Al-Huzaini, de 53 años, asume el liderazgo espiritual de la comunidad ismaelita nizarí, convirtiéndose en el Aga Khan V. Sus seguidores conocieron su designación solo tras la apertura del testamento, como dicta la tradición de la ley islámica.
Por Redacción COSAS
La sucesión en el liderazgo de la comunidad ismaelita nizarí ha quedado confirmada tras la lectura del testamento del Aga Khan IV. Con el fallecimiento de Karim al-Husayni a los 88 años, la incertidumbre sobre su sucesor llegó a su fin: tal como se esperaba, su primogénito, el príncipe Rahim, ha sido designado como el 50º imán de los ismaelitas nizaríes, una comunidad que cuenta con casi 20 millones de seguidores en todo el mundo, especialmente en la India.

Aga Khan IV junto a su primogénito, el príncipe Rahim.
Recordando al Aga Khan IV
A diferencia de otras monarquías o linajes religiosos, la tradición de esta rama del islam chií establece que el nombre del sucesor solo se revela tras la apertura del testamento del imán fallecido. El Aga Khan IV no designó a su heredero en vida, sino que su voluntad fue comunicada póstumamente a su familia y a los líderes de las comunidades ismaelitas nizaríes en distintas partes del mundo.
Nacido el 13 de diciembre de 1936, el Aga Khan IV era hijo del príncipe Aly Khan y Joan Yarde-Buller. Educado en Le Rosey y Harvard, asumió el liderazgo de la comunidad ismaelita en 1957, con solo 20 años, tras la inesperada decisión de su abuelo de saltarse una generación en la sucesión. Bajo su guía, los ismaelitas navegaron tiempos difíciles, desde el fin del colonialismo en África hasta la caída del comunismo en Asia Central.

1959, Aga Khan IV visita Los Alamos National Laboratory en Nuevo México.
Aga Khan IV creía que el liderazgo religioso no debía estar desligado de la vida cotidiana. Como el 49º imán de los musulmanes ismaelitas nizaríes, tenía la responsabilidad de guiar espiritualmente a su comunidad y velar por su bienestar material. Su papel no solo incluía la preservación de la fe y las tradiciones, sino también la adaptación a los cambios del mundo moderno. Se esforzó en fortalecer la identidad ismaelita dentro del islam chií y en promover valores de pluralismo, educación y desarrollo sostenible.
Desde su impresionante residencia en Aiglemont, Francia, dirigió la Aga Khan Development Network (AKDN), una de las organizaciones de desarrollo más influyentes del mundo. Con más de 80,000 empleados en 30 países, la AKDN impulsa proyectos en educación, salud, desarrollo rural, infraestructura y cultura. Ha fundado universidades, hospitales y programas de microfinanzas en África, Asia y Oriente Medio, beneficiando a millones de personas, independientemente de su credo o nacionalidad

Se estima que la comunidad ismaelita nizarí se compone de entre 15 y 20 millones de seguidores.
El Aga Khan IV dejó cuatro hijos: la princesa Zahra, su primogénita; y los príncipes Rahim y Hussain, fruto de su matrimonio con la begum Salima; además del príncipe Alí, nacido de su segunda esposa, la begum Inaara. Aunque Zahra ha desempeñado un papel crucial en la Aga Khan Development Network (AKDN), dirigiendo su Departamento de Bienestar Social, su condición de mujer la excluyó de la línea de sucesión.
La princesa Zahra es, además, amiga íntima de la infanta Cristina, quien desde 2010 trabaja en la AKDN en Ginebra. En los momentos más difíciles del caso Noós, Zahra fue un apoyo fundamental para la infanta, ayudándola en su adaptación a la vida en Suiza y recomendándole inscribir a sus hijos en la Escuela Internacional de Ginebra, donde también estudian los suyos.

Begun Salimah, primera esposa de Aga Khan, con sus tres hijos, la princesa Zahra, el príncipe Hussain y el príncipe Rahim Aga Khan durante un viaje a Kenia en 1981.
El príncipe Rahim, Aga Khan V
El príncipe Rahim, ahora Aga Khan V, mantiene un perfil discreto en comparación con su abuelo, el príncipe Ali Khan, famoso por su matrimonio con la actriz Rita Hayworth. Sin embargo, su influencia es importante, pues lleva décadas desempeñando cargos de responsabilidad en la AKDN, supervisando proyectos de desarrollo en todo el mundo y representando a su padre en foros internacionales, lo que le valió el reconocimiento de distintos gobiernos.
Nacido el 12 de octubre de 1971 en Ginebra, Suiza, el príncipe estudió en la Universidad Brown de Rhode Island y en la IESE Business School de la Universidad de Navarra. Desde joven, viajó con frecuencia a Asia y África para supervisar iniciativas financiadas por la fundación que dirigía su padre.

Un joven príncipe Rahim en 1979.
En 2012, celebró su boda con la socióloga y modelo estadounidense Kendra Spears en una ceremonia íntima en el Chateau de Bellerive, en Suiza. A diferencia de otros enlaces dinásticos, contó únicamente con familiares y amigos cercanos. Más tarde, la pareja organizó una fiesta en Nueva York, en el Museo Americano de Historia Natural, con invitados como Leonardo DiCaprio, Naomi Campbell y Edward Norton, además de miembros de la realeza europea. El matrimonio tuvo dos hijos, los príncipes Irfan y Sinan, pero se divorciaron en 2022.

Aga Khan IV, Kendra Spears, príncipe Irfan y el príncipe Rahim.
Un linaje histórico
El linaje de los Aga Khan se remonta directamente al profeta Mahoma y ha permanecido intacto a lo largo de 50 generaciones. La designación de Karim al-Husayni como Aga Khan IV en 1957 fue una sorpresa, ya que su abuelo, Sultan Mahomed Shah, lo eligió por encima de su padre y su tío. En su testamento, explicó que, debido a los cambios en el mundo moderno, era preferible un líder joven. Los escándalos protagonizados por su hijo, el príncipe Ali, influenciaron esta decisión, en particular su mediático divorcio de Rita Hayworth.
Desde la noche del martes 4 de febrero, la comunidad ismaelita llora la muerte del Aga Khan IV. Sin embargo, este miércoles marca también el comienzo de una nueva era bajo el liderazgo del príncipe Rahim, quien además de asumir la guía espiritual de la comunidad, hereda una fortuna estimada en más de 15.000 millones de euros.
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