencemos por su hija, Charlotte, de treinta y un años, que además de ser una de las mujeres más lindas del mundo, es una estupenda amazona y una filósofa –estudió en La Sorbona– muy interesada en elevar el nivel de reflexión del principado, organizando diversos encuentros en torno a esta disciplina y sus interrogantes. A la par, vive un intenso romance con el cineasta Dimitri Rassam –entre sus logros está haber producido la versión animada de “El Principito” en 2015, un filme que ganó un premio César–, quien está separado de la modelo rusa Masha Novoselova y es padre de una niña llamada Daria, de seis años. Rassam también es hijo de la actriz francesa Carol Bouquet (protagonista del clásico del surrealismo “Ese oscuro objeto del deseo”, de Luis Buñuel, y otrora chica Bond) y del productor libanés Jean-Pierre Rassam.
Charlotte Casiraghi en la Semana de la Moda, en París.
Recientemente, Charlotte estuvo con su nueva pareja en París, al igual que Carolina y Alexandra, pero nunca se les vio a todos juntos. Dimitri estuvo ausente cuando Charlotte almorzó en La Societé, en el barrio de Saint-Germain-des-Près, al frente de la famosa iglesia y a pasos del conocido Les Deux Magots, con su madre y su hermana Alexandra.
Perfiles distintos
Alexandra se ha convertido en la nueva it-royal de la familia. Tampoco hay que olvidar que, por parte de la familia Hannover, es heredera al trono británico (en el lugar 414 de la línea de sucesión, aproximadamente). De hecho, hace algunos días, en plena Semana de la Moda de París, Charlotte y Alexandra se lucieron en el front row del desfile primavera-verano 2018 de Yves Saint Laurent que se realizó en el Trocadero, con la Torre Eiffel de fondo. Vestidas de negro y con un aire rockero, causaron sensación entre los invitados –la felicidad de Alexandra, que físicamente se parece mucho a su padre, era evidente– y dieron una cuota de alegría a un ambiente algo nostálgico, en el que el director creativo Anthony Vaccarello le rindió homenaje a los fundadores de la maison, Yves Saint Laurent (1936-2008) y Pierre Bergé, que murió el último 8 de setiembre.
Alexandra de Hannover.
Aunque hay rumores de que Tatiana se encuentra embarazada por tercera vez, nada está asegurado. Lo que sí se sabe es que está siempre muy pendiente de sus hijos, Sasha e India, quienes fueron modelos de Baby Dior este año, y que sigue creando diseños de ropa para su marca Muzungu Sisters, que trabaja con comunidades indígenas y destaca por sus diseños coloridos y bohemios.
Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo en el último Festival de Cine de Venecia.
Beatrice, en tanto, continúa trayendo aire fresco e italiano al principado, donde reside en la actualidad. Hace unas semanas se le hizo una preciosa producción de fotos para “Vanity Fair” España. Allí fue clara y dijo que sabe que la familia –en especial, su marido Pierre Casiraghi y su hijo Stefano– es lo primero, pero que seguirá haciendo sus investigaciones periodísticas en torno a la mafia italiana. De hecho, en esa revista contó que el día de su matrimonio, ya vestida de novia, hizo una entrevista telefónica para una primicia que, al día siguiente, fue portada del periódico izquierdista para el que trabajaba. Luego agregó que muy pronto estrenará un documental en la televisión italiana sobre los niños y la mafia. Su nombre: “Bambini mai” (“Niños nunca”).
Tatiana Santo Domingo, Andrea Casiraghi y la hija de ambos, India, durante el Día Nacional de Mónaco, en 2016.
