La Ruta del Barroco Andino impulsa la asistencia social de las comunidades de la provincia de Quispicanchis, Cusco. La iniciativa de la Compañía de Jesús permite al turista conocer cuatro joyas arquitectónicas al mismo tiempo que beneficia a los más necesitados.

Por Sebastián Arrieta

La Ruta del Barroco Andino (RBA), promovida por la Compañía de Jesús, propone un recorrido por cuatro templos:laCompañíadeJesús,SanPedrodeAndahuaylillas, San Juan Bautista de Haro y Virgen Purificada de Canincunca. Los beneficios generados por la RBA y las tiendas ubicadas en los distintos templos se destinan a obras de caridad en las capillas jesuitas del distrito de Quispicanchis, contribuyendo a la asistencia social de las poblaciones vulnerables y a la capacitación de las comunidades locales a través de talleres de textilería artesanal y confección de instrumentos musicales. De esta manera, se fomenta el desarrollo y bienestar de los lugareños.

Al ver el exterior, nadie imaginaría los maravillosos dibujos y adornos del interior de la Capilla de la Virgen Purificada de Canicunca.

La RBA no es solo un recorrido turístico tradicional; es una experiencia de turismo transformativo. “Esta ruta permite que el turista transforme la comunidad que visita y, al mismo tiempo, se transforme a sí mismo”, señala Isabel Miró Quesada, impulsora de la internacionalización de la RBA junto con la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Este proyecto es posible gracias a la iniciativa de la orden jesuita en el Perú con la colaboración de la UNIR, la Asociación de Servicios Empresariales Pedro Arrupe y la UTEC.

Un proyecto humanitario

La orden jesuita del Cusco pone diversas iniciativas de asistencia social a la población más necesitada en los distritos de Andahuaylillas, Huaro, Urcos y Ocongate, en la provincia de Quispicanchis.

Cuatro comedores brindan alimentación nutritiva a más de seiscientos cincuenta niños y niñas en situación de vulnerabilidad.

A continuación, la orden jesuita pone a su disposición cuatro bibliotecas que permiten la mejora del aprendizaje escolar. En estos lugares se realizan diferentes actividades para el desarrollo de la comprensión lectora infantil, así como la realización de las tareas escolares. Además, las salas de cómputo con acceso a internet fomentan la investigación y desarrollo de estrategias para el estudio. Finalmente, las ludotecas permiten el esparcimiento y recreación de los niños mediante actividades constructivas.

Talleres de formación

El compromiso social de Backus y la Compañía de Jesús ha implementado el “Taller de Lutería de Sinfonía por el Perú”, en el Complejo Parroquial de Huaro. El taller lleva el nombre “Sra. Marcela Temple de Pérez de Cuellar”, en honor a su trabajo como presidenta del World Monuments Fund (WMF) y a su iniciativa en este proyecto. Los jóvenes de 14 a 21 años aprenden el trabajo de los lutiers, elaborando instrumentos musicales a partir de distintas maderas.

Igualmente, la RBA promueve el aprendizaje y comercialización de tejidos artesanales de cincuenta mujeres del distrito de Andahuaylillas. Se capacita en las técnicas de tejido con palitos y el uso del telar para confecciones en lana de alpaca y algodón.

Los templos de la RBA

El estilo barroco, conocido por su exuberancia y profusión, en el Perú ha logrado un notable sincretismo entre el barroco español y los elementos nativos, creando el barroco andino. En los templos andinos es común encontrar tallas en piedra y alegorías en los lienzos que incluyen pumas, frutas del Nuevo Mundo como las piñas, y flores autóctonas.

El recorrido de la RBA se extiende a lo largo de tres kilómetros en el valle sur del río Vilcanota, permitiendo a los turistas explorar estas joyas desconocidas de la arquitectura virreinal en un solo día, partiendo desde la ciudad de Cusco.

Templo San Pedro Apóstol de Andahuaylillas

La historia de la denominada “Capilla Sixtina de los Andes” comienza en 1610, cuando el párroco Juan Pérez de Bocanegra inicia su construcción. Este templo, destacado por su impresionante artesonado mudéjar y rica variedad de lienzos, alberga dos órganos considerados los más antiguos de América Latina.

El baptisterio presenta una portada con la fórmula bautismal en cinco lenguas: latín, castellano, quechua, aimara y puquina. Las paredes del interior están adornadas con cuadros enmarcados con molduras de cedro y pan de oro. El presbítero Juan Pérez Bocanegra, en la primera mitad del siglo XVII, encargó al pintor limeño Luis de Riaño decorar los muros con programas evangelizadores, incluyendo murales como “El camino al cielo y el camino al infierno”.

La fachada principal cuenta con contrafuertes de piedra y una capilla abierta utilizada para oficios religiosos y enseñanza de la doctrina. El retablo mayor, tallado en cedro y cubierto de pan de oro, presenta en su parte central la Coronación de la Virgen, la imagen de la Virgen del Rosario y el tabernáculo de plata, flanqueados por las imágenes de San Pablo y San Pedro.

Templo San Juan Bautista de Huaro

Construida a finales del siglo XVI y principios del XVII, esta iglesia destaca por sus impresionantes pinturas murales interiores, que cubren techos y paredes. Realizadas por el pintor cusqueño Tadeo Escalante, las pinturas representan el viaje humano tras la muerte, incluyendo el juicio final, la gloria y el infierno. Se trata de una notable muestra artística del sincretismo entre simbología andina y el arte colonial en un programa evangelizador.

Destacan también el presbiterio con su artesonado mudéjar y casetones de madera. Por otro lado, el retablo mayor, de estilo barroco, tallado y dorado con pan de oro, construido en el siglo XVII por Martín de Torres.

Es muy impactante encontrarse con el mural de la iglesia San Juan Bautista de Huaro, que alegoriza el juicio final.

Capilla Virgen Purificada de Canincunca

La construcción de la capilla comenzó a principios del siglo XVII, y presenta una sola nave decorada con pinturas murales y cintillos de pan de oro que imitan cortinajes. Las decoraciones incluyen flores, frutas, aves y los diseños geométricos de los textiles andinos, destacando la iconografía del barroco andino.

El nombre de la capilla proviene de la combinación de dos palabras quechua: “canin” (morder) y “cunca” (cuello), refiriéndose a la unión de los bordes inferiores de dos cerros. Se cree que el área de la capilla fue parte de construcciones religiosas de la cultura Wari.

Originalmente, la capilla tenía un retablo con una pintura mural, de la cual solo queda la hornacina central con la Virgen de la Candelaria. Este retablo fue reemplazado a finales del siglo XVII por el actual retablo de madera tallada.

La compañía de Jesús

Construida sobre el templo inca Amaru Cancha en 1576, y reconstruida tras el sismo de 1650, esta iglesia tiene una planta de cruz latina y una fachada de piedra decorada con dos grandes torres y dos capillas anexas. La fachada presenta una portada-retablo de tres cuerpos y tres calles, flanqueada por campanarios lisos y pulidos en su parte inferior, con rica decoración en la parte superior. En el interior, destaca un impresionante altar mayor de 21 metros de alto, hecho de madera de cedro tallada y cubierto de pan de oro.

La iglesia alberga obras de arte notables, como el lienzo del matrimonio de Martín García de Loyola con la ñusta Beatriz Clara Coya, y una colección de lienzos sobre la vida de San Ignacio de Loyola.

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