La fascinación de la reina Isabel con los corgis no debería sorprender a nadie. A lo largo de su reinado, la monarca ha tenido más de un perro de esta raza en el Palacio de Buckingham. El último falleció este domingo.
Los corgis son un símbolo más de la corona británica y hasta son parte de los souvenirs que se ofrecen afuera del Palacio de Buckingham. Es innegable la cercanía que existe entre esta raza y la monarca, que conoció a su primer corgi a los 7 años, cuando su padre, Jorge VI, trajo a Dookie de una reconocida perrera local. Según cuenta Vanity Fair, el perro solo se llevaba bien con Isabel II y su hermana, la princesa Margarita.
Recién a los dieciocho años, Isabel II recibió a su primera corgi: Susan. «El afecto que sentían la una por la otra era tan intenso que incluso la acompañó en su luna de miel con el duque de Edimburgo», detalla una publicación de Vanity Fair. Nada más cercano a la realidad, ya que estos canes pequeños y robustos se convirtieron en sus leales compañeros: la reina procuró que siempre tuvieran la supervisión de un equipo de veterinarios y una dieta estricta donde no faltaba el pollo y el solomillo de ternera.
Reina pet friendly:
En una época donde no existían cuentas de Instagram caninas o cafeterías pet friendly con galletas gourmet para las mascotas, la reina Isabel fue una pionera en tratar a sus animales como si fueran sus amigos más cercanos. Según el libro Mascotas por designación real, Isabel II les preparaba calcetines llenos de juguetes por Navidad y sus corgis siempre se desplazaban con ella en limusinas o aviones privados.
La devoción de la reina por los corgis también llegó a YouTube. A propósito de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la reina participó en un sketch donde el reconocido actor británico Daniel Craig (James Bond en las últimas películas de la saga) la escoltó hasta la inauguración del evento. Tras su paso por el Buckingham Palace, el actor se topó con más de un corgi en el camino.
Fin de una época:
A lo largo de estos años, Isabel II ha visto fallecer a varios de sus corgis (la esperanza de vida de estos canes ronda los 12 años). Incluso, en la última portada de Vanity Fair en la que participó, solo aparecen cuatro de sus corgis con vida, teniendo en cuenta que ella ha criado 14 generaciones de esta raza.
El último corgi de la reina Isabel II, Willow, falleció este domingo a raíz de un cáncer. Tenía 14 años. Su muerte marca el fin de una era para la monarca, quien anunció este 2009 que dejaría de criar corgis porque no quiere dejarlos solos cuando ella pase a mejor vida. Si bien no está sola, ya que todavía tiene a Vulcan y Candy (corgis mezcla con salchicha), sus corgis de raza pura se han ido para siempre.