Eve Hewson parece decidida a resquebrajar todos los prejuicios de la opinión pública. Si hasta hace unos años, se veía obligada a declarar en cada entrevista que ser la hija de una celebridad no la ayudaba a desarrollar una carrera seria en la actuación, eso ya no será necesario: el año pasado fue elegida por Steven Spielberg para trabajar junto a Tom Hanks en la premiada “Bridge of Spies”, y, a los 24 años, su interpretación en la segunda temporada de la serie “The Knick” ya ha logrado llamar la atención de la crítica.
Su aventura en la actuación no es, como en muchos otros casos, fortuita. Antes de empezar su carrera con el cortometraje “Lost & Found” (2005) de la directora Erica Dunton, tuvo que superar el rechazo de Bono y Alison Hewson cuando les dijo que quería convertirse en actriz. “La mayoría de los padres quieren que sus hijos sean abogados, arquitectos o doctores, y eso también les pasó a los míos. Creo que simplemente estaban siendo protectores”, ha explicado en varias oportunidades.
Dos años después, mientras cursaba estudios de interpretación en la New York Film Academy, volvería a trabajar con Dunton en la película “The 27 Club”, y, en 2011, se ganaría un lugar junto a Sean Penn en “This Must be the Place” de Paolo Sorrentino. Pero las cosas no han sido fáciles para esta joven que estuvo expuesta al escrutinio público desde el inicio. “Un actor con padres anónimos puede tener más tiempo para formarse sin despertar tanta curiosidad, pero en mi caso, desde el principio hubo gente que se fijó, lo que definitivamente supone más presión”, contó en una entrevista para “El País”.
La irlandesa también tuvo que hacer frente a varios rechazos –probablemente marcados por el prejuicio–, pero fue justamente con su perseverancia que logró ganarse el apoyo de sus padres e integrar el elenco de “Enough Said” y “Blood Ties”, en 2013.
“Lo bueno de Hollywood es que es tan despiadado que no importa quién seas. Si no vales para el papel, no vales. Ningún director se la va a jugar con su película por poner en un titular que en el reparto está el hijo de alguien”, explicaba en una entrevista publicada en “GQ”, cuando aún parecía necesario dejar en claro que sus logros no se debían nada más que a su trabajo.
Pero la historia empezaría a cambiar con su llegada a “The Knick”, la serie que refleja los problemas de la medicina moderna en una Nueva York de 1900. Y ahora, ya consolidada en la segunda temporada de la serie protagonizada por Clive Owen, Eve también ha logrado atraer la atención de la casa Chanel. Y eso demuestra que su tenacidad –y talento– darán aún mucho más que hablar.