Parece que los duques de Sussex se tomaron un descanso de los deberes reales para darse una escapada y relajarse en el Lago de Como, situado en la región de Lombardía, en el norte de Italia. Un destino turístico exclusivo y famoso por su espectacular paisaje alpino.

Meghan Markle y el príncipe Harry en su primer acto público como duques de Sussex.

Meghan Markle y el príncipe Harry viajaron a Italia para relajarse y disfrutar de su tiempo libre rodeados de la naturaleza. La revista italiana Chi ha desvelado que la pareja real aterrizó el pasado jueves en un vuelo privado en el aeropuerto de Milán-Malpensa y se quedó hasta el domingo.

Meghan Markle

Los recién casados viajaron junto a sus buenos amigos George y Amal Clooney al destino europeo. La revista italiana informó que la duquesa y el duque de Sussex se hospedaron en la mansión exclusiva del actor de 57 años. Incluso, la publicación asegura que Meghan ayudó a cuidar a los gemelos de 1 año Alexander y Ella, mientras que Harry y George jugaban al baloncesto. Por otro lado, las parejas también disfrutaron de una exclusiva cena el sábado, a la que asistieron aproximadamente quince personas.

Villa Oleandra

En 2002, George Clooney compró Villa Oleandra en la localidad de Laglio en Lombardía, una espectacular mansión del siglo XVIII ubicada en el majestuoso Lago de Como. Sin embargo, George y Amal no son las únicas celebridades que pasan sus vacaciones en este paradisíaco destino turístico. La diseñadora de modas Donatella Versace y el político Silvio Berlusconi también residen a orillas de este lago. 

La residencia fue comprada por 11,7 millones de euros (135 millones de dólares), una cifra que justifica el lujoso recinto. Según Vanitatis, alberga 25 habitaciones, un cine al aire libre, piscina y enorme garaje. Para quien desee pasar una noche en este cotizado destino podría llegar a pagar aproximadamente 2000 dólares. 

Meghan Markle

En mayo, George y Amal fueron dos de los afortunados 600 invitados a la boda real de Meghan y el príncipe Harry en Londres, Inglaterra. Amal llegó al esperado evento luciendo un impresionante vestido amarillo canario firmado por Stella McCartney complementado con un sombrero a juego de Stephen Jones y unos tacones dorados de aguja por Gianvito Rossi, mientras que George se mostró muy elegante con un traje gris.