La monarca celebra hoy un aniversario más de su compromiso con Felipe de Mountbatten. Sin embargo, ese no es el motivo de su primera ausencia en un bautizo de la realeza británica.
Nadie esperó que la reina Isabel no asistiera hoy al bautizo de su nieto más pequeño, Louis de Cambridge, que ocupa el quinto lugar en la línea de ascensión al trono. En un principio, se pensó que el motivo era que el día de la ceremonia, 9 de julio, coincide con un aniversario más del anuncio de su compromiso con Felipe de Mountbatten, príncipe de Grecia y Dinamarca. En 1947, la noticia de la unión se difundió con una de las fotos más cariñosas que se conocen de la pareja.
Sin embargo, fuentes oficiales han señalado que ese no es el motivo de la ausencia de la soberana. Tampoco se trata de un tema de salud. Sucede que la reina, de 92 años, tiene esta semana citas señaladas entre Londres y Windsor, entre ellas la polémica visita de Donald Trump al Reino Unido. Así que se espera que Isabel II regrese de la casa de campo de Sandringham, su lugar de descanso favorito para los fines de semana, este lunes para afrontar una ajetreada semana.
