Se revelan los protocolos de Kate Middleton para contratar al personal de palacio, criar a sus hijos y dar pautas de alimentación. Quienes quieran ser parte del equipo de limpieza pasan por una rigurosa prueba.
Por Redacción COSAS
Kate Middleton, la siempre elegante Princesa de Gales, atraviesa un momento personal delicado mientras lucha contra el cáncer. Desde que anunció públicamente su diagnóstico en marzo y comenzó su tratamiento de quimioterapia preventiva, ha reducido considerablemente sus apariciones públicas para concentrarse en su salud. A pesar de esta dura batalla, Kate sigue siendo un pilar en la familia real, manejando con precisión tanto su vida personal como las exigencias del Palacio.
Los retos de trabajar en palacio
Aunque ha tenido que alejarse de sus responsabilidades reales, Kate sigue supervisando con rigor el funcionamiento del hogar. Para la Princesa de Gales y el Príncipe William, la eficiencia y la confidencialidad son fundamentales. Quienes deseen formar parte del personal de limpieza del Palacio deben cumplir con estrictos requisitos, incluyendo la capacidad de mantener la discreción total y un agudo sentido de la iniciativa.
Un ejemplo claro de la meticulosidad que se exige en el Palacio es la peculiar prueba que enfrentan los candidatos al puesto. Según Tracey Waterman, jefa de contratación, una mosca muerta es estratégicamente colocada en la habitación durante las entrevistas para evaluar la atención al detalle de los postulantes. “La diferencia entre una empleada doméstica en un hotel de cinco estrellas y una en un palacio real es la atención a los detalles”, explicó Waterman en el documental ‘Sandringham: The Royals at Christmas’. De cada diez candidatos, solo uno suele notar la mosca y tomar acción, demostrando así la precisión requerida para trabajar en un entorno tan exigente.
¿Cómo cría Kate Middleton a sus hijos?
En paralelo a su lucha personal, Kate se ha volcado en la educación de sus tres hijos, George, Charlotte y Louis. Incluso en estos momentos difíciles, se asegura de que sus hijos crezcan en un ambiente de respeto y calma. Según una fuente cercana, en el hogar de los Príncipes de Gales, los gritos están absolutamente prohibidos. “Cualquier insinuación de gritarse entre ellos se soluciona quitándolos del conflicto y hablando con calma”, señaló la fuente. Este enfoque resalta la importancia que Kate y William le dan al diálogo y a la reflexión en la crianza de sus hijos, estableciendo límites claros sin recurrir a la violencia verbal.
Las restricciones alimenticias en Palacio
El estricto protocolo no solo aplica al personal y a los hijos de la pareja real, sino también a ellos mismos. Uno de los aspectos más curiosos es la prohibición de ciertos alimentos por razones de seguridad. Según el experto en etiqueta Gran Harrold, los mariscos están vetados en la mesa de la familia real para evitar posibles intoxicaciones alimentarias que puedan interferir con sus compromisos. Esta norma, aunque peculiar, refleja el compromiso inquebrantable de Kate y William con sus deberes reales, incluso en medio de los desafíos personales que enfrentan.
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