Pantone apuesta por la suavidad del Mocha Mousse, pero el interiorismo actual se inclina hacia una estética más cruda y terrenal, donde los tonos pantano, musgo y arcilla ganan terreno en muros y maderas.
Por: Redaccion CASAS
Pantone apostó por la dulzura y la ligereza con su Mocha Mousse, un tono cálido con matices rojizos y malvas que, según Laurie Pressman, vicepresidenta del Pantone Color Institute, invita a reenfocar las experiencias y a disfrutar de los pequeños placeres. Su nombre —heredado de un postre aireado— encaja con la reciente preferencia por colores suaves, vaporosos y calmantes.

Mocha Mousse propone una calidez suave y sensorial que envuelve los espacios en ligereza y bienestar.
Sin embargo, mientras Pantone celebra lo dulce, el diseño de interiores parece haberse desplazado hacia una estética más cruda y terrenal. En estudios, showrooms y redes sociales, el protagonismo lo toman los tonos pantano, musgo, arcilla y barro: una paleta más turbia, natural y profundamente material.
La belleza de lo terroso y lo imperfecto
La británica Cassandra Ellis, fundadora de Atelier Ellis, lo resume con humor: “Creamos All the Queen’s Horses inspirados en los caballos reales. Es literalmente el color del lomo: profundo, terroso y natural”. Su colección incluye tonos como Warm Mud Brown, Bird’s Nest y Fallen Plum, unidos por una misma idea: la belleza de la imperfección.

Tonos cálidos, terrosos y envolventes que buscan reconectarnos con lo esencial: la naturaleza y la textura orgánica.
En Instagram, el verde Bancha de Farrow & Ball acumula miles de menciones, mientras estudios como Muka, en California, apuestan por pintar cabañas completas en verdes lodosos para alcanzar ese ideal contemporáneo de refugio natural. “Vivimos en una época tan acelerada que ya ni el minimalismo beige logra calmarnos”, dice Ellis. “Queremos sentirnos enraizados”.
Los nuevos neutros del interiorismo contemporáneo
La artista y diseñadora Faye Toogood coincide. Su colección Gummy incorpora ocres, marrones y verdes elaborados con fibras naturales. “Hoy más que nunca necesitamos reconectar con la naturaleza. Nuestro bienestar depende de ello”, afirma.

Lejos del beige minimalista, la decoración actual encuentra calma en paletas inspiradas en el barro, el musgo y los paisajes naturales.
Para la diseñadora inglesa Hollie Bowden, estos tonos “sucios” son los nuevos neutros: una base envolvente desde la cual los colores vibrantes respiran mejor. “Pinté un piso verde oscuro y lo cubrí con una alfombra de leopardo; parece dramático, pero se siente neutro”, cuenta.
Así, mientras el Mocha Mousse sigue siendo un símbolo de calidez sensorial, los interiores actuales se hunden cada vez más en el barro y el musgo. En tiempos inciertos, la decoración busca justamente eso: volver a lo real, lo imperfecto y lo vivo.
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