A solo días del inicio de la Semana Santa, la disputa por la concesión del Hotel Sanctuary Lodge podría desencadenar un paro en Machu Picchu, afectando gravemente el turismo y las economías locales. Las pérdidas ascenderían a US$ 1 millón diario.
Por Daniel Crespo Pizarro
El Gobierno Regional del Cusco ha solicitado tomar control del Hotel Sanctuary Lodge, ubicado en Machu Picchu, ante la proximidad de la fecha de vencimiento de la concesión actual, que está a cargo de Perú Belmond Hotels S.A. (PBH) hasta el 16 de mayo. Esta decisión ha generado una creciente tensión en la región al punto que podría desencadenar un paro que afectaría de manera significativa el flujo turístico en una de las zonas más visitadas de Perú.
A solo días del inicio de la Semana Santa, cuando el turismo en Machu Picchu se incrementa notablemente, las autoridades locales advierten que un paro en la zona podría tener consecuencias devastadoras para el sector. Madeleine Burns Vidaurrazaga, viceministra de Turismo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, señaló a RPP que «un paro en la zona de Machu Picchu sería retroceder dos años en el tema de turismo«. Aseguró que la prioridad es alcanzar una transición tranquila hacia una nueva concesión que permita operar un hotel de alto estándar mundial, garantizando una oferta completa de servicios turísticos.

A solo días de la Semana Santa, un paro representa una amenaza al turismo de la zona turística.
Carlos Gonzales, presidente de la Cámara de Turismo de Ollantaytambo, alerto también sobre las repercusiones económicas que un paro podría generar. «Se generarían aproximadamente US$ 1 millón diarios en pérdidas, considerando todo el gasto relacionado con los turistas, desde el ingreso a Machu Picchu hasta transporte, alojamiento y servicios adicionales», señaló Gonzáles. La ciudadela de Machu Picchu es uno de los principales atractivos turísticos de Perú, y con la llegada de miles de visitantes durante la Semana Santa, las pérdidas serían aún mayores.
¿Gore Cusco en rebeldía?
La controversia también está marcada por un aspecto legal. El Poder Judicial ha autorizado a Belmond a seguir operando el hotel hasta que se realice una nueva licitación. La empresa ha solicitado una prórroga de tres años, citando pérdidas económicas derivadas de la pandemia y otros factores, y no descarta iniciar un proceso de arbitraje contra la decisión del gobierno regional.
El gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo Álvarez, ha expresado que la medida de tomar control del hotel responde a su compromiso de campaña y será ejecutada con el apoyo de autoridades locales y organizaciones sociales. Para garantizar una transición ordenada, se ha conformado una comisión de transferencia, con el objetivo de asegurar que el manejo del hotel beneficie directamente a la población cusqueña.

Werner Salcedo Álvarez, advirtió que las organizaciones sociales podrían acatar un paro con posibilidad de ir a protestar a los exteriores del hotel.
En este contexto, las organizaciones sociales ya han mostrado su disposición a movilizarse, lo que podría derivar en protestas en los alrededores del hotel. Si la situación continúa escalando, el paro en la región parece una posibilidad real, lo que pondría en peligro la estabilidad del turismo durante una de las temporadas más importantes del año.
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