Tras permanecer 28 horas en Londres, muchos royals cuestionan la asistencia de Harry a la coronación de su padre.
Por Sergio Herrera
Tras levantar una serie de incógnitas en las últimas semanas, el príncipe Harry finalmente decidió asistir a la coronación de su padre, Charles III, el pasado 6 de mayo. Ayer, The Telegraph reveló que a pesar de permanecer solo 28 horas en el Reino Unido, Harry pudo visitar el palacio de Buckingham. «Entró y salió poco después de la sede de la monarquía británica sin haber visto a ningún miembro de la familia real», aseguró el diario. Tampoco se reunió con su padre ni cruzó palabra alguna con su hermana, el príncipe William.
Ante la frialdad de su visita, un amigo de la familia real llegó a cuestionar el paso del príncipe Harry por Londres. Incluso, se preguntó por qué se ha molestado siquiera en venir. «Cada uno toma sus decisiones. Sinceramente, no es que se hablara mucho de Harry. La ceremonia acaparaba la atención», opinó la fuente anónima a Vanity Fair.
Así fue el breve itinerario de Harry por Londres
La noche del viernes pasado, el príncipe Harry llegó a Inglaterra, su país natal, para presenciar la coronación de su padre. Ya se sabía de antemano que el hijo menor del monarca acudiría solo, debido a que su esposa, Meghan Markle, había decidido permanecer en California para celebrar el cuarto cumpleaños de Archie, el hijo mayor de la pareja.
Este detalle importante condicionó en gran medida la permanencia de Harry en Inglaterra. El duque de Sussex quería regresar a su hogar para celebrar el cumpleaños de Archie, aprovechando las nueve horas de diferencia que hay entre Inglaterra y el estado de California. Así, declinó la invitación personal de su padre para unirse a él y al resto de los Windsor para disfrutar de un almuerzo formal tras la coronación. Tan fugaz fue la partida de Harry que cuando se estaban tomando las fotografías oficiales de los reyes Charles y Camilla, el príncipe ya se dirigía al aeropuerto de Heathrow.
El amigo de los Windsor afirma que la partida repentina de Harry no ha dejado indiferente a Charles III ni a sus seres queridos. «La familia está decepcionada y su padre, apesadumbrado», afirmó. Esto no impidió que el rey organice un brindis en honor a sus nietos, Archie y Lilibet, a quienes apenas conoce.
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