Con más de 40 años de trayectoria, ha interpretado a algunos de los personajes más populares de las últimas décadas, entre ellos el famoso Peter de “Al fondo hay sitio”, papel por el que fue reconocido como el mejor actor de la televisión peruana en 2013. Entre tanta comedia ¿Por qué descartó postular a la presidencia de la República?
Por Redacción COSAS
¿Qué sientes cuando apareces en los rankings de los hombres más sexies de Hispanoamérica?
¡Ja, ja, ja!… Bueno, tampoco es que tenga un atractivo espectacular…
Perdón, me confundí con el cuestionario para Christian Meier… Me corrijo: ¿Qué sientes cuando te reconocen como el mejor actor de la televisión peruana?
Ja, ja, ja… Son premios importantes que aportan a la carrera. En esta profesión, hay dos tipos de personas: los actores por vocación y los actores gana-plata. Yo nací actor. Si volteo hacia atrás, digo: “¿todo eso he hecho yo? ¡No puedo creerlo!”.
¿Nunca has hecho televisión solo por el dinero?
Nunca. Al contrario: he hecho teatro gratis. He hecho obras de Brecht, de Pirandello, de García Lorca, de Shaw… ¡Imagínate!… Pero ser actor no significa aprenderse la letra, así cualquier imbécil es actor. Acá los muchachos han optado por decir: “mientras más natural lo diga, mejor actor soy”… ¡Mentira! El actor necesita expresión corporal, impostación de la voz… un cúmulo de cosas.
¿Hasta qué edad te ves actuando?
No te sabría decir. A veces me siento cansado por tener que grabar todos los días, pero después comienzo a extrañar. Dicen que cuando dejas de trabajar y te metes a la cama, la cama te consume… A menos que te metas a la cama con una chiquilla de 18 años…
Igual, te consumiría…
Ja, ja, ja.
¿Te harías alguna cirugía?
Es muy probable, pero vamos a ver. Le tengo miedo a las agujas… a pesar de que yo era el doctor Jeringa (risas).
A la mayoría de comediantes peruanos se los vincula con el trago, las mujeres y la noche. ¿Has sido adicto a alguno de los tres?
No te voy a decir que no, pero he tenido una particularidad que no han tenido otros: me he sabido cuidar. Un filósofo francés dijo que el estilo hace al hombre. Mientras hagas todo con estilo –hasta lo malo–, no pasa nada. Lo que se castiga es el escándalo.
En materia de “ampays”, ¿hubo un antes y un después de Magaly Medina?
¡Por supuesto! Yo iba a un sitio y me sentaba con ocho mujeres… ¡y con qué mujeres!… Ahora no se puede. Si alguien lo hace, es un idiota.
¿Alguna vez has utilizado tus dotes actorales para seducir a una mujer?
Cuando quieres agarrar un pescadito, recurres a todos los anzuelos. Yo pongo mi voz como la de Peter: “Su coñac, madame”… Ja, ja, ja.
¿Qué has tenido más en la vida: mujeres, dinero o rating?
¡Uy!, creo que rating, ah. No existe un solo programa mío que no haya tenido rating. Quizá he tenido suerte. Como decía Paul Newman, puedes tener talento, pero si no tienes un poquito de suerte, no llegas.
Dijiste que si tú hicieras algo similar a “¡Asu Mare!”, el filme de Carlos Alcántara te quedaría en el dedo meñique.
Lo dije por la carrera que tengo. Pero Carlos es buen actor… A mí me han propuesto varias películas. Hasta ahora, he actuado en dos.
Una fue “Un marciano llamado deseo”.
No me hagas acordar… Esa película necesitaba efectos especiales, y el único efecto especial que le pusieron fue que hasta ahora me deben la mitad… ¡Ja, ja, ja!
¿En serio considerarías postular a la presidencia de la República?
Me pones en un dilema tremendo. Después de lo que he experimentado, sé lo cochino y degradante que es el mundo de la política. Me encantaría, pero no creo que lo haga. Me volvería loco… Un grupo de empresarios me ofreció postular a la presidencia luego del gobierno de Toledo. Pero dentro del grupo había un colombiano. Eso ya no me gustó mucho. “No me vaya a mandar la moto”, pensé… ¡Ja, ja, ja!