Conciertos, una orquesta de más de sesenta músicos, un desfile militar y fuegos artificiales fueron los protagonistas de todo un fin de semana lleno de celebración en honor al gran duque de Luxemburgo.
A pesar de la lamentable partida del gran duque Juan, fallecido el pasado 23 de abril, la familia ducal ha reunido fuerzas para no defraudar a sus ciudadanos en el Día de la Nación. Esta fiesta nacional, de gran importancia para el país, logra que el Gran Palacio Ducal abra sus puertas e invite a todos los ciudadanos a participar de inicio a fin.
Pero esa no fue la única celebración. El gran duque Enrique, quien sopló sus velas de cumpleaños el pasado mes de abril, celebró nuevamente sus 64 años. Esta vez, a pedido de la gran duquesa Carlota, se festejó en verano —como hacen otras monarquías europeas— en compañía de toda la ciudad.
Al estilo del gran duque
El domingo por la mañana, la jornada comenzó con conciertos alrededor del país. El más representativo fue el concierto en honor al gran duque Enrique, que se realizó en el edificio de la Filarmónica de Luxemburgo. A la cita, el jefe de Estado llegó acompañado de su esposa, María Teresa de Luxemburgo.
Tras el concierto en su honor, el soberano lideró el tradicional desfile militar y civil, acompañado por su hijo mayor, el gran duque heredero Guillermo; y su hijo menor, el príncipe Sebastián, quien debutó el año pasado en la tribuna tras completar su formación militar.
Por la tarde, la catedral de Luxemburgo acogió un año más la celebración religiosa del Día de la Nación con una misa Te Deum, a la que no faltó ningún miembro de la familia ducal.
El fin de semana de celebraciones culminó con una elegante recepción en el Gran Palacio Ducal, donde el monarca y su familia recibieron a representantes de la política y la sociedad civil. Para la ocasión, los integrantes de la familia lucieron sus mejores galas.
Según la revista HOLA, la celebración del Día Nacional incluso suele competir en elegancia con Royal Ascot, el otro gran evento real de los últimos días, acaparando todos los elogios de los garantes de la moda.
Finalmente, para cerrar con broche de oro, se realizó un desfile de antorchas, que culminó con un espectáculo de fuegos artificiales de tonos rojos, blancos y azules, en honor a la bandera nacional. Este año, por primera vez, la pirotecnia estuvo acompañada de la música en directo de una orquesta formada por 60 militares.