1. Un culto del espectáculo
Mario Acha Kutscher reflexiona sobre la evolución del arte y la violencia en el último siglo, y lo hace a través de una serie de videos, imágenes y textos. “Grietas contemporáneas: Arte, Sociedad (Versión 1)” plantea una mirada crítica sobre la disciplina como espectáculo y su transformación en mercancía. La exposición se presenta en la Galería Juan Pardo Heeren del Icpna del Centro de Lima, hasta el 24 de abril.
2. Señales desapercibidas
“Luz negra” es un homenaje a la sutileza. La muestra de Fernando Prieto está conformada por una instalación de pinturas sobre soportes de madera que juegan con la exposición a la luz natural, una serie de dibujos con reminiscencias a las partículas de polvo o constelaciones, y otro conjunto que evidencia la gravedad, junto a una pieza sonora. Un manifiesto conformado por experiencias físicas delicadas, en tiempos convulsos.
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Se exhibe solo hasta el 12 de abril, en Galería del Paseo.
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3. Bajo control
El trabajo de Raura Oblitas ha estado marcado por un análisis obsesivo de la educación y la violencia. Habla de mecanismos de control que también es posible rastrear en los ámbitos militares y religiosos. Y eso es, precisamente, lo que hace en “Soldados del amor”. A partir de una serie de referencias al arte colonial cristiano y la infraestructura estatal, la artista analiza los procesos de control físico y psicológico que logran restringir los caminos de acción y pensamiento de las personas. La exposición se puede visitar en la Galería 80m2 Livia Benavides, hasta el 16 de abril.
4. El cuarto poder
Sonia Cunliffe apela a la investigación periodística de Maribel Acosta sobre la asistencia médica cubana a más de 26 mil niños afectados por el desastre nuclear de Chernóbil para hablar de la construcción de discursos a través de los medios de comunicación. “Documentos extraviados: niños de Chernóbil en Cuba” no se limita al registro: plantea interrogantes sobre la manipulación de la información en diferentes contextos. La exposición está curada por Jorge Fernández Torres, y se presenta en la capilla del Antiguo Colegio Mercedes Cabello de Carbonera –esquina de los jirones Andahuaylas y Junín, Centro de Lima–, hasta el 12 de junio.
5. Herencias de conquista: el nuevo proyecto de Vera Matos
El artista peruano José Vera Matos hace una relectura de las expresiones culturales latinoamericanas, en busca de los símbolos de la dominación española que persisten hasta nuestros días.
“Nueva alma salvaje” surgió dentro del programa de residencias artísticas del Museo Mario Testino y de la Fundación Delfina; y está compuesta por un videoinstalación que fusiona dos proyecciones: en la primera, un hombre tararea un bolero y es sistemáticamente interrumpido por imágenes inconexas de un crucifijo, una botella de whisky, un reloj. “Al ser íconos ambiguos se revelan simultáneamente como instrumentos de dominación social y como sueños de aspiración social”, explica el curador Max Hernández Calvo. Y, por otro lado, una segunda proyección hace foco en las manos del cantante. Allí, entrelazadas hay cadenas doradas que, en otra lectura, remiten a la esclavitud.
Estas piezas, finalmente, se complementan con una instalación que combina cerámicas rotas, palos de cera y vasos de whisky en las rocas, como símbolo de una historia de fracturas todavía en construcción. La exposición se puede visitar hasta el 26 de junio, en MATE.
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Por Gloria Ziegler
