A pesar de que en la pasada temporada de premios terminó llevándose un Globo de Oro y el Oscar en la categoría de Mejor Actor por su magnífica interpretación del cantante Freddie Mercury en la cinta “Bohemian Rhapsody”, el actor de origen egipcio reconoce que su personaje en la serie “Mr. Robot”, Elliot Alderson, es, hasta la fecha, quien realmente cambió su vida y le llegó al corazón. El show estrenará este año su cuarta y última temporada.
Por Yenny Nun
En “Mr. Robot”, Rami Malek interpreta a un conflictivo ingeniero especializado en seguridad cibernética quien, junto a Mr. Robot, personificado por Christian Slater, comienza una revolución para cambiar al mundo a través del hackeo. Ambos trabajan para la empresa Fsociety, inspirada en el grupo activista Anonymous.
Rami Said Malek nació en Los Ángeles el 12 de mayo de 1981 y estudió Arte Dramático en la Universidad de Evansville. Su padre, quien ya falleció, era guía turístico en Egipto, mientras que su madre es contadora. Malek comenzó trabajando en series de televisión y luego en películas como “Night at the Museum”, “The Master” y “Papillon”. Pero la fama mundial le llegó gracias a “Bohemian
Rhapsody”, que recaudó 900 millones de dólares, donde, además, conoció a su actual novia, la actriz de 25 años Lucy Boynton, quien interpretó a Mary Austin, la pareja de Mercury en la cinta.
Conversamos con el actor en Nueva York. Muy simpático, sencillo y con muy buen sentido del humor, respondió a nuestras preguntas.
¿Te afectó llegar al tramo final de “Mr. Robot”?
Bastante. Al comienzo me decepcioné. De hecho, llamé por teléfono a Sam (Esmail, creador y director de la serie) y le pregunté: “¿No podríamos extenderla por una temporada más?”. “Realmente amas esta serie”, me dijo. “Amo a ‘Mr. Robot’, amo a mi personaje Elliot y, además, me encanta trabajar contigo”, le respondí.
¿Por qué sientes tanto apego por este personaje?
Aunque disfruto haciendo películas, “Mr. Robot” es algo extraordinario: cambió la manera en que hacemos televisión y cómo la percibimos, cómo miramos a los héroes de este mundo. Y lo que siempre me ha encantado de Elliot es que es un joven que, por sus características, no debería haber sobrevivido en el mundo, y menos aún tratando de salvarlo y de salvarse a sí mismo. Él sufre de ansiedad social, está de luto, y en los últimos episodios descubrirá cosas tremendas de su propia vida, pero incluso así encuentra la forma de ver el mundo y afirmar: “Soy capaz de ayudar a cambiar la manera en que percibimos las cosas, nuestras voces, nuestra identificación como seres humanos, para darnos cuenta de que somos poderosos, aunque a veces nos sintamos muy pequeños”. En todos lados –especialmente los jóvenes–, me cuentan que se sienten atraídos por “Mr. Robot”. Y eso es lo que extrañaré: interpretar la voz del postergado, del ser dejado atrás, del ignorado.
¿Acabas de regresar del set?
Sí, recién terminamos de grabar. Cuando hoy me presenté al trabajo, Sam me preguntó: “¿Qué hiciste el fin de semana?”. Le contesté: “Dormí desde que llegué a mi casa el viernes hasta la tarde del domingo”. “Estoy feliz de escuchar eso”, me dijo, porque sabe todas las horas que hemos trabajado; ha sido una de las temporadas más difíciles. Y, cuando hemos descansado o tenido algún tiempo libre, he partido a trabajar en la nueva película de Bond. Como verás, es un ritmo muy, muy agotador.
¿Y te relajas con whisky o fumando un puro?
Con ninguno de los dos; me basta una copa de vino (risas).
Me imagino que te emocionaste cuando ganaste el Oscar por tu trabajo en “Bohemian Rhapsody”.
Los actores solemos poner cara de póquer en esas premiaciones; a todos se nos aprieta el estómago, pero tratamos de ocultar las emociones, aunque realmente lo que queremos es que anuncien nuestro nombre. Como te puedes imaginar, fue algo extraordinario. Durante esos momentos, repetía una y otra vez los nombres de los otros actores nominados en caso de que uno de ellos fuera el elegido, para estar preparado. Todas sus interpretaciones eran fantásticas. Y cuando finalmente anunciaron mi nombre, fue una verdadera sorpresa, un momento extremadamente especial que nunca olvidaré. Jamás pensé que llegaría a estar en esa posición. Siempre soñé simplemente con conseguir un trabajo y, cuando inicialmente me contrataron para “Mr. Robot”, para mí ya era lo máximo. Interpretar este personaje, contar la historia junto a Christian (Slater) y, por supuesto, trabajar con Sam y el resto del elenco, fue un trofeo para mí.
¿Y cómo celebraste cuando ganaste el Globo de Oro a Mejor Actor por la misma película?
Celebramos toda la noche en el hotel Chateau Marmont, donde habíamos reservado una pieza, junto a Brian (May) y Roger (Taylor) –ambos integrantes del grupo Queen–. También llegó mi familia y, por supuesto, mi novia, Lucy. Lucy y yo nos tomamos una foto riendo de oreja a oreja con el Globo de Oro en nuestras manos; fue nuestro momento favorito de esa noche. Ahora guardo mi Globo de Oro junto con el Oscar, y te juro que no los tengo en mi baño (risas).
¿Qué nos puedes adelantar del final de “Mr. Robot”?
La totalidad de los episodios tiene lugar en el año 2015, durante el día de Navidad. La historia completa transcurre en ocho meses, por lo que Elliot envejece bastante durante ese lapso. Cuando piensas por todo lo que ha pasado, te das cuenta de lo agotadoras que sus experiencias han sido para él, lo que se refleja en su apariencia. Elliot tiene una agenda determinada y está dispuesto a todo con tal de conseguirla.
¿Estás feliz con ese final?
Extremadamente feliz. Creo que será conflictivo y llevará a reflexionar. Según la perspectiva de Elliot, el mundo y la realidad cada vez están peores. Y el mensaje del show es “miren el mundo, todos deseamos algún tipo de cambio, pero ¿qué estamos haciendo para lograrlo?”. La serie nos pide que nos miremos al espejo, que nos veamos a nosotros mismos. Lo extraordinario de “Mr. Robot” es que se ha anticipado a muchos hechos, como el hackeo a las elecciones del Partido Demócrata en Estados Unidos. Muchas veces, después de leer el guion, le comentaba a Sam: “Esto no podría suceder en la realidad”, y él me respondía: “Te juro que es posible”. Y al mes o al año, exactamente, ocurría lo mismo que él escribió. Esta temporada predecimos más cosas; si llegaran a suceder, estaré en shock y muy enojado.
¿En algún momento le has manifestado al director Sam Esmail tu admiración por él?
Justamente ayer le escribí para confesarle que esta ha sido una de las experiencias más extraordinarias de mi vida, que lo considero un verdadero héroe, no solo por su capacidad artística, sino por sus cualidades humanas y por el respeto con el cual trata a los actores, aparte de ser un director y un guionista fabuloso. Le confesé que realmente lo admiraba. Tener esa relación con él es el regalo más grande de mi vida; con esto ya tengo la vida bendecida.
Al interpretar a Elliot, un personaje tan complejo que mira al mundo desde la oscuridad, ¿qué opinas de la realidad actual? ¿Eres optimista o pesimista?
Me gustaría pensar de mí mismo como una persona optimista. En los últimos años, me he involucrado en ciertos tipos de activismo. Me afectó profundamente interpretar a Freddie Mercury, quien murió muy joven aquejado de sida. Junto a Bono, creamos el grupo Red, y luego partí a África para visitar clínicas, escuelas, y conversé con muchos niños. Allí todavía existe una pandemia. Quiero decir que ya encontramos una cura para la enfermedad, pero en esa parte del mundo no es fácil hallar el medicamento. Es entonces cuando nosotros entramos a ayudar. También colaboro con Global Citizen y otras organizaciones benéficas. Creo que personajes como Elliot te abren el horizonte respecto a lo que se puede hacer, lo que me da esperanzas de lo que todos podemos lograr como sociedad. Vemos lo que está ocurriendo en el ámbito político, lo que nos hace preguntarnos si somos responsables en cierta manera de lo que está pasando. Y ¿por qué no podemos tener un futuro mejor? Quizá no immediatamente, pero sí tomando decisiones que nos impulsen hacia adelante. Por eso soy optimista.
El malo de la película
Tuviste oportunidad de ver “Rocketman”. ¿Qué pensaste de la cinta, que fue dirigida por el mismo director a cargo de la parte final de “Bohemian Rhapsody”?
Nos hicimos muy buenos amigos con Dexter Fletcher y, por eso, prefiero no afirmar, como muchos, que “Rocketman” no es “Bohemian Rhapsody” (risas). Creo que Dexter trabajó muy duro dirigiendo “Rocketman” y nos ayudó a terminar “Bohemian Rhapsody” luego de que Bryan Singer, el director original, fuera despedido. Creo que “Rocketman” es un filme excepcional. Además, cuando visité el set, le ofrecí todo mi apoyo a Taron (Egerton, el actor que interpreta a Elton John).
¿Qué pensaste cuando leíste por primera vez el guion de la nueva película de James Bond? ¿Sentiste el peso de la franquicia?
Sí, sentí mucha responsabilidad. Todos crecimos mirando películas de James Bond, pero lo que pensé es que ya interpreté a otro inglés, Freddie Mercury, y lo hice bien, por lo que decididamente soy capaz de encarnar a este villano en Bond.
¿Estás diciendo que el villano es inglés?
No (risas), pero Bond es otro personaje inglés muy querido. Aún no he grabado escenas con Daniel (Craig), pero estoy feliz de trabajar con él: es un actor que admiro mucho. Lo vi en “The Girl with the Dragon Tattoo”, en “Layer Cake” y, por supuesto, en las películas de Bond. Ser parte de esta franquicia es ser parte de la historia del cine. Mi personaje es fabuloso. Ya grabamos en Noruega durante una semana… ¡El director Cary Joji Fukunaga es increíble!
¿Es verdad que Daniel Craig se accidentó?
Es cierto. Por eso están filmando escenas donde él no aparece. Cambiaron el plan de rodaje. Daniel está llevando terapia física y tiene una pierna inmovilizada. Esperemos que pronto se recupere.
¿Trajiste algo de Elliot al villano de Bond?
Creo que ambos pueden ser muy maliciosos, aunque ellos no se den cuenta. Lo que hace un buen villano es que nunca se ve como tal.
¿Qué aprendiste de “Mr. Robot”?
Me enseñó mucho de mí mismo. Lo que significa hacer algo especial en tu vida, algo que te llene como ser humano, a pesar de los obstáculos. Estar a veces desesperado, sintiendo que eres muy diferente a los demás… Me conecté con Elliot a un nivel muy espiritual y emocional. No sé si algún día me pueda despedir de él, pero ahora estoy muy triste de que esta etapa se termine.
Muy enamorados
Desde hace dos años estás en una relación sentimental con la actriz Lucy Boynton. ¿Qué crees que es lo más importante en una relación?
Tener una excelente comunicación.
¿Cómo la has sorprendido?
Invitándola a un concierto de Elton John y otras cosas más que prefiero no divulgar.
Ella nos contó que trajo al grupo Queen para tu cumpleaños…
Lucy planificó todo y solo me dijo: “Asegúrate de estar libre el sábado por la noche. Y el viernes en la noche, cuando volví del trabajo, me llevó al techo del edificio y se me cayó la cara. Ahí estaba Gwilym Lee, quien interpreta a Brian May en “Bohemian Rhapsody”, Joe Mazzello, quien encarna a John Deacon, y Ben Hardy, quien interpreta a Roger Taylor. No lo podía creer. No podía creer que Lucy hubiera reunido a todos y planificado el fin de semana completo. No podía creer que tenía la suerte de tener una mujer tan considerada en mi vida. Ella es mi aliada, mi confidente, mi amor. La voy a ver a Londres cada vez que puedo. Las cosas marchan viento en popa (risas). Tienes fama de vestirte muy bien…
Trato de hacerlo sin un estilista.
Me gusta la moda, siempre me ha gustado, es otra manera de expresarme. Ilaria Urbinati me ayuda de vez en cuando. Hoy estoy usando Saint Laurent.
¿Qué es lo que te mantiene tan honesto?
Siempre he sido muy cercano a mi familia y ellos nunca me permiten olvidar de dónde vengo y quién soy. Tengo un hermano gemelo y, si alguna vez intentara ser alguien que no soy, él sería el primero en mirarme y decir: “¿Qué está pasando? Vuelve a la realidad”. Estoy junto a él y me veo a mí mismo inmediatamente; es el barómetro por el cual me mido. Aunque somos gemelos y soy cuatro minutos mayor que él, siempre lo he visto como a mi hermano mayor. También tengo una hermana que es médico de emergencias; salva vidas, por lo que, comparado con ella, no me puedo sentir demasiado encumbrado. Y ahora tengo alguien en mi da que me da sorpresas muy especiales, que tiene una sonrisa preciosa y que también me mantiene aterrizado. Muchos me ven y creen que me hice famoso de un día para otro, pero no ha sido así. Me tomó mucho tiempo llegar adonde estoy. Escuché la palabra “no” más de mil veces.