Flamenco, magia y un espectáculo de drones iluminaron la noche a orillas del Golfo Pérsico. Todos los detalles de este evento a continuación.

Por Redacción COSAS

El Rey Juan Carlos reunió a su familia y amigos en una velada cargada de emociones en Abu Dabi, donde no faltaron el flamenco, la magia y un deslumbrante espectáculo de drones. Cerca de las 20:00 horas, comenzaron a llegar los invitados. Familiares y amigos procedentes de España se unieron a residentes de los Emiratos, creando un ambiente cálido y acogedor. Entre los asistentes estuvieron presentes los embajadores de Portugal y Estados Unidos, mientras que el embajador de Francia excusó su ausencia debido a compromisos en París.

La noche comenzó con un espectáculo de flamenco, una de las grandes pasiones del Rey Juan Carlos, que lo emocionó profundamente. Era como si, al no poder estar en España, España hubiera llegado hasta él. Laurence Debray, biógrafa del monarca, compartió detalles exclusivos de este evento especial que tuvo lugar el pasado domingo junto a la playa, en un entorno que logró acercar a España al corazón del Rey, incluso a miles de kilómetros de su tierra natal.

Una foto histórica y para el recuerdo: don Juan Carlos con sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina.

Una sorpresa en el cielo

La noche dio un giro sorprendente cuando 500 drones iluminaron el cielo al ritmo de la música de Paco de Lucía. Figuras simbólicas como la bandera de España, la corona, y momentos destacados de la vida del Rey aparecieron entre las luces. También se proyectó el rostro del jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, junto al mensaje “Gracias, Su Majestad”, en español y árabe. Este homenaje, organizado por el jeque como un regalo especial para su amigo, dejó una huella imborrable en los asistentes.

500 drones iluminaron el cielo al ritmo de la música de Paco de Lucía

Los drones se desplegaron mostrando diferentes momentos de la vida del Rey.

Familia, tradición y un ausente notable

El momento más familiar llegó con el pastel, que el Rey cortó con una espada, siguiendo la tradición. Sus hijos y nietos lo rodearon, mostrando la unidad y cercanía de su familia. Se tomaron el tiempo para saludar a cada uno de los invitados, destacando la calidez del evento. Sin embargo, la ausencia del Rey Felipe VI fue evidente, y aunque no se mencionó directamente, el Rey Juan Carlos no pudo evitar extrañarlo.

La celebración continuó hasta la madrugada, aunque el Rey se retiró poco después de la medianoche. Durante esa noche especial, el monarca dejó atrás las sombras de su exilio y volvió a sentir el cariño de su tierra a través de sus amigos y familiares. A pesar de estar a más de 5.000 kilómetros de España, quedó claro que el Rey Juan Carlos sigue llevando a su país en el corazón, un vínculo que ni la distancia ni el tiempo pueden romper.

Diferentes momentos del espectáculo de flamenco que amenizó la fiesta.

La infanta Elena junto a Laurence Debray.

El Rey Juan Carlos junto a la embajadora de Estados Unidos en los Emiratos, Martina Strong.

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