El libro «Sex, Lies And Dirty Money By The World’s Powerful Elite», que describe al príncipe Andrew como un «adicto al sexo», revela también que la princesa Magdalena de Suecia estuvo en la mira de Jeffrey Epstein.
Por Redacción COSAS
Todo indica que el príncipe Andrew no es el único royal vinculado con el empresario Jeffrey Epstein. Aunque, en el caso de Magdalena de Suecia, esta relación es mucho menos directa y a diferencia del duque de York no le va a costar ni su reputación ni su estatus real.
No obstante, su nombre aparece en el libro titulado «Sex, Lies And Dirty Money By The World’s Powerful Elite», de Ian Halperin, un periodista de investigación especializado en algunos de los casos más polémicos de los últimos años. En la publicación -donde se describe al hijo de Elizabeth II como un «playboy adicto al sexo», basándose en el testimonio de varias mujeres del círculo del magnate-, se detalla la obsesión que tenía Jeffrey Epstein por la hija menor de los reyes Carl Gustaf y Silvia de Suecia.
Según el libro que acaba de publicarse, el pedófilo estadounidense -a quien encontraron muerto en su celda en agosto del año pasado- habría conocido a la princesa en un evento social. Magdalena habría llegado acompañada de su madre, tras romper su noviazgo con el abogado sueco Jonas Bergström. Entonces, Epstein habría puesto sus ojos en ella, e inmediatamente se habría propuesto conquistarla.
«La royal más sexy del mundo»
Jeffrey Epstein se encontraba muy bien vinculado con la realeza y el jet set internacional gracias a su poder económico y a su íntima amiga, la socialité Ghislaine Maxwell. Se cree incluso que ella fue quien le presentó al príncipe Andrew. Además de relacionarlo con el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump; el expresidente de ese país, Bill Clinton; el ex primer ministro de Israel, Ehud Barak; y Lex Werner, el multimillonario empresario detrás de Victoria’s Secret.
Tras ese primer encuentro con la princesa Magdalena, que ocurrió cuando ella vivía en Nueva York, afirmó que «era la royal más sexy del mundo», sostiene el escritor. Sin embargo, no existe prueba alguna de que se volvieran a ver en otra ocasión más allá de aquel evento benéfico, uno de tantos a los que asistía la princesa y en los que conocía a infinidad de personas. A decir verdad, desde la Casa Real sueca se le ha restado importancia al texto. La Familia Real considera que no hay ningún motivo para responder a las palabras del escritor.
El nombre de la princesa sueca aparece en la portada del libro junto a otros pertenecientes a los miembros de la familia Windsor y a Albert de Mónaco. No obstante, llama la atención es la ausencia de Mette Marit, quien mantuvo reuniones con Epstein entre 2011 y 2013, en Oslo y Nueva York. La princesa noruega pedió perdón por las mismas cuando se desató el escándalo: «Nunca me hubiera relacionado con el señor Epstein si hubiese sabido la gravedad de los crímenes que cometió», declaró en diciembre pasado.
