El gobierno chino calificó esta decisión de «lamentable”, luego del anuncio hecho por el presidente de dicho país, José Raúl Mulino, Donald Trump anunció, además, que este viernes se comunicará vía telefónica con su homólogo panameño.
Por Redacción COSAS
Panamá ha decidido no renovar el acuerdo de entendimiento con China firmado en 2017 en el marco de la Ruta de la Seda, un proyecto clave para la expansión económica y geopolítica de Pekín. La decisión se dio a conocer tras una reunión en Ciudad de Panamá entre el presidente José Raúl Mulino y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.
La relación de Panamá con China ha sido un punto de tensión con Washington, que ve con preocupación la influencia del gigante asiático en la región, particularmente en el canal interoceánico. Rubio fue claro en su mensaje: «si Panamá no toma medidas inmediatas para reducir la presencia china, EE. UU. tomará acciones para proteger sus intereses estratégicos en la zona.»
Advertencias de Estados Unidos y reacción de Panamá
Desde la llegada de Mulino al poder en julio de 2024, su gobierno ha buscado mantener el equilibrio entre las potencias, pero la presión de EE. UU. ha ido en aumento. Rubio, en representación de la administración de Donald Trump, calificó de “inaceptable” la presencia china en el canal de Panamá y enfatizó que Washington está dispuesto a actuar si el gobierno panameño no toma medidas concretas.
A pesar de estas advertencias, Mulino negó que existiera una amenaza de intervención por parte de EE. UU. “No hay una amenaza real de recuperar el canal o el uso de la fuerza”, aseguró el presidente panameño en una conferencia de prensa tras la reunión. No obstante, la decisión de no renovar el acuerdo con China en 2026 refleja la alineación del gobierno panameño con los intereses de Washington.

Rubio saludó la decisión de Panamá, al calificar la medida de “gran paso adelante” para sus lazos con Estados Unidos.
Negociaciones y concesiones estratégicas
Aunque el presidente Mulino insistió en que “el Canal no se negocia”, la reunión con Rubio abarcó otros temas estratégicos en los que Panamá está dispuesto a ceder. Entre ellos, se discutió el control migratorio en la frontera con Colombia, en la provincia de Darién, donde se contempla la construcción de una pista de aterrizaje para reforzar la política de deportación de migrantes.
Otro punto clave fue la cooperación en inteligencia financiera y crimen organizado. Según fuentes del gobierno panameño, la administración de Mulino podría flexibilizar el acceso de EE. UU. a información clasificada sobre lavado de dinero y redes criminales que operan en el país.
Asimismo, se abordó la situación de los dos puertos al borde del canal administrados por una empresa con sede en Hong Kong. Mulino confirmó que el gobierno panameño está auditando las concesiones y que tomará una decisión cuando concluyan los informes. Este gesto es visto como una señal de que Panamá podría reestructurar su relación con China para evitar conflictos con EE. UU.

Rubio informó al presidente de Panamá que EE.UU. podría «tomar las medidas necesarias» respecto al canal de Panamá.
Cabildeo y protestas en Panamá
Para evitar una escalada del conflicto con Washington, el gobierno panameño ha invertido más de dos millones de dólares en grupos de presión republicanos en EE. UU. Algunos de estos cabilderos están estrechamente vinculados con Trump y han llegado a sugerir medidas extremas, como la intervención militar en Panamá, recordando la invasión de 1989 ordenada por George H. W. Bush.
Mientras Mulino y Rubio discutían estos temas en el Palacio de las Garzas, la sede del gobierno panameño, en las calles se registraban protestas. Frente a la Asamblea Nacional, organizaciones sociales y sindicatos se manifestaron contra la visita del funcionario estadounidense. Entre consignas contra la injerencia extranjera y denuncias de corrupción en la política panameña, los manifestantes reclamaron la falta de transparencia en las negociaciones del gobierno con Washington.
El contexto internacional y la postura de Trump
Hasta el momento, el presidente Trump no ha emitido comentarios sobre los acuerdos alcanzados con Panamá. Sin embargo, en las últimas semanas ha endurecido su postura contra varios de los principales socios comerciales de EE. UU., como México, Canadá y China, imponiendo aranceles del 25% y del 10% a ciertos productos.
Trump ha mencionado en varias ocasiones su preocupación por la influencia de China en el canal de Panamá, acusando al gobierno panameño de permitir una expansión geopolítica de Pekín en la región. A pesar de que Panamá ha negado que China tenga control sobre el canal, la presión de Washington ha llevado al gobierno de Mulino a tomar medidas para distanciarse de Pekín.

Donald Trump anunció que mantendrá este viernes una conversación telefónica con José Raúl Mulino.
Gira de Rubio en la región
Tras su visita a Panamá, Marco Rubio continuará su gira por Centroamérica y el Caribe, con paradas programadas en El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana. El objetivo de su viaje es reforzar la presencia estadounidense en la región y garantizar que los países aliados no se acerquen demasiado a China en un contexto de creciente rivalidad entre Washington y Pekín.
En Panamá, mientras tanto, la incertidumbre persiste. Aunque el gobierno de Mulino ha dado señales de alineación con EE. UU., aún quedan por definirse detalles clave sobre el futuro de las inversiones chinas en el país y el impacto que estas decisiones tendrán en la economía panameña.
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