En 1974, un boxeador evitó que la princesa Anne fuera secuestrada. La reina Elizabeth II premió el valor del hombre otorgándole una medalla de honor. Ahora, cuatro décadas después, dicho reconocimiento ha sido vendido por 65 mil dólares. ¿El motivo? Te lo contamos a continuación.
Por Redacción COSAS
La noche del 20 de marzo de 1974, la entonces princesa Anne, de 23 años, se dirigía en un automóvil al palacio de Buckingham, tras acudir a un evento de caridad en Pall Mall, con su esposo, el capitán Mark Phillips. De pronto, otro vehículo les bloqueó el paso. Luego de disparar contra el chofer, el oficial de seguridad —a quien se le había atascado su pistola— y un periodista que había tratado de intervenir en el incidente, el conductor, Ian Ball, apuntó con un arma a la hija de Elizabeth II.
Afortunadamente, el ataque fue detenido por un joven boxeador que iba rumbo a casa con su esposa e hijos. Con un golpe en la cabeza, Ronnie Russell frustró el intento de secuestro y recibió un reconocimiento por parte de la monarca. «La medalla es de la reina, pero quiero agradecerte como la madre de Anne», expresó tras concederle la George Medal, una condecoración civil de segundo grado en mérito a su acto de valentía.
Por su parte, el autor del delito se declaró culpable de intento de secuestro y asesinato, y hasta el día de hoy permanece recluido en virtud de la Ley de Salud Mental en el Hospital Broadmoor.
A subasta
A 46 años del suceso heroico, el expeso pesado ha vendido la valiosa medalla. Russell afirma haberlo hecho a regañadientes dado que había estado «muy mal durante bastante tiempo». A sus 72 años, su salud se ha visto resquebrajada y quiere «estar seguro de haber hecho lo suficiente para pagar un funeral», señaló.
Durante la subasta con Dix Noonan Webb, la pieza que en principio se estimó que alcanzaría alrededor de 20 mil dólares, superó todas las expectativas. Finalmente, Russell se llevó a casa 50 mil dólares. Al culminar la venta, Ronnie, quien actualmente vive en Bristol, declaró: «Pensé que nunca se vendería, y menos por esa cantidad. Estoy absolutamente impresionado».
Cabe precisar que junto con la presea, se entregó una carta de 10 Downing Street informando al expúgil sobre el premio y un telegrama de la mismísima princesa Anne.
Pero Russell lanzó una advertencia al comprador, del que solo se sabe reside en el Reino Unido ya que pidió que su identidad se mantuviera en reserva. «Me gustaría que quienquiera que compre la medalla me invite a algún lugar para contarle lo que sucedió en la noche», manifestó.
En declaraciones al «Daily Mirror», además reveló que la reina pagó su hipoteca después del incidente. «Me preguntaron si tenía una hipoteca y le dije que sí», sostuvo y le respondieron: «Bueno, en realidad te estamos diciendo esto de manera anticipada, pero la reina va a pagar tu deuda como un regalo por lo que has hecho».
Fotos: @dixnoonanwebb, @katemiddletonekspertizi