El hombre de confianza del presidente de España, Pedro Sánchez, fue encarcelado sin fianza por presuntos delitos de corrupción. El caso agrava la crisis política que afronta el mandatario.
Por Daniel Crespo Pizarro
Otro golpe para el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien vuelve a ser salpicado por un caso de presunta corrupción en su entorno más cercano. Este lunes, el juez del Tribunal Supremo ordenó prisión provisional y sin derecho a fianza para Santos Cerdán, ex secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), partido actualmente en el poder.
Cerdán, hombre de confianza de Sánchez, fue imputado por conformar una organización criminal, tráfico de influencias y cohecho. Según el juez Leopoldo Puente, existen “consistentes indicios” de que el exdirigente socialista lideraba una red de cobro de sobornos a constructoras a cambio de adjudicaciones públicas amañadas. La decisión del juez se basó en el riesgo de destrucción de pruebas, a pedido del fiscal anticorrupción.
Una de las principales pruebas son audios en los que Cerdán aparece dando indicaciones para que las conversaciones sobre pagos se realicen por escrito y luego se destruyan. También se encontró documentación que lo vincula con la empresa Servinabar, señalada por la Guardia Civil como canal de las mordidas. El auto judicial revela que Cerdán habría tenido poder de administración sobre dicha firma e incluso gestionado aportes hacia una fundación asociada al exministro José Luis Ábalos.

El exsecretario de Organización del PSOE ha ingresado este lunes a prisión pese haber negado participar en los repartos de coimas.
El caso también involucra a Ábalos —mano derecha de Sánchez en sus primeros años de gobierno— y a su exasesor Koldo García. Ambos están siendo investigados, pero sin prisión preventiva por haber sido ya objeto de registros e incautaciones. Según la tesis del juez, las coimas habrían alcanzado al menos cinco millones de euros, el 1% de los más de 537 millones en contratos que la constructora Acciona recibió como principal beneficiaria de la red.
Pedro Sánchez deslinda
En plena conferencia de la ONU en Sevilla, Pedro Sánchez declaró que “el Partido Socialista actuó de manera contundente desde el primer momento” y que “ahora es el turno de la justicia”. Afirmó además que su gobierno mantiene “máxima colaboración” con las autoridades y volvió a negar haber conocido alguna irregularidad. La oposición, sin embargo, ha exigido su renuncia.
El escándalo ha sido especialmente dañino para Sánchez, quien en 2018 llegó al poder con un discurso anticorrupción tras una moción de censura contra el conservador Partido Popular (PP). Hoy, enfrenta la peor crisis política desde entonces y ha descartado dimitir o convocar elecciones anticipadas.
Durante su declaración ante el juez, Cerdán aseguró ser una “víctima” y sostuvo que su única motivación fue garantizar un gobierno progresista en España. La justicia, sin embargo, lo señala como una de las piezas clave de la organización investigada.
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