La reina Elizabeth II y el duque de Edimburgo llevan 72 años de matrimonio. Aquí recordamos cómo se conocieron los abuelos del príncipe William y el príncipe Harry. 

Cuando Elizabeth II y el príncipe Philip se casaron, Elizabeth era la hija del monarca del Reino Unido y los ojos del reino aún no estaban puestos sobre ella. Cuando su padre, Jorge VI del Reino Unido, falleció en 1952, ella ascendió inmediatamente al trono: tenía 5 años de casada cuando las cosas empezaron a cambiar en su matrimonio. 

La reina Elizabeth II y el duque de Edimburgo visitaron Ghana en 1961. Instagram: @theroyalfamily

Romance real

Si bien el príncipe Philip tiene ascendencia noble como la reina Elizabeth II, su familia huyó de Grecia cuando su tío, el rey Constantino I de Grecia, fue obligado a abdicar. En paralelo, el príncipe fue partícipe del desmoronamiento de su familia. «Su madre acabó ingresando en una orden religiosa y su padre buscó consuelo en las mesas de juego».

Por ello, él vivió con varios familiares antes de unirse a la Marina Real británica y conocer a la reina Elizabeth. La primera vez que ambos se vieron fue en 1934, cuando él aún era el príncipe Philip de Grecia y Dinamarca. Su segundo encuentro fue en una reunión en el Britannia Royal Naval College: Isabel, de solo 13 años, quedó totalmente enamorada de él en ese evento. 

Isabel II y su esposo en el matrimonio de la princesa Eugenie de York. Instagram: @theroyalfamily

«Philip era muy rubio, alto y atlético, e Isabel se enamoró de él instantáneamente, como confirmó después al biógrafo oficial de su padre», cuenta el diario El Mundo. En ese entonces, Felipe tenía 19 años y era un cadete de la Real Academia Naval de Darmouth.

Ambos continuaron su comunicación a través de cartas durante toda la Segunda Guerra Mundial, mientras el príncipe Philip servía en la Marina británica. El amor de Elizabeth II pudo más, ya que lo esperó hasta su retorno, en 1946. Solo un año después, en 1947, el rey Jorge VI les dio el visto y la pareja contrajo matrimonio. 

Imagen del día de la boda entre la reina Elizabeth II y Philip de Edimburgo.

Según el diario El Mundo, «los cinco años siguientes fueron, a juicio de sus amigos, los más felices de la pareja». Basta con ver The Crown para entender como, a raíz de que Elizabeth II se convirtiera en la reina del Reino Unido, la distancia entre ella y su marido empezó a generarse.

El duque de Edimburgo, que obtuvo este título tras su matrimonio, jamás pudo con el peso de estar siempre detrás de la reina.