La XVIII edición de los Juegos Panamericanos será difícil de olvidar. El evento deportivo no solo ha situado a Lima como una ciudad en la que es posible realizar eventos de gran magnitud, sino que también ha representado un récord histórico para el país. El Perú ha ganado el número más grande de medallas que hemos obtenido desde la primera edición del encuentro deportivo en 1951.
Por María Alejandra López Fotos de Andina y Prensa Presidencia*
Todo jugaba en contra de Lima 2019: tuvieron que pasar tres años para que en 2016 se designara a un responsable para el proyecto (en 2013, durante el gobierno del expresidente Ollanta Humala, la capital del Perú fue elegida para ser la sede de la décimo octava edición).
En setiembre de ese año, el ex ministro de Educación Jaime Saavedra nombró a Carlos Neuhaus como presidente del Comité Organizador de los XVIII Juegos Panamericanos y VI Parapanamericanos Lima 2019, un desafío que el expresidente de la Federación Peruana de Surf no dudó en aceptar. “Esta es una ola que no la voy a correr solo sino con todos los peruanos que quieren colaborar”, precisó en aquel entonces, cuando la marea recién empezaba a crecer.
Tiempo récord
Como reveló en numerosas entrevistas, Neuhaus no hubiera podido llegar a la fecha si no hubiese sido por la modalidad de contratación que permitió acelerar los contratos. “Logramos que el Congreso pasara una legislación especial para que se pudieran conseguir acuerdos de gobierno, apoyo de las Naciones Unidas y, por ejemplo, agilizar los trabajos de preparación de los terrenos con las Fuerzas Armadas”, detalló en una conferencia de prensa.
El apoyo del gobierno británico también fue vital: en el acta de la sesión del comité organizador, que se firmó en 2017, se estableció que el Reino Unido apoyaría al Perú en la revisión de la documentación, la supervisión del expediente técnico y la supervisión de las obras; y brindaría asesoramiento transversal ante cualquier contingencia que se presentara hasta el fin del proyecto. “Hay especialistas que están en diversos lugares del mundo que ya saben cómo hacerlo y ver dónde están los problemas, y nosotros no teníamos tiempo para equivocarnos y patear la misma piedra”, resaltó Neuhaus antes de que empezaran los Juegos Panamericanos.
Sin embargo, la piedra en el zapato no fue burocrática, sino política. Los más de 4 mil millones de soles que se requerían para dar luz verde a la cita deportiva no fueron del agrado de varios políticos. Ante los desastres que dejó El Niño costero en 2017, el Partido Aprista empezó a promover un proyecto de ley para renunciar a la organización.
Entre las opiniones en contra, figuró la del exalcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio. “Hay que postergar los Juegos Panamericanos (…). Creo que todas las entidades internacionales comprenderán que no es por una desidia o una dejadez. Lo primero es nuestra gente”, expresó. El fujimorismo también manifestó su descontento. La parlamentaria Luz Salgado declaró que era necesario decir “hasta aquí nomás” a Lima 2019. Irónicamente, Salgado y otros políticos en contra del evento no se perdieron la ceremonia de inauguración en el Estadio Nacional.
Bombos y platillos
No pudo haber existido mejor antesala para celebrar Fiestas Patrias que la inauguración de Lima 2019, la cual se realizó solo dos días antes de 28 de julio. Organizado por la empresa italiana Balich Worldwide Shows (detrás de Sochi 2014 y Río 2016), con el creativo mexicano Francisco Negrín a la cabeza, el evento fue la prueba de que en el Perú hay cultura de sobra.
Con la participación de unos 1700 artistas, entre bailarines, acróbatas y músicos (personalidades consagradas y voluntarios), la fiesta inaugural sacudió a los asistentes que tuvieron la suerte de conseguir una entrada, a los televidentes y al resto del mundo que siguió la programación en simultáneo.
“Estoy lista para que nos destruyan”, le dijo Vania Masías a Lucho Quequezana en tono de broma antes de empezar el show. La bailarina profesional, quien fue elegida como directora de coreografía de las ceremonias de apertura y cierre, temía lo peor: una avalancha de críticas en contra del evento, como las que empezaron a salir cuando se anunció que un cantante extranjero cerraría el show.
Felizmente, se equivocó. Las casi tres horas de duración quedaron cortas para mostrarle al mundo todo lo que el país tiene por ofrecer. Justamente, esa fue la línea transversal: sintetizar la costa, la sierra y la selva del Perú.
A pesar de que la cereza del pastel fue la presentación del puertorriqueño Luis Fonsi, bien podría decirse que pasó a segundo plano. Con el nevado Pariacaca como telón de fondo, el show sacudió al país cuando se oyó “El Perú” de Marco Martos dar inicio al evento. Incluso, las personas que no estaban viéndolo empezaron a prender la televisión (el trending topic de Twitter lo confirma). El poema no solo fue interpretado en 44 lenguas originarias (además de la lengua de señas peruana), sino que también fue recitado en español tras el escenario por la primera actriz Delfina Paredes.
Junto a ese potente inicio y referencias a los pueblos indígenas, la geografía y el arte nacional, el espectáculo alcanzó sus picos más altos con la presentación de la violinista y artista experimental Pauchi Sasaki, quien interpretó una versión futurista de “El cóndor pasa”; el concierto del reconocido tenor Juan Diego Flórez, quien cantó “La flor de la canela” acompañado de una imagen a gran escala de Chabuca Granda; el solo del guitarrista Charlie Parra del Riego, quien se presentó junto a 264 cajoneros, entre otras sorpresas.
“Nunca imaginé la dimensión del trabajo. Estuve componiendo unos seis o siete meses, incluso un poco más”, recordó a un diario local Lucho Quequezana. El músico peruano fue elegido como director musical y compositor de las ceremonias.
“Cuando lo vi (el show) el día de la inauguración, en el estadio, lloré”, confesó a otro diario local. “Buscábamos mostrar un Perú mestizo, nuevo, contemporáneo, un Perú que salga de lo que ya se conoce. Se tiene la etiqueta de la cultura andina y Machu Picchu. Queríamos mostrar todo lo que se están perdiendo”, añadió. Y vaya que lo lograron.
Orgullo peruano
La otra cara del Perú se vio en la ‘cancha’. El primer día de los Juegos Panamericanos, el Perú despertó con tres triunfos que animaron hasta a los más detractores de Lima 2019.
Primero fueron Gladys Tejeda y Cristhian Pacheco, quienes se alzaron con el oro en sus respectivas maratones (femenina y masculina), y cruzaron la meta en Miraflores ante la emoción y los aplausos de los asistentes. “Me sentí feliz y sastisfecho de haber cumplido mi objetivo. Fue muy emocionante cruzar la meta con la bandera del Perú y todos gritando mi nombre”, cuenta Pacheco a COSAS. El atleta huancaíno fue recibido por su esposa y su hijo al cruzar la meta.
En conversación con nosotros, ahondó en las necesidades de los deporistas fuera de Lima. “Nos hace falta más apoyo. Los deportistas necesitan implementos, alimentación, suplementos y una mejor asesoría técnica para dejar el nombre del país en alto. Acá hay mucho talento, pero todavía falta más”, añadió. Ese mismo día, el triunfo de Diego Elías fue clave para el medallero peruano, que logró sus tres primeras preseas de oro el sábado 27 de julio, cuando el squashista nacional venció al colombiano Miguel Ángel Rodríguez. Entre lágrimas, Elías celebró su triunfo.
Pero lo mejor vendría después, y quizá la hinchada peruana no estaba preparada para celebrar tanto. Ese mismo sábado, nuestro país también se llevó preseas en taekwondo con los triunfos de Marcela Castillo y Hugo del Castillo (ambos en la categoría poomsae). “Ser parte del primer equipo de poomsae de los Panamericanos ya es un logro bastante grande y, junto a la medalla de plata, la emoción es más grandetodavía”, nos cuenta Marcela Castillo.
Los días posteriores, el Perú continuó sumando preseas: Natalia Cuglievan se llevó el oro con su participación en la Laguna Bujama, en la que brilló como la mejor en esquí acuático; en tanto, en boxeo, Leodan Pezo y José María Lúcar se llevaron el bronce, la misma medalla que Marko Carrillo y Nicolás Pacheco ganaron en tiro rápido con pistola y tiro skeet, respectivamente.
Pero si hubo un día que quedará en la historia del Perú en los próximos años, ese es el domingo 4 de agosto. Del mar peruano, emergieron siete ganadores: Piccolo Clemente se coronó campeón de longboard masculino; Lucca Mesinas y Daniella Rosas dominaron el open surf; Tamil Martino y Vania Torres lograron preseas de plata en la categoría SUP surf; Mafer Reyes obtuvo otra medalla de plata en longboard femenino; e Itzel Delgado se quedó con el bronce en carrera SUP. Como escribió el presidente de la República en Twitter, tras hacer la famosa señal de shaka en Punta Negra, aquella fue una “tarde gloriosa para el surf peruano”.
Tras el glorioso día del surf peruano, Perú continuó llevándose más medallas en los Juegos Panamericanos. Imposible olvidar los triunfos de Cristopher Martínez y Claudia Suárez en frontón; las lágrimas de Alexandra Grande tras alzarse con el oro en karate; o el excelente desempeño de nuestros judokas. Lo cierto es que será muy difícil despertarse tras la emoción vivida en Lima 2019: 39 medallas para el Perú.