El nacimiento de cada hijo es distinto y en el caso de los Duques de Sussex, esto no podría ser más cierto. El brote de COVID-19 y su mudanza a Los Ángeles puede significar que la pareja celebrará la ocasión de una manera muy diferente.
Por Benjamín Palma
Cuando estaba embarazada de Archie, la duquesa de Sussex invitó a sus amigos cercanos y familiares al lujoso Mark Hotel de Nueva York para una lección de arreglos florales.
Desde entonces, la vida de los Sussex ha sido un carrusel lleno de emociones. Su salida de la Familia Real, mudanza a Los Ángeles, explosiva entrevista con Oprah y hasta negocios en Silicon Valley son prueba de ello.
¿Shower o no shower?
Una fuente le dijo a US Weekly que una celebración es poco probable. «Meghan no siente que un gran baby shower con regalos sea apropiado en este momento. Hay demasiados conflictos en el mundo. Ella y Harry han estado tan involucrados con asuntos humanitarios que ambos sienten que su tiempo y recursos pueden usarse para un mejor propósito».
Siendo sinceros, la declaración estaría en consonancia con la reciente declaración de los Sussex en el segundo cumpleaños de su hijo. El único pedido para sus simpatizantes fue que donaran a un programa de equidad de vacunas, en lugar de comprarle un regalo a Archie.
«No podremos recuperarnos realmente hasta que todos, en todas partes, tengan el mismo acceso a la vacuna», se leía en el comunicado. «Y con esa intención, los invitamos a que contribuyan con todo lo que puedan, si tienen los medios para hacerlo, para llevar vacunas a las familias en los lugares más vulnerables del mundo».
Experiencias pasadas
Otra razón para no celebrar un baby shower podría ser que Meghan busque evitar críticas o informes falsos nuevamente. Después de todo, su tratamiento mediático fue una de las razones por las que ella y su esposo, el príncipe Harry, se separaron de la familia real y su decisión de vivir en los EE. UU.
El shower de Archie, llevado a cabo en febrero de 2019, generó críticas de algunos en la prensa sensacionalista. Especularon falsamente que le había costado a Meghan £ 232,000 y que había invitado a amigas famosas antes que a su propia madre, Doria Ragland.
La duquesa respondió a estos reclamos en una presentación legal en noviembre de 2019. Aclaró que sí invitó a su madre al evento; pero ella no pudo acudir, y que fue organizado y alojado por uno de sus mejores amigos de la universidad.
En medio de una pandemia y consciente de que los tabloides utilizarán cada uno de sus movimientos contra ella, es comprensible que la pareja opte por no celebrar el baby shower.
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