En conversación con COSAS, el periodista analiza el plazo inusual de la medida judicial que mantiene al exmandatario recluido en Barbadillo, mientras continúa el proceso. También sostuvo que el arresto domiciliario pudo ser una opción. En tanto, en su agrupación política, Vizcarra continúa como único candidato para las próximas elecciones
Por Daniel Crespo Pizarro
El plazo de cinco meses otorgado a Martín Vizcarra para cumplir prisión preventiva llamó la atención de expertos y analistas políticos. «Cuidado que, si es que sale dentro de cinco meses, será en plena campaña electoral. Sería un factor de perturbación. Es raro que solo le hayan dado cinco meses», aseguró Aldo Mariátegui.
Vizcarra recibió una sanción del Congreso de la República —ratificada por el Poder Judicial— para ejercer cargos públicos por un periodo de 10 años, lo que impediría postularse en las elecciones generales de 2026. A pesar de ello, ha expresado su intención de recurrir al Tribunal Constitucional y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se anule la inhabilitación, argumentando que fue arbitraria y carece de sustento legal.
Desde Perú Primero, partido que lidera el expresidente, siguen considerándolo como el candidato presidencial. Su secretario general, César Figueredo, aseguró en entrevista con Canal N que el detenido exmandatario se mantiene como la primera carta de apuesta por la organización para las elecciones generales del próximo año. “Nuestro plan es Martín Vizcarra. No hemos previsto ninguna alternativa”, dijo Figueredo.
La inhabilitación se dio tras el escándalo conocido como «Vacunagate«, en el cual se reveló que el expresidente y su entorno cercano recibieron vacunas contra la COVID-19 de manera irregular en octubre de 2020.

Martín Vizcarra se mantiene como la opción presidencial de su partido Perú Primero, pese a su inhabilitación política y prisión preventiva.
Mariátegui también considera que las pruebas contra el exmandatario son “aplastantes”. “El caso es bastante sólido contra él. Hay un peligro de fuga, los delitos son muy graves, existe un patrón de desobediencia a órdenes judiciales y su arraigo es débil”, afirmó sobre el exmandatario quien pasó su primera noche en Barbadillo, hoy convertido en un hotel penitenciario para expresidentes.
Para el periodista, el proceso debería resolverse con rapidez si se toman en cuenta las evidencias halladas en su contra.
Para el caso concreto, la fiscalía investiga el presunto cobro de S/ 2,3 millones en sobornos durante su gestión como gobernador regional de Moquegua (2011-2014). Parte del dinero habría sido entregado en 2016, cuando ya era ministro de Transportes y vicepresidente. El Ministerio Público solicita una condena de 15 años.

Para Vizcarra y su defensa, la decisión judicial es política.
Aunque plantea que un arresto domiciliario también pudo ser considerado, reconoce que la falta de arraigo personal y laboral justifica la prisión preventiva. “Con lo que ha robado no necesita trabajar, pero no tiene arraigo. Al no tener arraigo, se aplica la prisión preventiva”.
En su análisis, el caso también envía un mensaje al exterior: “Aquí se hace justicia, y en otros no. Es doloroso, pero sirve de ejemplo para naciones con mucha impunidad”. Además, cuestiona la prisión de Ollanta Humala por el caso de lavado de activos: “Recibir dinero en campaña no es lavado de activos. Humala es culpable de otras cosas, seguramente, pero aquí me parece que está preso por gusto”.
Póquer de expresidentes presos en simultáneo
Con la llegada de Vizcarra, Barbadillo alberga hoy a Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo, convirtiendo al Perú en un caso inédito: cuatro exmandatarios encarcelados al mismo tiempo.
Este penal, ubicado en el distrito de Ate, abrió sus puertas en septiembre de 2007 tras la extradición del hoy fallecido Alberto Fujimori. En un inicio fue pensado como un centro temporal mientras se construía un recinto en el Callao, pero durante el segundo gobierno de Alan García se decidió que Fujimori cumpliría ahí su condena.
En 2017, el Poder Judicial dictó prisión preventiva para Toledo por el caso Interoceánica y el INPE habilitó nuevos ambientes para recibirlo. Su internamiento, tras seis años prófugo en Estados Unidos, marcó un hito: nunca antes tantos expresidentes peruanos habían pasado por una cárcel. Con Vizcarra, la imagen de cuatro exgobernantes tras las rejas, uno junto al otro, se convirtió en realidad.

Alejandro Toledo, Pedro Castillo, Ollanta Humala y ahora Martín Vizcarra. Los cuatro expresidentes recluidos en Barbadillo.
Toledo fue condenado en 2024 a 20 años y 6 meses por recibir sobornos de Odebrecht y enfrenta un segundo juicio por lavado de activos. Humala cumple una pena de 15 años por aportes ilícitos de Venezuela y Odebrecht en sus campañas de 2006 y 2011, y afronta un pedido fiscal de 35 años por el Gasoducto Sur Peruano. Castillo está en prisión preventiva desde 2022 por su fallido golpe de Estado. Pedro Pablo Kuczynski, aunque no está recluido, sigue investigado y con impedimento de salida del país tras tres años de arresto domiciliario.
Sobre el régimen penitenciario, Barbadillo ofrece condiciones distintas a las de un penal común, con celdas individuales y acceso controlado a visitas. Está diseñado para internos de alta seguridad, aunque con un esquema que permite ciertos privilegios no habituales en otros centros.
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