«Los EE.UU. son la única sociedad que se refiere a las personas con el adjetivo perdedor o ganador», manifiesta Francisco Tudela. Con la precisión y erudición que lo caracterizan, el excanciller y analista internacional, comenta la actualidad estadounidense.

Por Sebastián Arrieta Fotos Briam Espinoza

El panorama internacional cambia continuamente y el análisis de los distintos acontecimientos es una tarea compleja que Francisco Tudela sabe llevar a cabo con gran rigurosidad y profesionalismo. COSAS conversó con el experimentado analista internacional sobre la compleja escena mundial. De cara a las elecciones estadounidenses, pasando por los recientes acontecimientos políticos hasta la liberación del periodista fundador de WikiLeaks, Julian Assange, Tudela brinda respuestas didácticas y concisas.

Francisco Tudela en su oficina de Miraflores. Al fondo, el retrato de su bisabuelo materno: el baron Robert van Breugel-Douglas retratado por su hijo, Caspar van Breugel-Douglas.

Recientemente, Ud. comenzó un programa propio, denominado ‘Geopolítica’ en TV Libertad ¿Podría comentarnos su experiencia actual?

Bueno, es una experiencia muy interesante porque, en primer lugar, el proyecto de Televisión Libertad es un proyecto continental y español en su aspiración. Se firmaron algunos contratos, pero trasciende lo nacional. En segundo lugar, en el espacio que yo tengo se tocan dos temas de importancia de cada semana. Entonces, la idea era hacer un programa conciso en el que cada bloque tiene diez minutos y que se explique con mayor profundidad cada tema internacional.

Pero al mismo tiempo era algo que a mí me faltaba hacer, que era como un entrenamiento para estar solo frente a la cámara porque siempre había sido entrevistado, pero nunca había confrontado a la cámara. Bueno, excepto en el año 91 cuando tuve la sección internacional de la revista dominical. Pero de eso hace pues décadas y tenía un teleprompter, mientras que ahora lo hago sin él. Entonces, es un reto para mí, creo que ha salido bien, creo que puede mejorarse como todas estas cosas. Además, es una satisfacción porque también implica el estar continuamente atento a la realidad política del mundo.

Francisco Tudela

«Hoy la situación económica está en mal pie, hay inflación, los impuestos subieron, el mercado inmobiliario está paralizado, la energía subió de precio y lo que determina las elecciones americanas es lo económico», comenta Tudela respecto al gobierno de Joe Biden.

NORTEAMÉRICA

El mundo ha confirmado unánimemente el estado precario de las capacidades cognitivas de Joe Biden. La portada de The Economist, medio que no se puede tachar de ser trumpista, es bastante ilustrativa: un andador geriátrico con el escudo de la presidencia de los Estados Unidos y el titular “no es forma de gobernar un país”…

Fue un acto de arrogancia por parte del presidente Biden, pero también del partido demócrata, el dar por hecho que la sola candidatura de Biden podía asegurar una victoria demócrata. No percibieron con realismo que la situación del presidente Joe Biden –que es un hombre muy mayor, cuyos problemas cognitivos no son de ahora– sino que se arrastran ya desde hace algunos años.

Joe Biden

La polémica portada de The Economist.

Ahora, conseguir un candidato que logre enfrentar al expresidente Trump es una cosa extremadamente difícil porque no solamente Trump tuvo un gobierno relativamente exitoso en relación al gobierno actual. Por ejemplo, los factores económicos decisivos –el índice de crecimiento, control de la inflación, dinamismo del mercado de valores, energía, etc.– fueron muy buenos durante su gobierno. Además, sustrajo a los EE.UU. de una participación activa en los conflictos bélicos mundiales. Entonces, claro, hoy la situación económica está en mal pie, hay inflación, los impuestos subieron, el mercado inmobiliario está paralizado, la energía subió de precio y lo que determina las elecciones americanas es lo económico.

Bill Clinton, el candidato independiente Ross Perot y George H. W. Bush en el debate presidencial de 1992.

Voy a dar un ejemplo, el presidente Bush padre –que fue el inmediato sucesor de Reagan– pensó que podía ir a la reelección con la victoria en la guerra del golfo en 1991. Sin embargo, perdió la elección porque los indicadores económicos eran negativos y los EE.UU. son insulares, es decir, el 99% de los ciudadanos americanos no están pensando en lo que pasa en el mundo, sino en los EEUU, en su nivel de vida, en su trabajo y en el alcance en términos de consumo y ahorro de su salario. Bueno, esos factores están mal bajo la presidencia de Joe Biden y, por lo tanto, hay en los EEUU un descontento con la administración demócrata, primer factor.

La icónica imagen de Donald Trump ensangretado con el puño en alto, tras el atentado contra su vida en Pensilvania.

También está el carácter de Donald Trump y su imagen icónica tras el atentado…

El atentado es un factor determinante en términos de imagen política, muestra al hombre frente a la muerte con el carácter que tiene y esa foto desafiante cuando se lo lleva al servicio secreto pero él alza la cabeza y levanta el puño y dice pelear, fight, es una imagen que ha quedado en la retina de todos los americanos. Además, cuando entra a la Convención Republicana en Milwaukee en Wisconsin, me llamó la atención el cambio de Trump. Él tenía una mirada diferente, no era el hombre arrogante y atropellador del pasado. Definitivamente, el atentado tuvo un impacto en él y en su discurso de cierre que impactará fuera del partido. Digamos que es un Donald Trump más humilde, si cabe la palabra, pero más interiorizado también.

Trump y Vance en la Convención Republicana de Milwaukee. El expresidente utiliza una venda en su oreja tras el intento de asesinato en el mitin de Pensilvania.

J.D. Vance y Trump hicieron las paces en Milwaukee, parece sorprendente que, en 2016, Vance se refiriera a Trump como “el opio de los analfabetos”

Correcto, pero no solamente hizo las paces con J.D. Vance, quien además representa a la América popular, al hombre que se hace a sí mismo, al éxito del esfuerzo de un hombre que viene de una familia muy pobre, logra ir a Yale y termina siendo senadora a los 34 años. Nikki Haley, la neoconservadora que fue contrincante de Trump en las primarias, también fue una adversaria tenaz. Haley alargó las primarias hasta donde pudo, es decir, mantuvo su candidatura a las primarias contra todas las probabilidades, hasta el final contra Trump. En la noche del 17, Nikki Haley ha dicho que ella le da su apoyo más fuerte al presidente Trump y luego añade, punto, como diciendo no hay nada más que decir, Trump es el candidato del partido.

Entonces, se ha generado, y creo que también es un efecto del atentado, un movimiento de unión y de sensación, correcta por lo demás, de que los Estados Unidos, al vivir una etapa muy conflictiva de su historia, necesita buscar algún tipo de conciliación hacia la unidad nacional. Y entonces eso ha hecho que las enemistades sean dejadas de lado, por lo menos en el partido republicano. El entendimiento con el partido demócrata será más adelante.

Francisco Tudela

«Los EE.UU. son la única sociedad que se refiere a las personas con el adjetivo perdedor o ganador, eso no existe en ninguna otra sociedad… Y, claro, Joe Biden definitivamente, por su gestión y también por su incapacidad al final de su gobierno, evidentemente, no es un ganador», declara Francisco Tudela.

La sociedad norteamericana es muy intolerante con el fracaso…

Efectivamente, hay una condena del fracaso. Los Estados Unidos son una civilización diferente de Europa, diferente de América Latina. Pierre Manent, el teórico político francés, tiene incluso un libro que se llama La civilización americana. Los EE.UU. son la única sociedad que se refiere a las personas con el adjetivo perdedor o ganador, eso no existe en ninguna otra sociedad. Después, con la influencia de la televisión, esto tiene impacto en otras partes del mundo, pero se origina en una sociedad en la cual el éxito merece el elogio y el fracaso merece la condena. Y claro, Joe Biden definitivamente, por su gestión y también por su incapacidad al final de su gobierno, evidentemente, no es un ganador.

¿Es Donald Trump un genio de la publicidad? Alguien que, en el momento del atentado en el que reinó el desconcierto, consiguió representar una imagen icónica, en una imagen producto de una mente genial para la publicidad. Algo que también demostraría cuando utiliza el discurso de culpar a la inmigración ilegal de todos los males de EE.UU…

No estoy de acuerdo con lo que menciona en esos dos casos. En primer lugar, cuando uno sufre un atentado –yo sufrí un atentado, tuve una bala y 60 esquilas de granada en el rescate de la embajada japonesa– todo lo que se pueda haber dicho o hecho es espontáneo. No hay cálculo en un momento tan dramático. En fin, no es una cosa en la cual una persona fríamente calcule y diga me han disparado, me han herido, entonces voy a hacer tal cosa. Eso no es real. Lo que muestra una circunstancia como esa es a la persona, digamos psicológicamente, como es. Entonces el Trump que vimos ahí era él.

Respecto a la inmigración, pues veamos, una cosa no puede ser y al mismo tiempo decía Aristóteles. Es el principio de identidad y de no contradicción. O sea, la inmigración ilegal no puede ser considerada positiva, puesto que es ilegal, puesto que violan las leyes del país. La única inmigración positiva es la inmigración legal. Entonces yo sí creo que no solamente los Estados Unidos, sino todos los países del mundo tienen el derecho de proteger sus fronteras e impedir el ingreso masivo de gente ilegalmente de otras partes del mundo porque eso desestabiliza a las sociedades.

Francisco Tudela

Francisco Tudela manifiesta que George Orwell es uno de su autores favoritos. En la imagen, sostiene uno de sus títulos favoritos, el ensayo Why I Write del autor de 1984. También destaca los títulos Burmese Days y Homage to Catalonia.

David Horowitz en su libro The Shadow Party manifiesta que el partido demócrata estaría bajo el dominio práctico del matrimonio Clinton y el mayor donante externo de los demócratas, George Soros. ¿Usted cree que ellos tienen una capacidad decisiva?

Creo que las cosas son en parte así, pero no del todo así. Respecto a la influencia del clan Clinton-Obama, pues evidentemente sí, ellos representaron formas distintas de gobernar del partido demócrata. Clinton gobernó con los Southern Democrats, los demócratas del sur, que son más conservadores. Muchos de ellos eran personas de temperamento conservador, pero que no se inscribían en el Partido Republicano por razones familiares, porque sus antepasados pelearon en la Confederación, en la Guerra Civil y porque el Partido Republicano es el partido Lincoln.

Robert Byrd

El longevo senador Robert C. Byrd (1917-2010) fue uno de los Southern Demcrats más conocidos. Fue senador por West Virginia desde 1959 hasta su muerte.

Obama purga a los Southern Democrats y deja al partido en manos de los sectores más extremistas, los antiguos encabezados por Bernie Sanders o los sectores nuevos por Kamala Harris, por Alexandria Ocasio-Cortez. Desde entonces, el partido demócrata sufre una radicalización innecesaria y equivocada a partir de la presidencia de Obama que llevó a una guerra política de alta intensidad dentro de los Estados Unidos. Esta situación condujo a la primera presidencia de Trump, un outsider que toma el liderazgo del partido republicano. Entonces, efectivamente, estos dos equipos de personas, los Clinton y los Obama, controlan el partido, de eso no me cabe ninguna duda.

Actualmente, quien domina el Partido Demócrata es la izquierda, porque los Southern Democrats se esfumaron. Lo que es una de las desgracias del partido demócrata, que era un partido de dos alas, cosa que le daba mucha versatilidad para gobernar. Gobiernos como el de Kennedy no estaban ni remotamente en las posiciones radicales que hoy tiene el partido demócrata.

George Soros

«Las teorías de la conspiración han convertido a Soros o a Rothschild o qué sé yo, en unas especies de titiriteros globales. Cosa que yo dudo que sea cierta. Sí creo que naturalmente son importantes. Soros tiene mucha influencia, no cabe ninguna duda de eso. Pero de ahí a decir que él es el gran titiritero es tirar la piedra muy lejos».

Ahora, por otro lado, Soros. Soros es un mito. Hay mucho más que Soros en la estructura que soporta al partido demócrata. Está lo que los analistas americanos llaman «la Catedral». Se trata de grandes corporaciones que están más bien a la izquierda, porque claro, se hacen grandes negocios con el Estado. También está la academia, que es predominantemente posmoderna, nihilista, progresista, agnóstica, progresista y que, por lo tanto, apoya al partido demócrata. Naturalmente, también los medios de comunicación en general han ido radicalizándose en esa dirección. Incluso The Economist, que era de un liberalismo casi hayekiano en los 90, hoy es más bien de un social-liberalismo, ha ido cambiando de línea. Eso muestra, si bien The Economist es británico, la deriva general de los medios.

Entonces »la Catedral» son los medios, las corporaciones, la academia. Y ese soporte que es mucho más importante que el individuo Soros. El individuo Soros está inserto dentro de esa estructura. Las teorías de la conspiración han convertido a Soros o a Rothschild o qué sé yo, en unas especies de titiriteros globales. Cosa que yo dudo que sea cierta. Sí creo que naturalmente son importantes. Soros tiene mucha influencia. Cuando yo era embajador en Naciones Unidas, conocí a Soros y lo he visto en infinidad de reuniones de embajada con Madeleine Albright, con Richard Holbrooke. En fin, estaba en el cogollo del poder americano. No cabe ninguna duda de eso. Pero de ahí a decir que él es el gran titiritero es tirar la piedra muy lejos.

Julian Assange

«Estamos frente a un funeral del caso Assange. Es el producto de una negociación, que se llevó a cabo con gran discreción entre el gobierno de Australia, los Estados Unidos y el propio Assange». En la imagen el periodista australiano tras el término de su juicio en las Islas Marianas.

Finalmente, se produjo la liberación de Julian Assange. El fundador de WikiLeaks se declaró culpable de uno de los dieciocho cargos del que lo acusaba la Fiscalía estadounidense ¿Estamos ante una derrota del servicio de inteligencia de los Estados Unidos?

Estamos frente a un funeral del caso Assange. Es el producto de una negociación, que se llevó a cabo con gran discreción entre el gobierno de Australia, los Estados Unidos y el propio Assange. Finalmente, se produjo en Saipán, la capital de las Islas Marianas del Norte, donde hay un juez federal. Se da por purgada la condena de Assange con la carcelería que sufrió en Gran Bretaña y, por ende, queda libre. Pero esa libertad no quita que cometió un delito y que hay una condena, que si bien fue purgada, sigue siendo una condena. Por eso, la esposa de Assange va a solicitar el indulto, que se lo tendría que dar algún presidente norteamericano. Yo creo que era del interés de los Estados Unidos que este tema desapareciese de la escena internacional y no fuese un tema que se discutiese.

Wikileak 08RIYADH649

«Uno de los Wikileaks es el email del embajador norteamericano en Arabia Saudita, expresando que el rey de Arabia Saudita solicitó la necesidad de ir a la guerra contra Irán. Bueno, el diseminar dicha información, haberla hecho pública, tuvo consecuencias tremendas». En la imagen, el WikiLeak en cuestión: un cable diplomático secreto de 2008.

Los Wikileaks revelaron cosas tremendas de muchos países del mundo. Por ejemplo, la intensidad del conflicto entre Arabia Saudita e Irán. Uno de los Wikileaks es el email del embajador norteamericano en Arabia Saudita. En él, el rey de Arabia Saudita solicitó la necesidad de ir a la guerra contra Irán. Bueno, el diseminar dicha información, haberla hecho pública, tuvo consecuencias tremendas. Pero evidentemente ya han pasado más de quince años. Y naturalmente hay un deseo de que esto se metiera debajo de la alfombra.

 

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