Por Redacción COSAS
El empresario estadounidense Elon Musk ha desatado polémica en el Reino Unido tras instar al Rey Carlos III a disolver el Parlamento y convocar a elecciones generales. A través de su plataforma X (anteriormente Twitter), respaldó un post que demandaba esta medida, calificándola como necesaria «por la seguridad del país». Su intervención ocurre en un contexto de críticas hacia el manejo gubernamental de redes de explotación infantil, particularmente en la ciudad Oldham, Gran Mánchester.
Musk ha dirigido su atención al primer ministro y líder laborista, Keir Starmer, acusándolo de inacción durante su etapa como director del Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) entre 2008 y 2013. Según sugirió, Starmer falló en perseguir a los responsables de estos crímenes, una postura que calificó de «vergonzosa».
En sus publicaciones, el magnate también cuestionó las prioridades del Gobierno, sugiriendo que existe «justicia para publicaciones en redes sociales, pero no para crímenes graves como el abuso infantil».
El caso de Oldham ha generado un intenso debate político. Líderes como Kemi Badenoch, del Partido Conservador, han pedido una investigación nacional sobre las redes de abuso, mientras que figuras como Andrew Gwynne, ministro de Salud, han restado importancia a los comentarios de Musk. Gwynne afirmó que ya se han realizado investigaciones sobre el tema, como el Independent Inquiry into Child Sex Abuse de 2022, y cuestionó la necesidad de nuevas pesquisas.
La explotación infantil organizada, conocida como grooming gangs, ha sido un problema recurrente en el Reino Unido. El informe final de la citada investigación describió este fenómeno como una «epidemia», con miles de víctimas afectadas. Sin embargo, la falta de implementación de sus recomendaciones ha sido motivo de frustración para muchos, incluida la profesora de la Universidad de Strathclyde, Alexis Jay, quien lideró el artículo.
Reacciones divididas ante Elon Musk
Las declaraciones de Musk han provocado reacciones mixtas. Mientras algunos, como el líder de Reform UK, Nigel Farage, apoyan su postura, otros consideran su intervención como inapropiada. Farage criticó al gobierno por no haber tomado medidas durante sus 14 años en el poder, calificando su inacción como un fracaso del sistema.
Por su parte, el CEO de Tesla también apuntó contra Jess Phillips, ministra de Salvaguarda, acusándola de «merecer prisión» por negar una solicitud de investigación pública liderada por el Ministerio del Interior. Además, expresó su apoyo a activistas como Tommy Robinson, quien ha sido una figura controvertida en el debate sobre estas redes de abuso.
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