Feria de Sevilla: arte, fiesta y la consagración de Roca Rey en la Maestranza

Hay llega a su fin la Feria de Sevilla y COSAS ha publicado las alegres fotos de los peruanos que, como cada año, viajaron al sur de España a celebrarla a a ritmo del flamenco y vítores a Andrés Roca Rey. Pero con motivo del cierre de esta edición, queremos recordar también los vibrantes momentos que protagonizaron los peruanos en los últimos años.

Por: María Sarca Fotos: Ximena Monteverde

La Feria de Sevilla, también conocida como la Feria de Abril, es una de las fiestas más importantes de España, y se celebra en la ciudad del mismo nombre. Como todos los años, la gente se vistió con trajes tradicionales andaluces, bailó flamenco, bebió y comió en las casetas.

Los tradicionales coches a caballo de la feria.

El 2023 marcó un antes y un después para Andrés Roca Rey. La expectación era alta, como siempre lo fue desde que el limeño se convirtió en referencia obligatoria en el mundo del toreo. Aquel 26 de abril, la plaza de toros de la Maestranza no fue solo escenario de una faena impecable; fue la culminación de una promesa que durante años se quedó a medio camino. Cortó las tres orejas necesarias y atravesó, por fin, la Puerta del Príncipe, en hombros y entre vítores. Desde las gradas, banderas peruanas flameaban sin descanso y alguna camiseta de la selección se agitaba con orgullo en la arena.

Fernando y Juanjo Roca Rey Valdez, Mercedes Valdez, Fernando Roca Rey y Andrés Roca Rey Valdez, en su finca privada en Sevilla, 2023.

Belén Lopez-Guerra , Emilia Ortiz de Zevallos, Ivana Mulanovich, Catalina Belmont, Chiara Dasso, Michela Calda, Ofelia Sarmiento y Rafaella Ibárcena.

Fue una tarde de gloria que superó cualquier frontera, porque en Sevilla los triunfos también se celebran con guitarras, castañuelas y jarras de rebujito. Las casetas, decoradas con farolillos, vivieron una noche que mezcló la emoción taurina con la alegría desbordante de una ciudad que transforma lo cotidiano en celebración.

Chiara Dasso y Andrés Roca Rey.

Emilie Andress, Ximena Monteverde y Antonio Campos.

Denise García de los Heros y Aldo Berti.

Juan Pezo, Valeriana, Rodrigo, Gonzalo y José Ignacio Bullard y Álvaro Simpson.

Sebastián Mannucci, Christian Maya y Rainieri Mannucci.

Fernando Roca Rey.

Karina Timarchi y Allison Stewart.

José Ignacio Bullard, Antonio Rodríguez, Cecilia Burmester, Alicia Galán y Begoña Requejo.

Belen López-Guerra e Ivana Mulanovich.

Juanjo Roca Rey y Anahí Carrera Freire.

Carlos Augusto Dammert y Mónica Pierantoni.

Carmen Mayorga y Filippo Statuti.

Alexia Andress

Sebastián Dasso, Fernando Dasso Montero, Raúl Barrios y Paula Larrañaga.

Carla Mazzi y Sandro Corigliano.

Renzo Reggiardo, Alfredo Zambrano y Roberto Salazar.

Mónica Cacho Sousa y Ranieri Mannucci Tapia.

Rochi Prentice.

Chris Soto, Sandra Jiménez y Carla Dávila.

Lorenzo Belmont y Nuria Puig.

Aída Saravia, Malena Cisneros y José Antonio Andrade.

Jean Paul Lecussan, Ximena Ferradas y Raes.

Joi Sánchez y Antonio Pavón.

Lorena Valderrama y Giulio Aita.

Alfredo Zambrano y Magaly Medina.

Sergio Vinueza y Alexandra Crespo con las pequeñas Leonela y Máxima Vinueza.

Ana Lucía Strub y Cristina Mulder.

Masías Sánchez Gabuteau, Desirée Gabuteau, Nicolas Sánchez y Masías Sánchez Barinotto.

Karen Ferrando, Priscilla Galindo y Poli Marsano.

Luis Chau y Andrea Quesada.

Andrés Roca Rey con sus amigas peruanas que fueron para compartir un almuerzo en familia.

Albert Forsyth y Begoña Vereau.

Gisella Monsalve y Roberto Poblete.

Andrés Roca Rey salió por la Puerta del Príncipe dos años consecutivos: 2023 y 2024, consagrándose como leyenda viva en la Feria de Sevilla.

Un año después, la escena pareció repetirse, aunque con matices más intensos. En 2024, la Feria de Abril batió récords de asistencia, y con ellos creció la presencia peruana e internacional. En las calles de albero, los pasos eran más firmes, los vestidos más elaborados, los brindis más frecuentes. El calor sevillano no impidió que mujeres con trajes de lunares y hombres con chaquetas entalladas llenaran el recinto con esa mezcla entre solemnidad y desparpajo que define la fiesta andaluza.

Ese abril, Roca Rey volvió a hacer historia. Otra vez en hombros, otra vez la Puerta del Príncipe abierta para un peruano que, más allá del arte del capote, representa un vínculo cultural profundo. Sus triunfos no son solo suyos. Son compartidos por quienes cruzaron el océano para verlo, por quienes viven en Europa y encontraron en esa plaza una forma de reconectar con su identidad.