Rafael Benavides comparte con COSAS la evolución de su asociación sin fines de lucro, que ha generado un impacto positivo en la región de San Martín mediante la reforestación y la creación de emprendimientos sostenibles, como un taller de papel, la producción de miel de abejas meliponas y un hotel ecológico.

Por: María Jesús Sarca Antonio

En el corazón de la Amazonía peruana, Rafael Benavides, junto con su hermana Ana Rosa, lidera Bosque Guardián, un área de conservación que involucra ecoturismo, reforestación y autosostenibilidad. El proyecto preserva más de 100 hectáreas de biodiversidad y demuestra que es posible proteger la naturaleza mientras se impulsa el desarrollo local.

Bosque Guardian Lodge es uno de los principales proyectos donde ofrece hospedaje en cabañas inmersas en la naturaleza, con vistas al bosque y la montaña.

Su interés por la conservación de la flora y fauna proviene de su padre, Alberto Benavides Ganoza, a quien vio fundar Samaca, un proyecto que convirtió un terreno árido en Ica en un oasis sostenible poblado de llamas y autogestionado gracias al rescate de tradiciones agrícolas andinas.

«Desde chico siempre tuve el sueño de conocer la selva, que era un paisaje misterioso y desconocido porque nosotros somos de la costa. Pasé buena parte de mi infancia en el desierto de Ocucaje«, cuenta Rafael.

En el mapa se puede observar los «árboles guardianes», como imponentes semilleros.

La iniciativa se gestó en un contexto complejo hace más de cinco años. San Martín fue una de las regiones más afectadas por la violencia del terrorismo y la expansión de cultivos de coca. «Inicialmente, quería construir una cabaña para tener una base para explorar la selva. Comencé a conocer la zona y sus problemas, me daba mucha pena. Lo que compramos estaba deforestado y lo que estamos tratando de hacer es regeneración de bosques con especies nativas», explica Rafael, quien contribuyó con la restauración de las tierras y la creación de senderos ecológicos que ahora protegen a especies de flora y fauna, como el colibrí ermitaño de Koepcke, ranas-dardo del Perú y también de orquídeas.

Una de las especies que habitan en esta zona es la muca o zarigüeya común cuya dieta se compone principalmente de insectos, lombrices, pequeñas serpientes, roedores y ranas. | Foto: @ernestobenavidesde

Entre sus iniciativas para preservar y restaurar el ecosistema, se encuentra el Plan Jaguar, que protege el hábitat del felino más poderoso de América; el Censo Forestal, que identifica las especies más antiguas, y el Vivero, destinado a restaurar áreas degradadas.

Una de las especies herbáceas que habitan perenne en las selvas tropicales es la Heliconia rostrata, que proporciona un delicioso néctar para las aves.

Otros proyectos son la Reforestación, que logró repoblar 14 especies de árboles nativos, y el Biohuerto, que promueve prácticas agrícolas sostenibles utilizando desechos locales. La Agroforestería, que ayuda a restaurar tierras degradadas, la Meliponicultura, que recolecta miel de abejas endémicas de la Amazonía, y  el Turismo sostenible, con rutas respetuosas con la fauna, son otras de sus iniciativas.

Aunque ha alcanzado la prosperidad, Bosque Guardián provocó tensiones durante sus inicios debido a que desplazó a los agricultores informales y traficantes de madera de la zona. Sin embargo, esta propuesta de preservación ha generado trabajo para los pobladores locales durante los últimos años. «No bastaba con sembrar árboles, sino que había que trabajar con la comunidad y encontrar alternativas económicas sostenibles para que la gente pueda ganarse la vida, pero que no sea a expensas de la deforestación«, sostiene su fundador.

Un modelo autosostenible

El hotel Bosque Guardián Lodge es una oferta ecoturística que concientiza a los visitantes acerca de la preservación de la Amazonía.

El ecoturismo es uno de los ejes principales sobre los que este proyecto construyó su modelo de desarrollo. Con el objetivo de generar conciencia ecológica, Rafael explica: «Queremos que el visitante se conecte con el bosque, que vea de cerca los problemas que enfrenta y que se sienta motivado a protegerlo«.

Bosque Guardián Lodge tiene un total de 12 cabañas fabricadas con bambú.

Agrega, que además de brindar una experiencia vivencial a los visitantes, el hotel es una de las principales fuentes de financiamiento. «Es un negocio que nos ayuda a sostener en gran parte nuestros otros proyectos sin fines de lucro». Y es que, al igual que el trabajo de su padre en Samaca, la dedicación y el esfuerzo de Rafael y su equipo han permitido que el proyecto florezca, convirtiéndose en un modelo autosostenible.

Hay un total de doce cabañas construidas de manera sostenible con bambú, promoviendo un turismo responsable y cercano a la naturaleza.

En el hotel, el 90% del personal de servicio está compuesto por trabajadores de comunidades locales.

Las experiencias en el lodge son únicas y exclusivas: desde caminatas por senderos ecológicos que atraviesan bosques nativos y rutas hacia los emblemáticos «árboles guardianes«, hasta cenas románticas en medio de la selva y observar las cascadas escondidas. También se puede realizar la ruta del cacao, donde los huéspedes tienen la oportunidad de hacer su propio chocolate artesanal.

Una de las experiencias son las cenas bajo el cielo estrellado, rodeadas de naturaleza.

Bosque Guardián mantiene una parcela con diversas variedades de cacao, y un taller donde se prepara chocolate artesanal.

 

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Bosques de Papel

Los talleres de Bosque de Papel fomentan el trabajo en las mujeres de la comunidad.

Otro de los pilares económicos es Bosques de Papel, un taller donde las mujeres que viven en el caserío aledaño, El Progreso, producen pulpa hecha a base de fibras vegetales, como palmas, plátanos y cacao, en vez de utilizar madera. Con él, se elabora un tipo de papel orgánico que, en gran parte, es vendido a restaurantes de prestigio como Central y Maido. Aunque también se emplea en figuras decorativas, artesanías, etc.

Esta lámpara de mesa, diseñada por Antero Vejarano, diseñador en Regeneración y Sostenibilidad, está fabricada con el papel hecho de fibra de plátano y bagazo de uva.

«El taller de papel, liderado por Ana Rosa Benavides, crea un ambiente de trabajo estable y formal, y les brinda la facilidad de cuidar a sus hijos en un espacio seguro», manifiesta Rafael.

Por otro lado, se destaca la producción de miel de abejas meliponas. Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura, dueño de Maido, destacó que este es uno de los ingredientes gourmet utilizados en su restaurante. Además, el proyecto impulsa la reforestación con plantas florales y medicinales, favoreciendo el hábitat de estos insectos nativos.

Las abejas nativas o también conocidas en la selva como ramiches son diminutas y no tienen aguijón. La miel, polen, propóleo y cerumen almacenado en el nido, tiene un alto valor medicinal, nutricional y cultural.

Nuevas formas de ver el bosque a través de la ciencia

Rafael también es hijo de una bióloga, de quien heredó la sensibilidad por los ciclos de la naturaleza y una mirada curiosa hacia el mundo que lo rodea. Esa influencia lo llevó a impulsar alianzas con instituciones como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Nacional de San Martín, promoviendo investigaciones científicas innovadoras, como el uso de ADN aéreo para identificar especies a partir del polvo suspendido en el ambiente. «Este tipo de investigaciones son cruciales para poder entender mejor el ecosistema y aplicar las medidas necesarias para protegerlo», enfatiza.

«Lo que hemos aprendido es que no se trata de imponer una lucha contra la caza o la deforestación, sino de transformar la mentalidad y ofrecer alternativas viables «, explica. El impacto ha sido tal que en 2023, el Gobierno Regional de San Martín firmó un convenio con la Asociación Bosque Guardián para apoyar la protección de sus recursos naturales.

En 2023, el Gobierno Regional de San Martín firmó un convenio interinstitucional con la Asociación Bosque Guardián, con la finalidad de contribuir con la conservación y protección de los recursos naturales y la diversidad biológica.

Rafael resume su experiencia como un «viaje interesante» ya que cuando llegó, desconocía muchas cosas: «He aprendido, junto a mi hermana, de la gente de la selva, de mí mismo, de la naturaleza. Hemos afrontado tantas  dificultades juntos. Me llevo de lección que no todo lo que uno haga siempre va a funcionar, pero algunas cosas sí. Hay que intentar que las cosas funcionen«.

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